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Las 40 mejores frases de John D. Rockefeller


John Davison Rockefeller (1839-1937) fue un empresario e industrial petrolero estadounidense, dueño de Standard Oil, una de las compañías petroleras más poderosas del mundo. Fue quien también fundó la fortuna y la fama de su familia.

Llegó a ser el hombre más rico de su época, y es considerado como el más acaudalado en la historia de Estados Unidos. Junto a su enorme fortuna, también supo fundar la Universidad de Chicago y la Universidad Rockefeller, e hizo grandes aportaciones económicas en áreas como la educación, la ciencia y la medicina.

A continuación, dejamos una lista con las mejores frases de John D. Rockefeller sobre la felicidad humana, el esfuerzo, el miedo al fracaso, el dinero y los éxitos de la vida.

Las mejores frases de John D. Rockefeller

-No tengas miedo de renunciar a lo bueno para ir a por lo grande.

-Cada derecho conlleva una responsabilidad; cada oportunidad, una obligación; cada posesión, un deber.

-Contrataría antes a un hombre con entusiasmo que a un hombre que lo sabe todo.

-Si tu única meta es ser rico, nunca lo conseguirás.

-Siempre intenté convertir cada desastre en una oportunidad.

-El secreto para el éxito es hacer las cosas comunes de forma poco común.

-Si deseas tener éxito, debes buscar nuevos caminos, en lugar de recorrer los caminos tradicionales y trillados del éxito, que todos conocen.

-No creo que haya otra cualidad tan esencial para el éxito de cualquier tipo como la cualidad de la perseverancia. Supera a casi cualquier cosa, incluso a la naturaleza.

-Un hombre no tiene derecho de ocupar el tiempo de otro hombre innecesariamente.

-La manera de ganar dinero es comprar cuando corre la sangre en las calles.

-Nadie hace nada si puede conseguir a alguien más que lo haga.

-El buen liderazgo consiste en mostrar a la gente promedio cómo hacer el trabajo de la gente superior.

-Una amistad fundada en el negocio es mejor que un negocio fundado en la amistad.

-Con perseverancia, cualquier cosa, ya sea correcta o incorrecta, buena o mala, es factible y puede ser lograda.

-La habilidad de tratar con la gente es una mercancía tan comprable como el azúcar o el café y pagaré más por esa habilidad que por cualquier otra bajo el sol.

-La unidad de propósito es uno de los principales elementos esenciales para el éxito en la vida.

-Creo en la dignidad del trabajo, ya sea con cabeza o manos; que el mundo no debe a ningún hombre la vida, pero que debe a cada hombre una oportunidad de crear una vida.

-Preferiría ganar el 1% del esfuerzo de 100 personas que el 100% de mis propios esfuerzos.

-La caridad es perjudicial a menos que ayude al recibidor a independizarse de ella.

-La única pregunta con la riqueza es ¿qué haces con ella?

-No puedo pensar en nada más placentero que una vida dedicada al placer.

-Junto a hacer lo correcto, la cosa más importante es hacer saber a la gente que estás haciendo lo correcto.

-La competición es un pecado.

-Es equivocado asumir que los hombres con inmensas riquezas son siempre felices.

-Tengo maneras de ganar dinero de las que no sabes nada.

-¿Sabes lo único que me da placer? Es ver mis dividendos entrar.

-No conozco nada más despreciable y patético que un hombre que dedica todas las horas del día de vigilia a ganar dinero por el dinero.

-Creo en el valor supremo de la persona y en su derecho a la vida, libertad y la búsqueda de la felicidad.

-Un hombre de palabras y no de hechos es como un jardín lleno de malezas.

-Creo que la ley se hizo para el hombre y no el hombre para la ley; que el gobierno es el servidor del pueblo y no su amo.

-Creo que el ahorro es esencial para una vida bien ordenada y que la economía es un requisito primordial de una estructura financiera sólida, ya sea en el gobierno, los negocios o en los asuntos personales.

-Creo que la verdad y la justicia son fundamentales para un orden social duradero.

-Dar debería realizarse de la misma manera que invertir. Dar es invertir.

-Creo en lo sagrado de una promesa, que la palabra de un hombre debe ser tan buena como su enlace, que el carácter –no la riqueza o el poder– es de supremo valor.

-Creo que la prestación del servicio útil es el deber común de la humanidad y que solo en el fuego purificador del sacrificio es la escoria del egoísmo consumida y la grandeza del alma humana puesta en libertad.

-Creo que el amor es la cosa más grande en el mundo, que solo puede superar el odio; ese derecho puede y triunfará sobre el poder.

-Después de que todo ha acabado, la religión del hombre es su posesión más importante.

-No hay nada en este mundo que pueda compararse con el compañerismo cristiano; nada que pueda satisfacer sino Cristo.

-Cuando el trabajo pase de moda, podemos ver la civilización tambalearse y caer.

-No tenía la ambición de hacer una fortuna. La mera creación de dinero nunca ha sido mi objetivo, tenía la ambición de construir.