Ecología industrial: historia, objetivos, ejemplos
La ecología industrial se refiere a la disciplina en la que las empresas tienen un rol en la mejora del medio ambiente del que forman parte. Su rol normalmente está destinado a aprovechar mejor ciertos recursos o mejorar los procesos industriales que llevan a cabo con el fin de ser más eficientes.
Los estudios de la ecología industrial se han centrado mucho en analizar el desecho de los materiales y de la energía para así poder establecer cómo estos han afectado al medio ambiente. Consecuencias que además pueden ser de distinta índole (a nivel económico, social y obviamente ambiental).
Ha sido importante el desarrollo de esta disciplina para poder establecer normas y límites en el desecho de materiales, pero también para crear métodos nuevos de aprovechamiento de los recursos.
El crecimiento de esta área también depende de otros factores, ya que los cambios tecnológicos son importantes para desarrollar nuevas ideas. También se ha centrado su estudio en profundizar sobre el rol que cumplen las empresas a la hora de relacionarse con el ecosistema que los rodea. Al ser un campo relativamente nuevo, aún se encuentra en continuo cambio y desarrollo.
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Historia
Durante mucho tiempo no se estableció como una rama propia. En los últimos 30 años han existido múltiples iniciativas que no tuvieron mayor relevancia o apoyo de las comunidades científicas o de las propias industrias.
Aunque el término de ecología industrial ya fue utilizado desde 1960, fue durante los años 90 cuando su uso empezó a ser más recurrente. Para ese entonces, todavía no se había llegado a un consenso sobre esta disciplina y en algunos casos se llegó a confundir con metabolismo industrial.
En un principio se basó en el contexto económico alrededor de las industrias. O también fue un término muy usado por los grupos de presión que buscaban que se creara un organismo que pudiera regular el impacto ambiental producido por las empresas.
Fue en Japón que se estableció por primera vez una definición certera sobre la ecología industrial. Ocurrió en los años 90 y Estados Unidos siguió los pasos de los asiáticos con la creación de organizaciones y el apoyo a científicos que mostraron interés por el tema.
Uno de los avances más importantes ocurrió con la creación del diario Ecología Industrial. Así, desde 1997 existió una publicación que periódicamente se encargó de visibilizar los problemas, los estudios y los avances en este campo.
Actualmente la ecología industrial es uno de los campos de mayor importancia para el cuidado del medio ambiente.
Objetivos
Sin duda, el fin principal que persigue la ecología industrial tiene como propósito mejorar o al menos mantener la calidad del medio ambiente. Ya se considera un avance si se logran disminuir los efectos negativos que producen las industrias. En ese sentido, el enfoque ha estado muy inclinado hacia la búsqueda de métodos que permitan optimizar los recursos.
La ecología industrial suele diferenciarse mucho de otras ciencias que estudian los ecosistemas. Las empresas han querido optimizar los recursos, mientras que otras ciencias se enfocan en el riesgo y tienen un papel que tiende más a la solución de problemas en vez de trabajar en la prevención.
Uno de los problemas para establecer objetivos muchos más claros radica en que aún hay discusiones sobre el rango de acción de la ecología industrial.
Para algunos estudiosos deberían centrarse en el modelo descriptivo de la ciencia, mientras que otros defienden que debe tener un rol prescriptivo para que se pueda trabajar en mejorar esta área de estudio.
Es relevante, porque las industrias han generado un gran cantidad de cambios al ecosistema, lo que ha repercutido de forma negativa a la estabilidad del planeta.
Límites
La ecología industrial, al ser una disciplina tan joven, se encuentra en constante desarrollo. Es por ello que aún no se han definido muchos de los elementos que regulan los principios, los procedimientos o el rango de acción que tiene.
Algunos ecologistas del área creen que es importante que se incluya el estudio de aspectos sociales y hasta económicos para establecer el modelo de acción.
Ejemplos
Durante los años 90 hubo un auge en cuanto a la creación de industrias que fueran amigables con el medio ambiente. Este fue uno de los avances más importantes de la ecología industrial para el momento. Estos nuevos modelos de empresas fueron denominados como parques ecoindustriales.
El objetivo se centró en la creación de flujos de trabajos en los que las diferentes compañías pudieran colaborar entre sí, gracias al intercambio de materiales obtenidos de desechos. Lo que para una industria era inservible, para otra podía convertirse en materia prima o simplemente generar energía. De esta forma, la salida de desechos de las industrias se reducía.
Una de las aplicaciones más famosas de estos parques ecoindustriales ocurrió en Dinamarca. En la ciudad de Kalundborg las industrias energéticas han servido de impulso para la agricultura de la zona.
Estas empresas aportan un lodo que sobra de sus procesos de creación de energía y que se demostró que es beneficioso para las granjas locales, que lo utilizan como fertilizante en las plantaciones.
El rol de los países
La implantación de nuevos modelos industriales depende de muchos factores. El apoyo de los gobiernos suele ser clave, pero no todos se enfocan en los mismos problemas a nivel ecológico.
Las naciones más poderosas suelen invertir más en industrias y leyes para cuidar el entorno en el que se encuentran. Esta inversión se traduce también en una mayores cantidad de beneficios para sus habitantes.
Estados Unidos es uno de los países pioneros en cuanto a buscar remedios para solventar los problemas industriales y apostar al desarrollo de industrias que generen beneficios al ecosistema. A pesar de eso, Japón ha sido más efectivo a la hora de desarrollar métodos para ser más eficientes a nivel energético.
También en Europa, países como Holanda y Alemania, han tomado la delantera en el estudio y desarrollo de modelos que permitan un elevado aprovechamiento de los materiales. Se apostó por la recuperación de muchos productos de consumo.
Referencias
- Ayres, L., & Ayres, R. (2002). Handbook of Industrial Ecology, A.
- Baas, L. (2005). Cleaner production and industrial ecology. Delft: Eburon.
- Bergh, J., & Janssen, M. (2004). Economics of industrial ecology. Cambridge, Mass.: MIT.
- Boons, F., & Howard-Grenville, J. (2009). The social embeddedness of industrial ecology. Cheltenham, UK: Edward Elgar.
- Green, K., & Randles, S. (2006). Industrial Ecology and Spaces of Innovation. Cheltenham: Elgar.
- Manahan, S. (1999). Industrial Ecology. Florida: CRC Press.
- Suh, S. (2010). Handbook of input-output economics in industrial ecology. Dordrecht: Springer.