Definición de acaparamiento
Acaparamiento es el proceso y el resultado de acaparar. Este verbo, que procede del francés accaparer, refiere a acumular bienes o a apropiarse de ciertos productos. Por ejemplo: “El gobierno anunció que castigará el acaparamiento de productos de primera necesidad por parte de los comerciantes”, “El psicólogo brindará una charla sobre el acaparamiento compulsivo”, “El acaparamiento de tierras en pocas manos es un problema mundial”.
Por lo general, el acaparamiento se asocia a la codicia y al egoísmo. Cuando se acaparan bienes finitos (limitados) que son requeridos por muchas personas, el efecto del acto es que habrá sujetos que no pueden acceder a dichos bienes. Supongamos que, por diversas cuestiones económicas, en un país existe una escasa disponibilidad de leche. Si un supermercado logra acceder a miles de litros y, sin embargo, no los pone a la venta para hacer que el precio suba, dicho acaparamiento no solo puede ser condenado desde un punto de vista moral, sino que también puede llegar a ser penado por la ley.
Este tipo de acaparamiento, de hecho, suele ser castigado por el Estado. La acción implica una especulación para influir en el mercado, forzando a un aumento de precios que genera una ganancia extraordinaria para el acaparador. En algunos casos, esta conducta puede incluso poner en riesgo la vida de las personas, que ven imposibilitado el acceso a bienes de primera necesidad.
En este marco también se habla de especulador o revendedor, dos términos que se usan como sinónimos de la persona que compra grandes cantidades de un producto que sabe se agotará pronto para poder volver a venderlo y obtener una ganancia a costa de la necesidad ajena. Esto se da en muchos ámbitos y situaciones, no solamente cuando se trata de bienes de necesidad; por ejemplo, ante el inminente lanzamiento de un dispositivo electrónico muy esperado por el público, si se sabe que el número de unidades no podrá satisfacer la demanda probablemente surjan estos acaparadores a hacerse con tantas como puedan.
Se trata de una práctica deplorable que no sólo es ilegal sino que provoca un daño emocional en quien se ve privado del artículo que, de otra manera, debería poder comprar directamente de la tienda en la que se ofrecía originalmente. Las autoridades de muchos países persiguen este delito y lo penan de forma adecuada, y del mismo modo se sabe que plataformas como eBay eliminan cualquier los anuncios que denoten acaparamiento. Sin embargo, los compradores demasiado ansiosos, aquellos que temen perderse la oportunidad de tener eso que necesitan o quieren, se aventuran a pagar precios abusivos antes de que llegue la sanción, y es de este modo que el ciclo continúa de forma indefinida.
Existe un trastorno psicológico, por otra parte, que se conoce como el síndrome de acaparador compulsivo. En este marco, la persona tiende al acaparamiento excesivo y sin control de diversos objetos. La acumulación de elementos puede dificultar el desplazamiento por la casa o hasta impedir la realización de actividades esenciales, como limpiar o descansar con comodidad.
Es posible apreciar cinco niveles dentro del síndrome de acaparador compulsivo, siendo el quinto el más grave. En el primero todavía el hogar se aprecia limpio y es posible vivir en él, aunque el mal olor y las plagas de insectos son posibles. Ya en el segundo nivel aparecen los desperfectos eléctricos, disminuye la higiene y puede aparecer el moho. El tercer nivel trae la presencia de heces y orina, la evidente falta de limpieza y lavado de la ropa y el olor desagradable está presente en toda la vivienda. Los daños en la estructura se evidencian desde el cuarto nivel, junto con los alimentos descompuestos y las habitaciones inaccesibles. En el quinto, reina el caos: falta de servicios básicos, desechos por todas partes y una acumulación tal que puede llevar a la persona a abandonar la casa.