Definición de aceleración
Hasta el latín tenemos que retrotraernos para poder descubrir el origen etimológico del término aceleración que ahora vamos a proceder a analizar de manera concienzuda. Así, nos encontramos con el hecho de que aquel vocablo está conformado por tres partes latinas: el prefijo ad– que significa “hacia”, la palabra celer que puede traducirse como “rápido” y el sufijo –ción que es sinónimo de “acción y efecto”.
La aceleración es la acción y efecto de acelerar (aumentar la velocidad). El término también permite nombrar a la magnitud vectorial que expresa dicho incremento de la velocidad en una unidad de tiempo (metro por segundo cada segundo, de acuerdo a su unidad en el Sistema Internacional).
La aceleración puede ser negativa; en estos casos, la magnitud expresaría una disminución de la velocidad en función del tiempo.
Es importante distinguir entre la velocidad (que refleja cómo cambia la posición de un cuerpo respecto al tiempo) y la aceleración (que señala cómo ha variado dicha velocidad). La aceleración menciona cómo cambia la velocidad, no cómo es la velocidad: un cuerpo que se desplaza a gran velocidad puede tener una aceleración muy pequeña.
Existen distintos tipos de aceleración. La aceleración tangencial es aquella que relaciona la variación de la rapidez con el tiempo. Por otra parte, la aceleración normal o centrípeta vincula los cambios de la dirección con el tiempo.
Por otra parte, la aceleración media permite calcular el cambio promedio de rapidez en un determinado intervalo de tiempo.
Términos todos ellos muy importantes como también lo es la conocida aceleración centrífuga que es aquella que está determinada de manera irremediable por la fuerza centrífuga. Es decir, se trata de la aceleración que experimentan los cuerpos en movimiento dentro de un sistema de rotación y que significa que aquellos “huirán” del centro.
Y todo ello sin olvidar tampoco a lo que se conoce como aceleración de Coriolis o efecto Coriolis. El científico francés que le da nombre, Gaspard-Gustave Coriolis, fue quien en el año 1836 describió aquella que no es más que la aceleración relativa de un cuerpo en movimiento dentro de lo que es un sistema de referencia de rotación.
La aceleración puede tener diferentes direcciones. Cuando el cuerpo está disminuyendo su velocidad, su aceleración se dirige en sentido contrario a su movimiento. En cambio, cuando un cuerpo está aumentado su velocidad (es decir, está acelerando), la aceleración mantiene el mismo sentido que la velocidad.
Además de todo lo expuesto no podemos pasar por alto el hecho de que también existe lo que se conoce como aceleración de las estrellas fijas. Una expresión esta que se utiliza en el ámbito de la Astronomía para hacer referencia al intervalo diario en el que, por un mismo meridiano, el paso de una estrella se adelanta al que realiza el Sol. En concreto, aquel se ha calculado que corresponde a tres minutos y cincuenta y seis segundos.
Por último, podemos mencionar que la aceleración puede hacer referencia al acto de atolondrarse o aturdirse de una persona: “Carlos está acelerado y no piensa lo que hace”.