Definición de animar
El vocablo latino animāre llegó a nuestro idioma como animar. La Real Academia Española (RAE) reconoce, en su diccionario, una decena de acepciones del concepto.
Los primeros significados mencionados por la RAE aluden a dar ánimo o energía a alguien. Por ejemplo: “Pedro está deprimido, pero creo que la visita de Javier lo va a animar”, “Les pido a los fanáticos del club que vengan al estadio a animar al equipo”, “Vamos a animar a Liliana que se encuentra bastante angustiada por la falta de trabajo”.
Animar a un equipo consiste en alentarlo.
La importancia del apoyo
Animar a una persona que está atravesando un mal momento implica acompañarla y realizar acciones que le permitan sentirse mejor. Aunque aquello a realizar depende del contexto y de cada caso, muchas veces animar consiste en proponer actividades que resulten divertidas o que sirvan como distracción o entretenimiento.
Supongamos que una joven está triste porque se separó de su novio. Sus amigas, en este marco, la quieren animar: por eso la invitan a ir al cine y luego van a un bar. Como se puede advertir, la salida apunta a que la muchacha deje de pensar en su situación sentimental, al menos por un rato. Por otra parte, ese acompañamiento es un modo de hacerle sentir que no está sola.
Animar como incitar a otro o determinarse
Un uso similar de animar refiere a incitar a un individuo a realizar algo: “Voy animar a mi abuelo a retomar los estudios”. En este caso, un sujeto comenta que se encargará de conversar con su abuelo para estimularlo a que vuelva a estudiar.
El ánimo, por otro lado, puede ser dado a uno mismo para decidirse a hacer una determinada acción: “Nunca pensé que me iba a animar a confesarle mi amor”, “Algún día me voy a animar a saltar en paracaídas”, “No me voy a animar a renunciar mi trabajo porque necesito el dinero, así que intentaré solucionar las cosas de alguna manera”.
Existen múltiples técnicas que permiten animar dibujos y así generar una sensación de movimiento.
Producir sensación de movimiento
En el ámbito del cine y de la televisión, animar supone generar una sensación de movimiento en dibujos, fotografías u otros elementos inanimados. Para cumplir con este objetivo, se recurre a ilusiones ópticas.
Hay múltiples recursos, técnicas y tecnologías que sirven para animar. Los dibujos animados tradicionales, por mencionar una posibilidad, se llevan a cabo dibujando cada fotograma uno por uno, luego se fotografían y finalmente se colocan las fotos en secuencia. De este modo, el espectador percibe movimiento.
En la actualidad, de todos modos, lo habitual es que se apele a la animación digital. Para animar las imágenes, se usa una computadora (ordenador) equipada con determinados programas informáticos.
Animar un lugar
La idea de animar, por último, puede hacer mención a dar vida a un lugar o a una reunión. Se trata de generar las condiciones apropiadas para que, simbólicamente, haya movimiento o energía.
Si, en una fiesta, los asistentes se están aburriendo, alguien puede cambiar la música o proponer un juego para animar la velada. De hecho, a aquel cuyo trabajo se basa en lograr que la gente se divierta en cumpleaños y en otros eventos sociales se lo conoce como animador.