Chiste
Te explicamos qué es un chiste y los diferentes tipos de chiste que existen. Además, por qué causan gracia y cuáles son sus estereotipos.
¿Qué es un chiste?
Llamamos chiste, chascarillo o facecia a un tipo de narración breve, por lo general oral, ficticia y de contenido humorístico, cuyo entendimiento suscita a la risa. Su contenido puede ser satírico, irónico, burlesco, incluso cruel, expresado a través de un juego verbal o de las ideas, que para ser comprendido del todo requiere de ciertos referentes comunes y cierta idea común de lo gracioso entre quien cuenta el chiste y quienes lo escuchan.
El chiste es una invención humana muy antigua. La primera compilación de chistes que se conoce proviene de la antigüedad griega, y es el Filógelos, una antología de 265 chistes elaborados alrededor del siglo IV d.C. por Hierocles y Filagrio, supuestamente.
La mayoría de los chistes responden a una estructura bastante fija, iniciada por una introducción narrativa que plantea la situación en que, después, se produce el juego o la gracia, que es una complicación de la situación cuya resolución invita a la risa.
No debe confundirse al chiste con la broma o con otros géneros jocosos, en los que se prepara una situación real para burlarse de o divertirse con terceros, ni con el humor no verbal (llamado gag) tan característico de la comedia física o slapstick.
Ver además: Comparación
Tipos de chiste
De acuerdo a su contenido, podemos clasificar los chistes en:
- Chistes inocentes o blancos. Se llama así a los chistes más inofensivos, infantiles o adecuados a todo tipo de público.
- Chistes verdes o rojos. También llamados “picantes”, tienen en su narración un contenido sexual o erótico, ya sea explícito o sugerido.
- Chistes negros. Se les llama así por pertenecer al humor negro o humor cruel, cuyas narraciones son sarcásticas, irónicas o crueles con personas en situaciones desventajosas o de enfermedad.
- Chistes políticos. Incluyen en su narración elementos pertenecientes a la política local o internacional, a personalidades reconocidas o situaciones que atañen a la historia universal.
¿Por qué nos causan gracia los chistes?
Existen muchas explicaciones al respecto. Algunas teorías, como las de Marvin Misky (en su Society of the Mind), quien propone el chiste como el mecanismo humano para aprender el absurdo, o más aún las de Edward de Bono (The Mechanism of the Mind y I am right you are wrong), quien sugiere que el cerebro humano trabaja a partir de patrones de pensamiento para reconocer historias y relatos familiares.
Cuando uno de los patrones de pensamiento se rompe y es remplazado por una nueva conexión, como ocurre en los chistes, se tiende a reír como respuesta. Ello explicaría por qué luego de oírlos varias veces, los chistes pierden la gracia.
Sigmund Freud también investigó esta materia en El chiste y su relación con el inconsciente. Según el famoso psicoanalista, los chistes (así como los actos fallidos) permiten que el contenido inconsciente emerja disfrazado a la luz de la conciencia, a través de juegos de palabras, desplazamientos del significado y otras estrategias de enmascaramiento del mensaje profundo. Es decir, se trata de una forma de violar la censura social y propia, lo cual conduciría a una manifestación de placer (la risa).
Estereotipos en los chistes
La mayoría de los chistes operan, en su necesidad por un conocimiento o un referente común entre quien lo cuenta y quien lo escucha, con estereotipos o arquetipos sociales, que son formas de consideración universal, previa (a ratos pueden ser prejuicios) y rápida, que atribuyen a cierto tipo de personas, ciertas nacionalidades o ciertas razas determinadas características caricaturescas.
Existen estereotipos sexuales, raciales, religiosos, nacionales y de toda índole, que sirven para generalizar y caracterizar superficialmente a un colectivo, lo cual se presta para el ejercicio del chiste perfectamente. Sin embargo, en muchos casos el manejo de estos estereotipos puede devenir en prejuicio y convertir el chiste en un gesto de agresión, de discriminación o violencia contra el otro.