Definición de acumulación
Acumulación es la acción y efecto de acumular. El término procede del vocablo latino accumulatio y está vinculado al verbo que refiere a amontonar o juntar algo. Por ejemplo: “La acumulación de residuos ha dejado un olor nauseabundo en las calles del centro”, “Nadie puede justificar la acumulación de riquezas en unas pocas manos cuando todos trabajamos muy duro por el progreso del país”, “Te sugiero terminar con la acumulación de revistas viejas: pronto no tendremos espacio para guardar nuestra ropa”.
Es posible acumular todo tipo de objetos. Un coleccionista acumula aquello que le interesa y que le permite desarrollar su colección, ya sean botellas vacías, estampillas, sobres, cajas de distintos tipos, discos de vinilo, videojuegos, automóviles a escala, monedas o billetes, entre las muchas posibilidades.
La acumulación puede ser temporal o permanente. En el caso de las colecciones, se pretende que la acumulación sea permanente, ya que el valor del trabajo reside en mantener y ampliar la acumulación. En cambio, si se acumula basura en la calle por una huelga de los recolectores, se tratará de una acumulación temporal.
Cabe destacar que la acumulación puede resultar simbólica. Una persona puede acumular tareas pendientes: planchar la ropa, ir al mercado, concertar una cita con su médico de cabecera, etc. Dichas tareas se irán acumulando entre sus obligaciones a cumplir hasta que, efectivamente, las concrete.
En programación se suelen realizar grandes cantidades de cálculos por segundo, y para ello resultan muy útiles los bucles, una sentencia que se repite un determinado número de veces, según sea necesario. Dentro de un bucle puede haber muchas líneas de código, y es común llevar un registro del número de veces que se han ejecutado todas o algunas de ellas y realizar una acumulación de ciertos valores en una variable; si se deben analizar muchas figuras geométricas, por ejemplo, esto puede servir para saber cuántas de ellas son cuadrados y para sumar sus superficies.
Síndrome de Diógenes
Se conoce con el nombre de síndrome de Diógenes a un trastorno del comportamiento, generalmente asociado a personas mayores que viven en soledad. Su principal característica es la acumulación de todo tipo de desperdicios domésticos y de basura en la propia casa; por otro lado, las personas afectadas por este síndrome suelen aislarse por voluntad propia y abandonar su aseo personal y sus relaciones sociales.
La edad en la que habitualmente aparece este trastorno suele ser superior a los 50 años, aunque esto no impide que se manifieste en una persona muy joven, ya que el principal desencadenante es la sensación de soledad. Por lo general, la acumulación de residuos, muchos de los cuales se recogen en la vía pública, comienza tras la muerte de un ser querido o bien luego de una separación que el sujeto no consigue superar.
Así como la franja etaria no es excluyente, tampoco lo es el nivel intelectual ni el estatus social: hay personas con estudios universitarios y con carreras muy exitosas que sufren de este síndrome. Como dato curioso, es posible adquirir el trastorno por convivir con alguien que lo padezca, aunque se trata de casos aislados en los que ambos suelen compartir las mismas penas sin resolver.
Para determinar el tratamiento más adecuado a la situación de cada paciente, es necesaria una evaluación previa con el objetivo de determinar la patología que provoca este comportamiento. La tarea fundamental de los médicos es evitar que una vez comenzado un tratamiento sus pacientes vuelvan al punto de partida, para lo cual se suele recurrir a la internación en un instituto social, o bien hacer un seguimiento basado en visitas a domicilio.
Uno de los mayores retos de la medicina a la hora de tratar este peculiar trastorno es que los pacientes no son conscientes de su problema, ya que suelen ver la acumulación de basura como una acción necesaria para evitar que objetos valiosos sean desperdiciados de manera negligente.