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Planteamiento del problema

Te explicamos qué es el planteamiento del problema en un proyecto de investigación, cuál es su función y cómo redactarlo.

Planteamiento del problema

En metodología, se conoce como planteamiento del problema a uno de los pasos iniciales de la definición de un proyecto de investigación, que se expresa usualmente como el primer apartado de un proyecto o anteproyecto.

En este instante el investigador detalla cuál es el asunto concreto que ocupa su interés y de qué manera específica propone pensarlo. Esto es algo fundamental, dado que no puede solucionarse ningún problema sin antes identificarlo y comprenderlo correctamente.

Por ende, el planteamiento del problema puede entenderse como la base de la investigación misma, en la que se intenta responder a la pregunta ¿qué cosa?, es decir, “¿qué cosa vamos a investigar?” o “¿qué problema es al que vamos a dar una respuesta?”.

Obviamente, cuando hablamos aquí de problema, no debemos entender la palabra de un modo exclusivamente literal. Un problema de investigación puede traducirse en un problema concreto de la vida cotidiana, o no; y puede ser en efecto algo problemático, que requiere de una solución aplicable (como la cura de una enfermedad) o bien puede consistir en un problema teórico, en la ausencia de una respuesta válida para completar una visión de mundo.

Por otro lado, el planteamiento del problema cumple un rol clave en la delimitación del tema de investigación. Un proyecto bien delimitado tendrá mayores probabilidades de éxito, ya que los objetivos concretos habrán sido identificados y los caminos hacia su cumplimiento podrán ser bien trazados.

Por ejemplo: no es lo mismo investigar la cura para el cáncer, así, en términos generales, que investigar el efecto de una cierta medicina en los pacientes que padecen un cierto tipo específico de cáncer y que poseen un mismo rango de edad. Esta lógica puede aplicarse a cualquier tema de investigación, científico, humanístico o científico-social.

En ese sentido, en el planteamiento del problema debemos:

  • Identificar el problema, o sea, dar con el tema concreto de investigación y sus posibles aristas, complejidades y dificultades.
  • Delimitar el problema, es decir, identificar nuestro punto de abordaje del problema y hasta dónde nos proponemos llegar, entendiendo que investigaremos dentro de un contexto (real, imaginario, teórico) determinado.

De este modo, el planteamiento del problema debe ser un texto que aborde de manera descriptiva el tema de la investigación, sin ofrecer soluciones, conclusiones, culpas y sin adelantar procedimientos. De esas cosas se ocuparán la justificación de la investigación y el marco teórico y/o marco metodológico.

Ver además: Alcance y limitaciones de un proyecto

¿Cómo redactar el planteamiento del problema?

El planteamiento del problema suele ser el primer capítulo formal de un proyecto, y debe escribirse en una prosa concisa, al grano, coherente, y debe organizar sus ideas para marchar desde lo más general del tema de investigación, hacia lo más específico.

O sea, si nos interesa estudiar la posible influencia del surrealismo en la arquitectura vasca, es probable que debamos partir primero de esta última, su significación regional y luego marchar hacia los rasgos específicos que nos hacen pensar en que el surrealismo pueda estar involucrado.

O bien, por el contrario, podemos partir del surrealismo y su importancia cultural en la Europa del siglo XX, y luego indagar en los rasgos únicos que comparte con la arquitectura española, dentro de la cual estudiaremos la vasca.

Ahora bien, retomando lo dicho anteriormente, la redacción del planteamiento del problema debe responder a los siguientes pasos conceptuales:

  • Identificar el problema. Lo primero que debemos hacer es decir cuál es el asunto del cual vamos a ocuparnos. Describirlo, separarlo de un rango de temas similares, es decir, abordarlo primero desde una perspectiva general y luego marchar hacia el problema en específico.
    Por ejemplo, si nos proponemos estudiar la incidencia de un antibiótico en la expectativa de vida de los cerdos de granja, es probable que debamos identificar el problema estableciendo la importancia del ganado porcino en la dieta contemporánea y cómo la reducción de la vida de los cerdos es un fenómeno observado y preocupante.
  • Contextualizar el problema. Una vez identificado el problema, debemos ofrecer contexto al respecto, es decir, debemos hablar en términos menos generales, yendo hacia el objeto de estudio en específico. Esto implica tomar en cuenta preguntas como ¿dónde? ¿cuándo? ¿quién? cuando sea necesario.
    Continuando en el ejemplo previo, nuestro estudio del ganado porcino y el antibiótico probablemente no sea mundial, sino que tome en consideración a los cerdos de una región puntual de nuestro país, en donde el descenso en la expectativa de vida ha sido más notorio, y de toda esa región sólo algunos chiqueros específicos, en los que se sabe que se administra el antibiótico que estudiamos y no otros.
  • Delimitar el problema. Finalmente, la delimitación del problema implica ofrecer los datos más concretos, específicos y puntuales de nuestro abordaje del problema: ¿desde dónde partiremos? ¿Hacia dónde queremos llegar? ¿Cuáles podrían ser algunas importantes limitaciones? Todo ello debe ser tomado en cuenta.
    El ejemplo del estudio de los cerdos, entonces, delimitaría su problema al explicar que la presencia del antibiótico en cuestión sólo puede determinarse luego de algún tiempo de nacido el cerdo, luego de las vacunas y cuando comienzan a engordarlo, por lo que el antibiótico tiene tiempo para actuar en su hígado y causar algún efecto determinado de antemano, el cual se sospecha sea el responsable de la muerte prematura. Esto se debe a determinado compuesto del antibiótico que puede explicarse con mayor detenimiento, y es la razón por la cual se estudiará ése antibiótico y no otros.

Tengamos en mente que ningún planteamiento del problema responderá exacta e incuestionablemente a este esquema conceptual, sino que conviene pensarlo así para poder organizar nuestras ideas. No debemos, pues, preocuparnos si la identificación y la contextualización, por decir algo, resultan siendo una sola cosa.

Por último, un planteamiento del problema toma normalmente unas cuántas páginas, dependiendo de la complejidad del problema y del abordaje de la investigación, pero en ningún caso será una mera introducción al tema (o al proyecto). Si el planteamiento ha sido correctamente escrito, de él deberían desprenderse posteriormente las razones para la justificación, y el objetivo general de la investigación.

Sigue con: Elementos de una monografía

Referencias