Definición de alucinación
El concepto de alucinación tiene su origen en el término latino allucinatio. Se trata de la acción de quedar alucinado o llegar a alucinarse, es decir, a quedar confundido o desvariar. Este verbo también puede hacer referencia a sorprender, asombrar o deslumbrar.
El primero que supo definirla fue el psiquiatra Jean-Etienne Dominique Esquirol en 1837, quien determinó que se trataba de percepciones sin objeto, esto significa que no existen elementos en el mundo exterior que puedan realmente provocarlas.
Es decir que una alucinación consiste en una sensación de carácter subjetivo que no está anticipada por una impresión que influya sobre los sentidos. En otras palabras, se trata de una percepción falsa porque no hace referencia a ningún estímulo físico exterior concreto pero que, sin embargo, la persona asegura sentir.
Los especialistas consideran que la alucinación es una pseudo-percepción. No es lo mismo que una ilusión, ya que ésta consiste en percibir estímulos de manera distorsionada. Las alucinaciones, indican los expertos, pueden tener lugar bajo múltiples modalidades sensoriales: visual, auditiva, táctil, olfativa, gustativa, etc.
Como experiencia, la alucinación es estudiada por diversas ciencias, como la psicología, la psiquiatría y la neurología. El concepto suele ser mencionado en enfermedades como la esquizofrenia y la epilepsia, en el consumo de estupefacientes, en las experiencias místicas y religiosas, y hasta en los trastornos del sueño.
En el libro «Don Quijote de la Mancha» pueden hallarse varios momentos en los que el protagonista es víctima de alucinaciones y le brinda elementos fantásticos a la realidad, los cuales los había extraído de las novelas de caballería que había leído previamente con voracidad. Para él todo aquello ocurría tal cual lo veía aunque los gigantes no eran otra cosa que molinos de viento y su precioso Rocinante era un caballo viejo y huesudo.
Alucinación y esquizofrenia
En la esquizofrenia la forma más común en la que se presentan las alucinaciones es a través de voces que se refieren al enfermo dándole órdenes, muchas veces escuchan su propio pensamiento que se les escapa y suena hacia afuera, de modo que todos pueden escucharlos.
Existen varios tipos de alucinaciones, de acuerdo a la forma en la que afectan a la persona pueden ser. Para la mayoría de ellas existen explicaciones científicas, sin embargo aquellas que carecen de una suelen ser explicadas como fenómenos paranormales:
Visuales: Imágenes más o menos claras, pueden ser destellos, escenas claras o flash o apariciones organizadas. Son las más frecuentes junto con las auditivas y suelen sucederse de la obnubilación de la conciencia.
Auditivas: estímulos que se perciben a través de la audición, pueden ser silbidos, golpes, palabras sin sentido aparente o frases directas con instrucciones. Una de las particularidades de este tipo de alucinaciones es que quien las padece puede decir con exactitud en qué lugar físico se encuentra aquel que les habla. Suele presentarse en enfermos de esquizofrenia u otro padecimiento crónico y las consecuencias pueden ser que el afectado realice todo tipo de acciones perjudiciales provocadas por ese estado.
Olfativas: se perciben a través del olfato y suelen ser causa de temores, en el caso de los esquizofrénicos por ejemplo, pueden notar el olor de gases venenosos que alguien ha desprendido con deseos de matarle. Otros casos en los que suelen aparecer es en enfermos de epilepsia o depresión crónica.
Táctiles: Sensaciones que se perciben a través de la piel. Se presenta por ejemplo en pacientes adictos a la cocaína durante períodos de abstinencia, perciben como si un insecto se moviera por encima y debajo de su piel. Pueden presentarse como vibraciones, shocks eléctricos, sensaciones sexuales o vientos fríos o cálidos que rozan el cuerpo y se dan sobre todo en enfermos de esquizofrenia con un estado crónico de la enfermedad.
Gustativas: agregan a la comida un sabor diverso al que posee. En pacientes de esquizofrenia suele darse que ante el miedo a ser envenenados sienten gusto raro en lo que ingieren. También suele presentarse en enfermos de epilepsia.
Somáticas: se presenta en individuos con una afección de esquizofrenia severa y consiste en sensaciones propioceptivas, con dolores en la cabeza o el cuerpo que físicamente no existen. De este tipo de alucinación se desprende el delirio zoopático, que implica la sensación de tener un animal dentro del organismo, los pacientes aseguran sentirlo y saberlo.
Las consecuencias de una alucinación pueden ser: inseguridad y miedo, agresión hacia uno mismo, otras personas u objetos, incapacidad de diferenciar entre lo que es real y lo que es producto de la imaginación, culpa y vergüenza al reconocer experiencias alucinatorias, manipulación (evadir responsabilidades a causa de las “alucinaciones”), ideas delirantes, entre otras. Es imprescindible que aquellos que las padecen sean eficientemente tratados a fin de proporcionarles seguridad en ellos mismos y en su entorno, interrumpir el ciclo de las alucinaciones, llevándolas a términos racionales a fin de que el paciente pueda reconocerlas y disminuya la ansiedad que ellas le generan.
Por último cabe mencionar que entre las teorías acerca de la causa de las alucinaciones, las más extendidas son aquellas que señalan déficit en el trabajo normal del cerebro y de los vínculos sinápticos entre las células ciliadas y las que se encuentran en el tallo encefálico y en los lóbulos occipital-temporal. Sin embargo, más allá de esto, diversos estudios han demostrado que las situaciones de tipo alucinatorio son frecuentes a nivel general. Alrededor del 10% de los individuos experimenta alucinaciones sutiles o leves. Incluso el 39% de las personas ha experimentado alguna vez una alucinación severa.