Definición de apetito
En el latín es donde se encuentra el origen etimológico de la palabra apetito. En concreto, procede de “apetitus”, que es el resultado de la unión de los siguientes componentes:
-El prefijo “ad-”, que es equivalente a “hacia”.
-El verbo “petere”, que puede traducirse como “pedir”.
Se conoce como apetito al deseo que surge por instinto y que genera la intención de satisfacerlo. El apetito se asocia a las ganas de hacer algo.
Por ejemplo: “Gracias, pero en este momento no tengo apetito”, “¡Hoy tengo un apetito insaciable! Ya comí dos hamburguesas y una porción de pizza y todavía no estoy lleno”, “El apetito sexual puede verse afectado por el estrés”.
El apetito, por lo general, lleva a la persona a realizar alguna acción para conseguir su satisfacción. Es muy común que un individuo sienta apetito de alimentos: aquello que, en el lenguaje cotidiano, conocemos como hambre (la necesidad de comer). Cuando un sujeto siente apetito, experimenta el deseo de ingerir alimentos.
El reloj biológico hace que el apetito aparezca en los horarios que suelen destinarse a la comida (al mediodía para almorzar o a la noche para cenar). Sin embargo, el apetito puede irrumpir en otros momentos, una particularidad que muchas veces provoca que la gente elija alimentos que no son saludables para saciar ese apetito repentino (snacks, golosinas, etc.).
Muchas son las personas que, en algún momento dado, pueden sufrir una notable falta de apetito. Esta puede ser causada por numerosas circunstancias como una enfermedad, estrés, depresión, aburrimiento, hipotiroidismo, consumo de drogas, una ruptura sentimental, la pérdida del trabajo…
Ante la misma, lo que hay que hacer es acudir al médico para que pueda establecer un diagnóstico y determinar a qué puede ser debida. Si la falta de apetito es algo puntual y no tiene un origen complejo, se pueden tomar ciertas medidas en pro de que la persona coma adecuadamente:
-Llevar a cabo una dieta sana, completa y equilibrada donde la variedad sea la nota dominante.
-Realizar ejercicio de manera habitual y dejar de lado por completo la vida sedentaria.
-En el caso de que sea necesario y así lo indique el médico, apostar por la ingesta de vitaminas y suplementos nutricionales.
-Reducir la ingesta de líquidos entre comidas.
-No comer fuera de horas.
-Disminuir la ingesta de lo que son alimentos con mucha fibra.
-De la misma manera, no hay que pasar por alto que también se considera una medida estupenda que se incluya en la alimentación lo que se conoce como jalea real.
La idea de apetito sexual, por otra parte, se vincula a la libido. Se trata un impulso relacionado con la sexualidad que una persona pretende satisfacer, algo que la lleva a adoptar un cierto comportamiento que puede vincularse al cortejo y a la búsqueda de intimidad para concretar la relación sexual.
Cuando un ser humano experimenta una atracción sexual por otro, se despierta su apetito sexual y las ganas de satisfacerlo. Dicho apetito, en muchos casos, debe ser controlado y reprimido.