Psicología educativa

Enfoque por competencias: características y fundamentos


El enfoque por competencias es un modelo educativo basado en la enseñanza de conocimientos de tal forma que se sitúen en el contexto determinado para el que son útiles. De esta manera, lo aprendido se entiende como útil y necesario, ya que está pensado para ayudar a los alumnos a enfrentarse a situaciones del mundo real.

Frente a la educación tradicional, que se centra en la memorización de datos puros sin una gran relevancia para los estudiantes, la educación por competencia se enfoca en la adquisición de conocimientos mediante la experimentación y la práctica. Es un enfoque mucho más dinámico en el que los alumnos dejan de ser meros receptores de información.

Los dos pilares fundamentales de la educación por competencias son la funcionalidad y la significatividad de los aprendizajes. Para lograr estos dos objetivos mientras también se transmiten conocimientos, los alumnos trabajan en sus valores, sus destrezas y sus habilidades.

Índice del artículo

Fundamentos del enfoque por competencias

En el contexto educativo se define una competencia como “el desarrollo de las capacidades complejas que permiten a los estudiantes pensar y actuar en diversos ámbitos” (Cecilia Braslavsky).

Desde hace varias décadas los sistemas educativos han ido evolucionando, de forma que en la actualidad las competencias son utilizadas en ocasiones como base del currículo de los alumnos. Las competencias en este contexto se definen como los problemas que los estudiantes deberían poder solucionar una vez que hayan finalizado su proceso educativo.

El avance más importante de la educación por competencias es el abandono de la memorización de datos teóricos como única medida del conocimiento.

Los últimos estudios sobre el aprendizaje muestran que la memoria pura es el peor método para retener aprendizaje y que, por el contrario, poner en práctica los conocimientos los afianza a mucho más largo plazo.

Características

Las características más importantes del enfoque por competencias son las siguientes:

Mayor especificidad de la unidad de aprendizaje

En la educación tradicional la única forma de saber si un alumno ha adquirido nuevos conocimientos es mediante un examen o test en el que tendrá que poner a prueba su aprendizaje. Estos exámenes suelen realizarse cada cierto tiempo, de manera que en uno solo se suelen poner a prueba varias unidades de conocimiento.

Por el contrario, en el aprendizaje por competencias cada habilidad o conocimiento adquiridos pueden ser puestos a prueba por separado y de forma más sencilla.

Por ejemplo, un alumno que esté aprendiendo a tocar el violín podrá demostrar que ha dominado la habilidad de sujetar el arco correctamente en poco tiempo, sin necesidad de realizar un examen para ello.

Esta forma de comprobar la adquisición del conocimiento es posible debido a que en el enfoque por competencias las unidades de aprendizaje son más pequeñas y específicas.

Adquisición del conocimiento de forma gradual

Debido a esta división de las competencias en unidades muy pequeñas, el aprendizaje se produce poco a poco, de tal forma que el alumno puede ir adquiriendo nuevos conocimientos de forma gradual y lógica.

Volviendo al ejemplo anterior, alguien interesado en aprender a tocar el violín primero practicará la forma correcta de sujetarlo; luego, el movimiento del arco sobre las cuerdas. Solo una vez que haya logrado dominar estas dos habilidades, pasará a la siguiente fase, en la que podrá empezar a interpretar melodías sencillas.

Este enfoque es bastante distinto al de la educación tradicional, donde generalmente  pueden pasar varios meses antes de que el alumno reciba algún tipo de feedback sobre si ha realizado el aprendizaje correctamente.

De esta forma, muchos estudiantes tratan de adquirir todo el conocimiento que supuestamente tenían que haber aprendido durante un trimestre solamente cuando tienen que enfrentarse a un examen.

Modularidad de los conocimientos

Debido a la mayor división existente entre las diferentes partes del aprendizaje, el alumno puede centrarse en practicar tan solo aquellos componentes del mismo que aún no domina.

Esto es lo contrario de lo que ocurre en la educación tradicional, donde si un estudiante suspende un examen de cinco temas, tendrá que repetirlo entero a pesar de haber fallado tan solo en dos de ellos.

Por tanto, en el enfoque por competencias los aprendizajes son más rápidos. Al detectar cuáles son sus puntos débiles, el estudiante puede centrarse en mejorar en estos, de tal forma que su atención y su esfuerzo le reportarán muchos más beneficios.

Foco en el aprendiz

En el sistema educativo tradicional los alumnos son vistos como receptores pasivos de conocimiento; la tarea del maestro es la de transmitirles lo que sabe. En este enfoque se considera que los estudiantes son una “pizarra en blanco”.

Sin embargo, los últimos estudios sobre aprendizaje muestran que la recepción pasiva de información no lleva a una buena adquisición del conocimiento. Por ello, en el enfoque por competencias el foco está puesto en el alumno. Él es quien tiene que practicar y esforzarse para generar nuevos aprendizajes.

En este modelo educativo, el papel del educador es el de facilitar los aprendizajes de sus estudiantes. Por ejemplo, puede hacer esto señalándoles los fallos o proponiéndoles ejercicios para mejorar más rápidamente.

Impacto en el proceso educativo

El enfoque por competencias lleva más de un siglo utilizándose en ciertos ámbitos educativos, especialmente en aquellos relacionados con la adquisición de habilidades. Algunos de estos ámbitos pueden ser, por ejemplo, la educación musical o deportiva.

Sin embargo, en las últimas décadas se ha hecho un mayor énfasis en la introducción del aprendizaje por competencias en el sistema educativo formal. Uno de los proyectos más conocidos en este ámbito es la escuela británica Summerhill, que defendía la libertad de los alumnos para elegir sus propios aprendizajes en función de sus intereses.

En cuanto a las escuelas tradicionales, el enfoque por competencias se ha ido introduciendo poco a poco en algunos sectores educativos. Esta forma de entender la educación está presente especialmente en los siguientes ámbitos:

  • La formación profesional, donde el foco está puesto en la adquisición de habilidades.
  • El plan Bolonia para estudios universitarios, donde la teoría tiene que estar complementada por prácticas relevantes para los temas aprendidos.
  • Algunos sectores de la educación secundaria —como el enfoque por ámbitos— que ponen menos énfasis en el conocimiento puro y más en la práctica.

Sin embargo, el sistema educativo actual todavía sigue centrándose mucho en la teoría y muy poco en la adquisición de conocimiento mediante la práctica.

Referencias

  1. “Enfoque por competencias” en: Oficina Internacional de Educación. Recuperado en:  Marzo 2018 de Oficina Internacional de Educación: ibe.unesco.org.
  2. “Enfoque centrado en competencias” en: Gob.mx. Recuperado en: 6 Marzo 2018 de Gob.mx: gob.mx.
  3. “Competency – based learning” en: Wikipedia. Recuperado en: 6 Marzo 2018 de Wikipedia: en.wikipedia.org.
  4. “La importancia del enfoque por competencias en el sistema educativo” en: Educación y Empresa. Recuperado en: 6 Marzo 2018 de Educación y Empresa: educacionyempresa.com.
  5. “Enseñanza tradicional versus enseñanza por competencias” en: Educalab. Recuperado en: 6 Marzo 2018 de Educalab: blog.educalab.es.