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Métodos anticonceptivos

Te explicamos qué son los métodos anticonceptivos y qué tipos existen. Además, ventajas y desventajas de métodos masculinos y femeninos.

¿Qué son los métodos anticonceptivos?

Se entiende por métodos anticonceptivos, contracepción o anticoncepción a las distintas maneras que existen de prevenir un embarazo. Algunos de ellos incluso sirven para prevenir enfermedades venéreas o ETS.

Se trata de técnicas y procedimientos variados, algunos sumamente antiguos, aunque la mayoría de los realmente eficaces no estuvieron disponibles sino hasta mediados del siglo XX. Los métodos anticonceptivos forman parte de la planificación familiar, estrategia mediante la cual las parejas pueden elegir el momento más propicio de sus vidas para tener descendencia, y no hacerlo de manera desordenada e improvisada.

Los métodos anticonceptivos, a pesar de que por algunas religiones y posturas tradicionales no son bien vistos, el surgimiento y la masificación de los métodos modernos han permitido no sólo brindar a la mujer un mayor margen de decisión respecto a si desea o no quedar embarazada y de quién, sino que además ha permitido combatir la reproducción de la pobreza en la medida en que las familias con menos recursos puedan disfrutar de su intimidad sin tener que necesariamente expandir su familia.

Aun así, es cierto que los anticonceptivos sólo funcionan idóneamente si están acompañados de una buena educación sexual y reproductiva, sobre todo en las etapas de la adolescencia, consideradas las de mayor vulnerabilidad debido al despertar de la libido que ocurre durante la pubertad.

Los métodos anticonceptivos pueden clasificarse de acuerdo a su naturaleza en:

  • De barrera. Se emplea algún elemento para bloquear físicamente el contacto de los órganos genitales y sus secreciones.
  • Hormonales. Consiste en fármacos o medicamentos para inhibir temporal y artificialmente la fertilidad femenina.
  • Conductuales. Aquellos que consisten en prácticas sexuales que intentan impedir la fecundación.
  • Médicos. Intervenciones más o menos invasivas, reversibles o no, que reducen la fertilidad del hombre o de la mujer.

Ver además: Aborto

Métodos anticonceptivos masculinos

Los métodos anticonceptivos disponibles para el hombre son:

  • Condón o preservativo. Uno de los métodos más recomendados, que consiste en una barrera de látex que se desenrolla alrededor del pene erecto y lo recubre, aislándolo del contacto con la vagina. Este método no sólo presenta un alto índice de seguridad (alrededor de un 2% de embarazos no deseados), sino que además protege de las ETS, lo cual hace de él uno de los más recomendados del mundo. Los condones son desechables y en la mayoría de los casos no presentan reacciones adversas (existen personas alérgicas al material del que están hechos).
  • Coitus interruptus o coito interrumpido. Un método popular y sumamente antiguo, pero extremadamente poco confiable, que consiste en retirar el pene de la vagina justo antes de la eyaculación. Este método no solo no protege en absoluto contra ETS, sino que tiene un bajo índice de eficacia (entre 18 y 25% de embarazos no deseados).
  • Esterilización. Consiste en un procedimiento médico llamado vasectomía, en el cual se interrumpe el paso de los espermatozoides al conducto eyaculador, generando una infertilidad artificial permanente. Este método no protege de las ETS y suele presentar un mínimo margen de arrepentimiento, dependiendo de la historia amorosa y reproductiva del individuo.

Métodos anticonceptivos femeninos

Los métodos anticonceptivos femeninos son:

  • Anticonceptivos orales. Las conocidas pastillas anticonceptivas, consisten en un tratamiento a lo largo del ciclo menstrual, que reducen la fertilidad de la mujer (a un 1,1% de embarazo no deseado, si se emplean bien). No protegen contra las ETS y requieren de supervisión médica, pues se trata de un tratamiento hormonal que puede tener efectos secundarios en la mujer, y que de no cumplirse correctamente no resulta tan seguro (aumenta a un 13% de embarazos).
  • Implantes, inyecciones y parches anticonceptivos. Se trata de aplicaciones temporales en el cuerpo de la mujer: implantes bajo la piel o parches sobre ella, que funcionan de manera similar a la contracepción oral: mediante hormonas. Su confiabilidad es sumamente alta (99% de eficacia en los implantes, 94% en la inyección y 91% en el parche) pero debe aplicarse y renovarse cada cierto tiempo por un médico, y no protegen contra las ETS.
  • Dispositivos Intrauterinos (DIU). La famosa “T de cobre”, consiste en un implante intrauterino que opera en base a hormonas, impidiendo el embarazo en un 99% de los casos. Aunque no protege contra ETS, es un método de largo plazo (entre 3 y 6 años) e incluso puede usarse como método de emergencia.
  • Condón femenino. Una variante del preservativo, pero que se inserta en la vagina y aísla del contacto con el pene. Es menos efectivo que el condón masculino (brinda un 79% de seguridad) pero protege contra las ETS.
  • Diafragma cervical. Se trata de una barrera física que se inserta en el útero e impide el paso de los espermatozoides, haciendo imposible la fecundación. Tiene un 88% de efectividad y no protege contra las ETS.
  • Pastillas de emergencia. Se trata de pastillas no abortivas que se ingieren hasta 72 horas luego de la relación sexual (mientras menos tiempo, más efectivas son), y disminuyen las probabilidades del embarazo. No pueden emplearse como método regular de protección y sólo son para casos de emergencia.
  • Método del ritmo. Consiste en limitar el coito a los días en que el calendario menstrual indique baja fertilidad, antes de la ovulación, por ejemplo. Otros métodos similares consultan la temperatura o el moco cervical. Este método no protege contra ETS y tiene apenas un 76% de efectividad.