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Gratitud

Te explicamos qué es la gratitud, sus beneficios y diferencias con la deuda moral. Además, cómo es vista por diferentes religiones.

¿Qué es la gratitud?

La gratitud es un sentimiento o emoción en el que se reconoce a un otro por un beneficio que se ha recibido, se recibe o se está por recibir. Se puede sentir hacia algo concreto (alguien) o abstracto (por ejemplo, la vida).

Al mismo tiempo, se la puede entender como una actitud general de agradecimiento en la vida, o sea, una disposición a considerarse afortunado por lo vivido y lo recibido, en lugar de hacer foco en los deseos insatisfechos y en las frustraciones.

La gratitud es objeto de estudio de la psicología, pero ha ocupado el interés del pensamiento filosófico en lo que atañe a la ética y la moral, y en particular ha estado presente en la doctrina de las más variadas religiones, que datan de épocas ancestrales. Incluso, en épocas recientes, se han dedicado esfuerzos a comprender los efectos prácticos conductuales de la gratitud, como el cambio que introduce en las relaciones personales, por ejemplo.

Ver además: Lealtad

Gratitud y deuda moral

Es importante distinguir la gratitud de la deuda moral, esto es, la sensación de que se está comprometido con alguien por algo que se recibió, o que se “debe un favor” a otra persona. En este último caso se trata más bien de resarcir una ayuda recibida, “devolverla” o saldar una deuda, impresiones que no suelen estar asociadas a la gratitud en absoluto.

De hecho, la gratitud suele provenir de la gratuidad de la ayuda, de la generosidad del otro, mientras que la sensación de deuda puede llegar incluso a impedir que uno acepte ciertas ayudas, solamente por no sentirse obligado luego a retribuirlas. Normalmente la gratitud mejora la relación entre quien da y quien recibe.

Visión religiosa de la gratitud

La gratitud es un elemento presente en las grandes religiones monoteístas, en las cuales la oración y el canto tienen el cometido no sólo de rogar la ayuda o protección de Dios, sino también de agradecerle la vida y todo lo recibido. Esto ubica al fiel en una relación de gratitud con lo divino, que puede entenderse de modos distintos dependiendo de cada religión:

  • Según el judaísmo, la gratitud ha de ser una parte esencial de la vida del creyente, pues todas las cosas provienen de Dios y la mayoría de las grandes plegarias (como el Shemá Israel) constan de fórmulas explícitas de agradecimiento a un dios omnipotente y severo. Un judío ortodoxo, a lo largo del día, dará a Dios más de cien agradecimientos al día a través de bendiciones breves llamadas berakhots.
  • Según el cristianismo, la gratitud debe ser “la actitud básica cristiana”, en palabras de Martín Lutero (1483-1546), especialmente porque el Dios cristiano es generoso y amoroso, que atiende a cada quien de manera personal e individual. Así que el agradecimiento cristiano no sólo se dirige a Dios, sino que se intenta reproducir en la conducta diaria de los fieles, a través de sus acciones y hechos.
  • Según el islam, los musulmanes han de ser agradecidos continua y constantemente en sus vidas, dado que -según la enseñanza del Corán- sólo así serán recompensados con grandes placeres (Sura 14). Dichos tradicionales musulmanes ponen a los agradecidos a la cabeza de los convocados por Dios al paraíso, y el pilar de la práctica islámica, el llamado quíntuple a la oración a lo largo del día, tiene como fundamento demostrar a Dios el agradecimiento de sus seguidores.

Beneficios de la gratitud

Mucho se ha dicho en tiempos recientes sobre el impacto positivo de la gratitud en nuestra vida, ya sea desde un punto de vista espiritual y emocional, como de uno neurológico o fisiológico. Diversas experiencias científicas se han puesto en práctica con el fin de determinar si realmente existe una relación entre el predominio de este sentimiento y la calidad de vida, y según distintas fuentes, los resultados podrían ser prometedores.

Entre los beneficios que se atribuyen a la práctica de la gratitud (o sea, a asumir una actitud agradecida en la vida), se encuentran:

  • Mayores niveles de felicidad cotidiana, mejor trato con los demás y una disposición más afable y menos pesimista de la vida.
  • Mayores márgenes de crecimiento personal, de resiliencia y crecimiento ante las circunstancias, así como más fácil aceptación de uno mismo y mejor disposición ante el cambio.
  • Mejor disposición para el reposo y el sueño, y por ende menor desgaste físico y psíquico del organismo.
  • Menores niveles de estrés y mejor manejo de las emociones, lo cual incide en mejores tasas de presión arterial.
  • Una actitud más positiva frente a los retos de la vida, lo cual contribuye a una personalidad más flexible y a menos sufrimiento existencial.

Frases sobre la gratitud

Algunas frases célebres sobre la gratitud son las siguientes:

  • “Siempre corresponde generosamente con tus bienhechores, y por prudencia mantente alejado de los malvados que insinúan hacer lo incorrecto” – Esopo (ca. 600-ca. 564 a. C.), fabulista de la Antigua Grecia.
  • “Gracias también se llaman / las tres bellas hermanas, / que una da, otra recibe, otra agradece” – Bartolomé Cairasco de Figueroa (1538-1610), poeta y dramaturgo canario.
  • “La gratitud es la flor más bella que brota del alma” – Henry Ward Beecher (1813-1887), clérigo estadounidense.
  • “La gratitud es la memoria del corazón” – Joseph Wood Krutch (1893-1970), escritor y naturalista estadounidense.
  • “Vosotros, los que recibís, no asumáis el peso de la gratitud si no queréis colocar un yugo sobre vosotros y sobre quien os da” – Khalil Gibrán (1883-1931), pintor y poeta libanés.
  • “A menudo damos por hecho las cosas que más merecen nuestra gratitud” – Cynthia Ozick (1928-), novelista y ensayista judíoamericana.
  • “Lo que separa el privilegio del derecho es la gratitud” – Brené Brown (1965-), autora estadounidense.

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Referencias