Definición de alergia
Lo primero que hay que indicar acerca del término alergia es que es una palabra que tiene su origen etimológico en el griego. Y es que fruto de la suma de tres componentes de dicha lengua: “allos”, “ergon” y el sufijo “-ia”.
Además de todo lo expuesto, también tenemos que matizar que es una palabra que fue acuñada a principios del siglo XX en alemán y por un bacteriólogo de Viena llamado Clemens von Pirquet Cesenatico. Este contó con la ayuda al respecto de otro médico, el húngaro Béla Schick.
La idea de alergia se emplea para denominar a una serie de fenómenos que se producen en el organismo cuando se absorben determinadas sustancias que provocan una sensibilidad particular. Se trata de una reacción ante los agentes que generan determinados síntomas.
Las alergias pueden manifestarse a través de trastornos en las vías respiratorias o con erupciones en la piel. En algunos casos, la alergia puede desencadenar una enfermedad, como ocurre con el asma.
Hay que entender las alergias como reacciones del organismo ante la presencia de una sustancia que no tolera. Los elementos que pueden provocar una alergia reciben el nombre de alérgenos.
Los ácaros están entre los alérgenos que suelen provocar mayor cantidad de alergias. Estos parásitos de tamaño microscópico pueden vivir en los colchones, los acolchados y las alfombras, entre otros productos textiles. Los excrementos de estos animales son volátiles y pueden ser inhalados por las personas: una vez en el organismo, causan alergia. De este modo, el sujeto alérgico suele estornudar con frecuencia, tener abundantes secreciones nasales y sufrir molestias en la garganta y en los ojos.
Hay individuos que son sensibles al polen y que padecen alergia a esta sustancia producida por las plantas. Al inhalar el polen que está disperso en el aire, comienzan a atravesar la rinitis alérgica. Como en determinadas épocas las plantas llevan adelante la polinización, dichos periodos son particularmente difíciles para quienes tienen esta alergia.
Para evitar la alergia o minimizar sus síntomas, la persona debe intentar no entrar en contacto con los alérgenos y puede recurrir a tratamientos farmacológicos.
Las personas con problemas de alergia al polen, por ejemplo, es importante que sigan una serie de recomendaciones importantes al respecto en pro de poder sobrellevarlos lo mejor posible:
-Es vital que estén convenientemente informados de los niveles de polen que existen cada día para así, en la medida que les sea posible, evitar salir de casa en las horas donde la concentración del mismo es mayor.
-Por supuesto, si no les queda más remedio que salir a la calle deben optar por llevar gafas de sol y mascarilla si es posible.
-En casa, deben evitar pasar mucho tiempo con las ventanas abiertas.
-Es imprescindible que no sequen la ropa al aire libre porque esta puede encontrarse en contacto con el polen.
-Por supuesto, es necesario que acudan al médico que les trata la alergia para que este les pueda recetar los fármacos que les permitan sobrellevar de la mejor manera la misma.