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Autodidacta

Te explicamos qué es una persona autodidacta, sus ventajas y desventajas. Además, consejos para ser autodidacta.

¿Qué es una persona autodidacta?

Una persona autodidacta es aquella que, en lugar de acudir a la enseñanza tradicional y a la orientación de terceros, se enseña a sí misma nuevos conocimientos, empleando los medios que tiene a su alcance.

De esta manera, los conocimientos adquiridos de manera autodidacta son aquellos que hemos aprendido por cuenta propia, sin acudir a maestros o tutores, ni a institutos o escuelas de ningún tipo.

La palabra autodidacta proviene de dos voces griegas: autos (“por sí mismo”) y didaskéin (“enseñar”), y a dicha manera de adquirir nuevos conocimientos se la conoce también como autoaprendizaje. Es una forma de aprendizaje común tanto a seres humanos como a diferentes especies de mamíferos, como ocurre con el aprendizaje mediante el juego de las crías.

El aprendizaje autodidacta presenta numerosas virtudes respecto del aprendizaje guiado, en el sentido de que permite al individuo aprender enteramente a su manera y a su ritmo, aplicando razonamientos constructivos, es decir, “descubriendo” lo aprendido.

Es un modelo usual en la enseñanza a distancia (y en línea), en el que la curiosidad, la capacidad deductiva y el apasionamiento resultan de vital importancia.

No obstante, el autoaprendizaje cuenta también con la desventaja de que no todo puede aprenderse de dicha manera: ciertos conocimientos son muy teóricos o contraintuitivos y su adquisición requiere de una guiatura especializada.

Además, en muchos casos el aprendiz autodidacta carece del criterio objetivo para diferenciar la información fidedigna de la información poco fiable, lo cual se refleja en la ausencia de documentos socialmente aceptados que lo legitimen (como títulos, diplomas, etc.).

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¿Cómo ser una persona autodidacta?

Existen personas con marcada vocación autodidacta, a las que el aprendizaje por cuenta propia les surge de un modo natural, mientras que a otras se les hace más fácil ceñirse a un método de enseñanza tradicional. Esto no significa que unas sean mejores que las otras, ni mucho menos, sino que cada quien posee ciertas formas privilegiadas de aprendizaje.

De hecho, también es común que algunos temas y conocimientos sean más susceptibles al autoaprendizaje que otros. Sin embargo, si deseamos fomentar el aprendizaje autodidacta en nosotros mismos, existen ciertos consejos que podemos aplicar, como son los siguientes:

  • Apasiónate por el conocimiento. Un componente vital del aprendizaje autodidacta es que lo empuja una gran dosis de entusiasmo y pasión. Se ha demostrado que el cerebro incorpora más fácilmente saberes por los que siente entusiasmo, de modo que una persona autodidacta hará bien en cultivar sus pasiones, es decir, en tratar de entusiasmarse con la idea misma de aprender.
  • Fomenta la curiosidad. La curiosidad y el interés por saber cómo operan las cosas es un gran aliado del aprendizaje autodidacta, ya que ese deseo de saber será el que nos conduzca al estudio por cuenta propia. A fin de cuentas, un autodidacta no sabe de antemano cómo aprender las cosas, sino que lo descubre a lo largo del camino, gracias a su dedicación y su interés.
  • Sé disciplinado. El tercer aspecto crucial para el aprendizaje autodidacta es la autodisciplina, esto es, la capacidad para organizar el tiempo y los recursos por cuenta propia para abrirle espacio a los nuevos saberes. Para aprender algo bien hay que ser tenaz, consecuente, y no se le puede dedicar poco tiempo a la materia. Si en verdad quieres aprender, debes ser aplicado, ya sea que vayas a clases o que aprendas por cuenta propia.
  • Sé metódico. Lo ideal para aprender por cuenta propia es enfocarse en el asunto antes de pasar a otro, de modo tal que un conocimiento facilite el aprendizaje de los siguientes, como una puerta que abre las siguientes. Así, conviene ser ordenado y avanzar paso a paso, sin querer correr antes de volar, ya que no habrá nadie allí para decirte qué hacer primero.
  • Acude a distintos métodos. En caso de que te encuentres con dificultades, trata de variar el método que aplicas. Prueba con esquemas, mapas mentales, resúmenes y conceptualizaciones, tratando siempre de descubrir cuál es tu método ideal para aprender. Toma en cuenta que dicho método puede variar de acuerdo a la materia estudiada, así que a menudo deberás avanzar mediante el ensayo y error.

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