Definición de afortunado
Lo primero que vamos a hacer para conocer el significado del término afortunado es descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos determinar que se trata de una palabra de origen latino, que puede traducirse como “quien ha recibido mucha suerte” y que está formada por la suma de varios componentes:
-El prefijo “ad-”, que significa “hacia”.
-El sustantivo “fortuna”, que es sinónimo de “suerte”.
-El sufijo “-ado”, que se usa indicando que es quien recibe la acción.
El concepto de afortunado procede de afortunar, un verbo que solía usarse con referencia a propiciar que una persona sea dichosa o goce de fortuna. Afortunado, de este modo, es un adjetivo que califica a quien dispone de una suerte favorable o a aquel que se siente pleno y feliz.
Por ejemplo: “Soy afortunado: tengo una esposa maravillosa y tres hijos que son la luz de mis ojos”, “¿En serio has ganado la lotería? ¡Qué afortunado!”, “El médico le dijo a Walter que era muy afortunado al no haber sufrido heridas graves tras la caída”.
La noción suele emplearse para calificar a la persona que se vio beneficiada en un juego de azar. Supongamos que un hombre acude al casino y gana miles de dólares en la ruleta: sus amigos dirán que fue muy afortunado. Lo mismo podría expresarse sobre un individuo que realiza una apuesta en una máquina tragamonedas (también conocida como tragaperras) y obtiene ganancias importantes.
Cuando el término se vincula a la satisfacción, es habitual que aluda a quien está conforme con alguna situación o con su vida en general. Una mujer que tiene un buen empleo y recibe un sueldo elevado puede decirse que es afortunada, al igual que el joven que tiene la posibilidad de asistir a la universidad para estudiar y formarse.
Afortunado, por otra parte, puede aplicarse a aquello que resulta pertinente, adecuado, atinado u oportuno: “La verdad que fue un comentario afortunado, ya que me hizo acordar de pagar los impuestos antes del viaje”, “De acuerdo a los analistas, los dichos del gobernador no fueron afortunados debido a que generaron una gran incertidumbre en la población”.
Además de todo lo expuesto, tenemos que subrayar la existencia de una figura histórica que recibió como apodo el término que nos ocupa. Nos estamos refiriendo a Manuel I de Portugal (1469 – 1521), más conocido como “el afortunado”.
Se le otorgó ese sobrenombre como una manera de dejar patente que tuvo la suerte de que durante el tiempo que ocupó el trono luso consiguió grandes éxitos. En concreto, en esos años se logró el descubrimiento de Brasil y también el de lo que era la ruta Atlántica hacia las Indias, a través del famoso Cabo de Buena Esperanza.
Este monarca tiene la particularidad de que, además, ha pasado a la historia por ser tío, cuñado y suegro del rey Carlos I de España y V de Alemania. ¿Cómo es posible? Por estas razones:
-En un primer momento fue su tío porque estuvo casado con dos tías del citado emperador, Isabel y luego María.
-Después pasó a ser cuñado porque contrajo nupcias con la hermana del citado monarca, con Leonor.
-Luego fue suegro porque era el padre de la esposa del citado rey español, de Isabel.