Definición de anticuario
El vocablo latino antiquarius llegó al castellano como anticuario. El término permite hacer referencia al individuo que se dedica a coleccionar o comercializar antigüedades.
El concepto además alude al experto en objetos antiguos y al negocio donde es posible vender y adquirir esta clase de cosas.
Antes de continuar con la definición de anticuario, es importante centrarse en la idea de antigüedades. Así se denomina a los productos que, por su origen añejo, resultan valiosos o interesantes.
Los anticuarios siempre están atentos al descubrimiento de piezas antiguas que tengan atractivo desde el punto de vista del coleccionismo o comercial. Por eso suelen recorrer ferias y mercados, participan de remates (subastas) y reciben a potenciales vendedores en su tienda. En este marco, los anticuarios trabajan como buscadores de tesoros, tratando de hallar objetos de características extraordinarias.
Como especialista, el anticuario se enfoca en la historia de elementos, artefactos y aparatos antiguos. Puede tratarse de un historiador con estudios formales o de un aficionado atraído por estas cuestiones.
Un anticuario, en definitiva, es alguien que está dispuesto a revalorizar algo cuya creación, utilidad o uso se encuentra en un pasado más o menos lejano. Su finalidad es que dichos artículos no sean olvidados y que las nuevas generaciones los conozcan, ya que muchas veces son eslabones imprescindibles en la evolución.
Es importante indicar que, por lo general, el anticuario es un apasionado de su trabajo. No es habitual que alguien se convierta en anticuario solo por interés comercial, sino que lo común es que sienta verdadero interés por su oficio.