Definición de acoso laboral

Antes de proceder a determinar el significado del término acoso laboral, se hace imprescindible dictaminar el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma. En ese sentido, ambas derivan del latín:
• Acoso, procede de “cursus”, que puede traducirse como “carrera”.
• Laboral, emana de la suma del sustantivo “labor”, que es sinónimo de “trabajo”, y del sufijo “-al”, que significa “relativo a”.

Es esperable que, en el ámbito del trabajo, cada persona actúe con responsabilidad, cumpliendo con sus obligaciones y desempeñándose en equipo con sus compañeros. Esto, sin embargo, no siempre ocurre. Un trabajador puede ser víctima de acoso laboral cuando otro empleado o su jefe se dedican a hostigarlo.

La lengua inglesa utiliza el concepto de mobbing para referirse a la presión desmedida y la violencia simbólica que se ejerce dentro del entorno laboral. La persona que sufre este acoso puede ser atormentada con comentarios malintencionados o escuchar de manera recurrente críticas exageradas sobre su desempeño o su capacidad. Por lo general, la intención del acosador es que la víctima renuncie al empleo o modifique su conducta, ya que ésta resulta contraria a sus intereses.

El acosador, por lo tanto, puede ejercer el mobbing contra alguien que aparece como una competencia o que podría desbancarlo de un lugar de poder. El acoso laboral también puede aparecer cuando el acosador pretende extorsionar a un trabajador.

Muchos y variados son los signos que pueden indicar que una persona está siendo víctima de acoso laboral en el trabajo. En concreto, entre los más frecuentes se hallan los siguientes:
• Recibe un trato por parte del presunto acosador totalmente diferente, ya sea por indiferencia o por exclusión, en comparación al resto de empleados.
• Es objeto de todo tipo de insultos, gritos y demás agresiones verbales.
• El acosador no duda en difundir rumores y falsedades acerca de la víctima, para menoscabar su imagen y reputación.
• La víctima se ve obligada a hacer frente a un importante volumen de trabajo por parte de la orden del acosador, quien además le otorga un tiempo mínimo para cumplirlo por lo que resulta imposible que lo llegue a completar.
• Quien comete el acoso laboral no duda en impedir que su víctima sea trasladada de departamento o pueda ascender. Es decir, coarta todos sus movimientos.
• La persona que sufre este problema ve como es continuamente ridiculizada por parte del “agresor”, quien además le oculta información para que no pueda realizar correctamente su trabajo y así luego pueda acusarla de negligencia.

Es importante diferenciar entre la presión normal que un jefe puede ejercer sobre un empleado y el acoso laboral. Si el responsable de una empresa no está conforme con el rendimiento de un trabajador, tiene derecho a hacérselo saber y hasta de sancionarlo. Sin embargo, si la autoridad falta el respeto (ya sea en privado o en público), exige el cumplimiento de metas imposibles de alcanzar o pone trabas al empleado para que no pueda desarrollar con eficiencia las tareas cotidianas, puede hablarse de acoso laboral.

Cabe destacar que la víctima de acoso laboral puede sufrir desde trastornos nerviosos (como depresión o estrés) hasta enfermedades psicosomáticas. Ante la imposibilidad de denunciar al acosador cuando éste es el responsable de la empresa y se desea conservar el trabajo, los expertos recomiendan adoptar una conducta asertiva que permita responder a los agravios pero evitando el enfrentamiento.

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