Licuefacción
Te explicamos qué es la licuefacción, sus tipos y diferencias entre el cambio físico y el químico. Además, ejemplos y aplicaciones.
¿Qué es la licuefacción?
La licuefacción o licuación es el proceso de cambio físico en el que una sustancia en estado sólido o gaseoso pasa directamente a estado líquido, gracias a un cambio radical en sus condiciones físicas.
El término generalmente se emplea para referirse a los gases (o sea, licuefacción de gases), pero también es común su uso a la hora de referirse a procesos radicales de conversión a líquido de sólidos que comúnmente no son capaces de hacerlo.
En el caso de los gases, se trata de un proceso muy común y de gran importancia industrial, en el cual un cuerpo gaseoso se comprime a muy bajas temperaturas, forzando a sus partículas a vincularse de un modo tal que adquieren un estado de liquidez temporario.
Este es el método empleado en el transporte de la mayoría de los gases (dado que en estado líquido son mucho más estables) y es la razón por la cual el gas acumulado en los encendedores es un líquido: al activar el mecanismo de encendido, disminuye la presión y parte del líquido vuelve a su forma gaseosa, permitiendo que la chispa del mechero lo encienda y alimentando una llama.
Ver además: Vaporización
Tipos de licuefacción
Podemos emplear el término de licuefacción en tres contextos usuales:
- Licuefacción de gases. Es el proceso de compresión de gases a baja temperatura para llevarlos a un estado líquido, del que saldrán espontáneamente si disminuimos la presión, o explosivamente si aumentamos su temperatura.
- Licuefacción de suelos. Es la consecuencia de movimientos sísmicos (temblores intensos, incluso tsunamis), cuya energía es tal, que pueden variar la consistencia de ciertos suelos y hacerla semejante a la de un líquido pesado o la de arena movediza. Esto suele desencadenar aludes o derrumbes.
- Licuefacción directa del carbón. Es un uso muy específico del término, que alude a un cambio químico –no físico, como los anteriores– conocido como proceso Pott-Broche, que convierte al carbón en una mezcla de hidrocarburos llamada “crudo sintético”, muy semejante al petróleo. El proceso suele consistir, a groso modo, en la mezcla del carbón con disolventes a grandes presiones y temperaturas, para luego añadir hidrógeno a la mezcla (proceso conocido como “hidrocraqueo”).
Ejemplos de licuefacción
Hay muchos ejemplos de la licuefacción de gases a nuestro alrededor: el contenido líquido de los encendedores, los contenedores de gas de los hornos, el oxígeno líquido en los hospitales, el gas anestésico empleado para operar, o incluso el gas natural licuado con que alimentan vía cañería nuestras cocinas. Todos son perfectos ejemplos de licuefacción de un cuerpo gaseoso.
En cambio, si queremos tener ejemplos de licuefacción del suelo, podemos buscar videos en línea de lo ocurrido en algunos de los grandes sismos recientes de la historia. Los resultados suelen ser impresionantes.
Aplicaciones de la licuefacción
La licuefacción del gas tiene aplicaciones importantísimas en el mundo industrial, en la medida en que permite transportar el gas de manera más segura y protegida, dado que en su condición líquida adquiere una mayor estabilidad, sobre todo cuando se trata de hidrocarburos altamente combustibles.
Además, dada la capacidad de los gases de comprimirse en volúmenes pequeños, podemos meter una gran cantidad de gas en un recipiente, justificando así el peso y la inversión en su diseño y transporte.
Similarmente, la licuefacción del carbón y otros procesos en laboratorio permiten obtener resultados industriales que de otras formas tendrían que buscarse en ambientes muy específicos del planeta, dado que el crudo verdadero se produce bajo tierra durante un proceso milenario de cambios químicos.
Licuefacción y condensación
Si la licuefacción es la transformación, mediante el incremento de la presión y la disminución de la temperatura, de un cuerpo gaseoso en líquido.
La condensación es el mismo cambio de estado pero a condiciones normales de presión y temperatura, es decir, la condensación es un proceso que también involucra un cambio físico de gas a líquido, pero que se da sin necesidad de ejercer enormes presiones, sino a través de la disminución de la energía contenida en las partículas del gas.
Es eso lo que ocurre cuando nos damos una ducha caliente y el vapor de agua (gas) se condensa sobre la superficie del espejo (que está a menor temperatura) en forma de gotitas mínimas de agua (líquido) que lo empañan. De modo que, si bien producen resultados similares (convertir gases en líquidos), no podemos confundir jamás estos dos procesos físicos diferentes.
Más en: Condensación
Referencias
- “Licuefacción de gases” en Wikipedia.
- “Licuefacción de suelos” en Wikipedia.
- “Licuefacción” en EducarChile.
- “La cadena de valor del gas: qué es la licuefacción” en Unión Fenosa Gas.
- “Licuefacción” en Universidad de Chile.