Definición de afrodisíaco
Un término griego derivó en el vocablo latino aphrodisiăcus, que llegó a nuestra lengua como afrodisíaco. Este adjetivo califica a aquello que logra avivar o incitar el deseo sexual.
La noción, que también puede emplearse sin acento en la segunda I (afrodisiaco) de acuerdo a lo aceptado por la Real Academia Española (RAE), suele emplearse como sustantivo con referencia a las sustancias que fomentan la estimulación de tipo sexual.
Por ejemplo: “Vamos a festejar el aniversario en un restaurante afrodisíaco”, “Mi cuñado me recomendó un afrodisíaco que, según me dijo, es infalible”, “Por el momento no necesito ningún afrodisíaco, pero quién sabe…”.
Los afrodisíacos pueden ser fármacos, alimentos, conductas o hasta objetos que logran la excitación por analogía o por motivos culturales. Es importante mencionar que muchos afrodisíacos funcionan por el llamado efecto placebo ya que, de acuerdo a la ciencia, no existen evidencias de su capacidad para estimular el apetito sexual.
En el caso de los fármacos afrodisíacos, su función es incrementar los niveles de testosterona, dopamina y otras hormonas. Ciertas comidas, por sus componentes, también consiguen un efecto similar.
Por una extensión simbólica, hay alimentos y productos que suelen considerarse como afrodisíacos por sus características fálicas o por asemejarse a partes del cuerpo vinculadas a la sexualidad. Ese es el caso de las bananas o plátanos y las ostras.
Puede decirse que, más allá de las características del afrodisíaco en cuestión y de las consecuencias orgánicas que producen de forma directa, el poder de estos elementos radica en los efectos que generan en la gente.
Aunque, como hemos mencionado, existen distintas sustancias de tipo químico que pueden utilizarse como afrodisíaco, no hay que pasar por alto que también se consideran como tal otras muchas que son naturales. En concreto, se establece que entre los alimentos que más logran aumentar la libido y el deseo sexual se hallan los siguientes:
-El chocolate, ya que se considera que logra aumentar el deseo sexual por la liberación de endorfinas que trae consigo su ingesta. Eso sin olvidar que también libera lo que se da en llamar FEA y que no es otra cosa que una hormona, la feniletilamina, que es la que se produce cuando se está enamorado.
-El café se cree que también puede conseguir funcionar como afrodisíaco en tanto en cuanto activa, despeja y permite que tanto el hombre como la mujer puedan llegar a estar más “activos” en la intimidad.
-El azafrán se considera que ya era usado como afrodisíaco desde la antigüedad. Tanto es así que, por ejemplo, los griegos creían que este producto era capaz de “desatar” a cualquier mujer.
-Frutas tales como las fresas, la manzana o el aguacate, también se cree que son potentes alimentos para aumentar el deseo sexual de cualquier persona.
Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto que existen otras sustancias que hay quienes utilizan como afrodisíaco. Nos estamos refiriendo a la marihuana, a una planta que responde al nombre de maca e incluso a un alcaloide de origen africano que se da en llamar yohimbina.