Definición de animal invertebrado
Los seres vivos que, por sus características, son incluidos dentro del reino Animalia, reciben la denominación de animales. Estas criaturas pueden movilizarse por sus propios medios, necesitan del oxígeno que absorben al respirar para subsistir y se reproducen de manera sexual.
Invertebrado, por su parte, es el adjetivo que identifica a los seres que no cuentan con vértebras ni, por lo tanto, columna vertebral. Las vértebras son una clase de huesos que tienen articulación entre ellos y que componen la mencionada columna.
Queda claro, después de repasar estas definiciones, que los animales invertebrados son aquellas especies del reino Animalia que no disponen de los huesos conocidos como vértebras. El conjunto de animales invertebrados también puede definirse por oposición y abarca a los seres que no se encuentran dentro del grupo de los animales vertebrados (que, obviamente, sí presentan vértebras).
Jean-Baptiste Lamarck, un biólogo de Francia que nació en 1744 y murió en 1829, es señalado como el pionero en detectar y agrupar a los animales sin vértebras dentro del grupo de invertebrados
Los animales invertebrados pueden exhibir características muy diversas. De hecho, algunos viven debajo del agua, otros en la superficie e incluso muchos tienen la capacidad de volar.
Las arañas, los pulpos, las lombrices, los mosquitos, los camarones, las esponjas, los gusanos, las sanguijuelas y los calamares son algunos de los miles de animales invertebrados que pueden encontrarse en la Tierra.
Al no contar con columna vertebral, ningún animal invertebrado dispone de sistema nervioso central. Estos animales, de todas formas, disponen de otras clases de sistemas nerviosos que les permiten interactuar con el entorno y responder a estímulos.
Los cálculos apuntan a que alrededor del 97 por ciento de los organismos vivos de nuestro planeta son animales invertebrados. Si bien un gran número de ellos son muy pequeños, las funciones que llevan a cabo son de gran importancia. Basta con hablar de las arañas, que gracias a alimentarse de insectos mantienen sus poblaciones en equilibrio, o a la polinización que realizan las abejas, esencial para las cadenas tróficas.
Otros de los animales invertebrados altamente interesantes son los moluscos, que comprenden más de sesenta y cinco mil especies. Su cuerpo es blando y casi siempre se encuentra protegido por una estructura rígida denominada concha. Los caracoles y las babosas son un claro ejemplo de moluscos gasterópodos, porque su desplazamiento tiene lugar sobre su estómago, haciendo uso también de una baba que generan para reducir el rozamiento.
Estos moluscos dependen de la humedad para su supervivencia, y por esta razón la mayor parte de su actividad la realizan durante la noche, en la oscuridad o en espacios a los cuales el aire no llega directamente. En situaciones opuestas, donde la humedad es muy escasa, es normal que permanezcan inactivos.
Por otro lado se encuentran los cefalópodos, una clase de moluscos a la que pertenecen los calamares y los pulpos. Haciendo uso de un sifón, estos animales invertebrados absorben y sueltan agua en forma de chorro que los propulsa hacia adelante. Si se encuentran en una situación de peligro, son capaces de liberar una gran cantidad de «tinta» para nublar la visión de sus potenciales depredadores.
Las estrellas de mar, los pepinos de mar y los erizos de mar son animales invertebrados, aunque se los engloba en el grupo de los equinodermos. Los erizos de mar tienen espinas en toda la superficie de su cuerpo que usan para desplazarse por el fondo del mar. Las estrellas pueden tener hasta cinco brazos, los cuales se regeneran y pueden detectar la luz a su alrededor en zonas aparentemente oscuras. Ciertas especies de pepinos de mar están en peligro de extinción.