Definición de análisis financiero
Un análisis consiste en distinguir y separar las partes de un todo para llegar a conocer sus elementos y principios. Se trata del examen que se realiza de una realidad susceptible de estudio intelectual.
A través del análisis, es posible estudiar los límites, las características y las posibles soluciones de un problema.
Financiero, por otra parte, procede de finanzas, que es un concepto vinculado a la hacienda pública, los bienes y los caudales. La noción de finanzas se utiliza para nombrar al estudio de la circulación del dinero entre individuos, empresas o Estados.
El análisis financiero, por lo tanto, es un método que permite analizar las consecuencias financieras de las decisiones de negocios. Para esto es necesario aplicar técnicas que permitan recolectar la información relevante, llevar a cabo distintas mediciones y sacar conclusiones.
Para poder comprender a la perfección el significado del término análisis financiero, tenemos que recurrir a establecer su origen etimológico. En este sentido, descubrimos que su primera palabra, análisis, emana del griego y está conformada por tres partes diferenciadas: el prefijo “ana”, que significa “arriba”; el verbo “lyein”, que es sinónimo de “soltar”; y el sufijo “-sis”, que es equivalente a acción.
Por otro lado, financiero es un vocablo que procede del latín como así lo demuestra el hecho de que está formado por el verbo “finis”, que dio origen al término francés “financer” que significa saldar una deuda, y el sufijo “–ero”, que viene a indicar la pertenencia de algo.
Gracias al análisis financiero, es posible estimar el rendimiento de una inversión, estudiar su riesgo y saber si el flujo de fondos de una empresa alcanza para afrontar los pagos, entre otras cuestiones.
El análisis financiero ayuda a comprender el funcionamiento del negocio y a maximizar la rentabilidad a partir de la actuación sobre los recursos existentes. Los directivos pueden acceder a información sobre el efecto esperado de las decisiones estratégicas.
Además de todo lo expuesto hasta el momento, es importante saber que todo análisis financiero tiene una estructura idéntica. Se trata de una unión de varios apartados que son los que contienen los datos necesarios para llegar a una conclusión certera. En concreto, se compone de:
• Cuentas. En este caso, se incluye toda la información relativa tanto a los estados financieros de la empresa en cuestión, como la liquidez de la misma, el riesgo o la rentabilidad.
• Patrimonio. Concretamente en esta sección lo que se procede es a realizar un análisis del patrimonio que tiene la empresa: composición de ella, las distintas partidas del activo y el peso que ellas ejercen en el total, la evolución que ha tenido en los últimos años…
• Pasivos. Se trata de comprobar la capacidad que la empresa posee para devolver las deudas que contrae.
• Análisis económico, donde se viene a determinar si realmente la entidad está consiguiendo una rentabilidad suficiente o no.
Los inversores también apelan al análisis financiero para analizar el grado de riesgo de sus decisiones y para fijar los objetivos a cumplir. Los prestamistas y acreedores, por último, usan el análisis financiero para determinar qué riesgo existe para el cobre de un crédito o préstamo.