Asteraceae: características, hábitat, especies y usos
La familia Asteraceae (también conocida como Compositae) es la más diversa de las angiospermas, conteniendo aproximadamente 1620 géneros y más de 23600 especies. Esta familia se distribuye por todo el mundo, excepto en la región antártica.
Las asteráceas son especialmente diversas en las regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo. Generalmente son plantas herbáceas que crecen de manera silvestre en Norteamérica, los Andes, la selva amazónica, África, la región del Mediterráneo, y Asia.
La mayoría de los miembros de la familia Asteraceae tienen crecimiento herbáceo. Sin embargo, un grupo importante de estas plantas se constituye por arbustos y árboles que se presentan en las regiones tropicales de América del Norte y del Sur, África, Madagascar, y las islas del océano Atlántico y Pacífico.
Las asteráceas o familia de los girasoles, como también se conocen, son generalmente plantas ruderales, y abundan en zonas perturbadas. No obstante, una cantidad significativa de ellas están en peligro de extinción, sobre todo las que habitan en regiones montañosas del trópico.
La familia Asteraceae contiene miembros que son importantes como fuente aceite de cocina, agentes edulcorantes, y como infusiones de té. Además, varios miembros son popularmente conocidos por su valor hortícola, por lo que son cultivados en jardines.
Sin embargo, los miembros de la familia Asteraceae no escapan del ataque de varios fitopatógenos. La enfermedad que mayor repercusión tiene sobre las asteráceas, es la de amarillos de áster, la cual puede ser causado por un fitoplasma.
Índice del artículo
- 1 Características
- 2 Hábitat y distribución
- 3 Taxonomía
- 4 Especies representativas
- 5 Usos
- 6 Enfermedades
- 7 Referencias
El término Asteraceae se debe a las características distintivas de las estructuras de las inflorescencias. Sobre todo, al sistema de rama altamente comprimida de la inflorescencia, denominado capítulo o cabeza floral. En el capítulo todas las flores están adheridas a un receptáculo que está rodeado por brácteas involucrales.
A su vez el capítulo forma una pseudanto, un tipo de inflorescencia que se asemeja a una gran flor. Otras características que distinguen a la familia, incluyen las anteras unidas a un tubo y la posición ínfera del ovario.
De hecho, la familia Asteraceae se diferencia del resto principalmente por las características de su inflorescencia.
Las cabezas florales o capítulos de las asteráceas pueden ser homógamos o heterógamos. En los capítulos homógamos todas las flores son iguales, mientras que en los capítulos heterógamos, las flores del margen son morfológicamente y funcionalmente distintas de las flores localizadas en el centro.
Las flores marginales de los capítulos heterógamos pueden ser estériles o femeninas, y tienen pétalos llamativos con simetría bilateral (zigomorfos). Mientras que las flores del disco central son hermafroditas con estambres y carpelos funcionales, con pétalos modestos, y a menudo radialmente simétricos (actinomorfos).
Hay seis tipos de corolas presentes en la familia Asteraceae, dos de las cuales son actinomorfas y las otras cuatro zigomorfas. Las corolas actinomorfas están compuestas de cinco lóbulos iguales y se denominan corolas del disco (porque ocupan la mayor parte del disco).
Las corolas tubulares son estrechamente actinomorfas, y en la mayoría de los casos carecen de estambres. A su vez, se consideran las corolas ancestrales de las asteráceas. Por su lado, las corolas zigomorfas se limitan generalmente a la primera fila de flósculos en el capítulo, aunque algunas especies pueden tener varias filas de corolas zigomorfas.
Las corolas bilabiadas generalmente se presentan solo en varios géneros de subfamilias ancestrales, como Barnadesioideae y Mutisieae. Este tipo de corola zigomorfa tiene una disposición de lóbulos de 3 + 2, con la lámina de 3 lóbulos orientada hacia el exterior y la lámina de 2 lóbulos hacia el centro del capítulo.
La corola pseudo bilabiada tiene una disposición de lóbulos de 4 + 1. Mientras que la flor del rayo consiste en una lámina de 2 a 3 lóbulos. Las corolas lígulas tienen 5 lóbulos.
Muchas flores de las asteráceas tienen cinco anteras correspondientes al número de lóbulos de la corola. Las anteras se posicionan alternamente a lo largo de los senos nasales de los lóbulos de la corola. Los filamentos de la antera están libres de la corola justo encima del tubo, mientras que las dos tecas de cada estambre están conectadas con las tecas de los estambres adyacentes que produce un tubo que rodea el estilo.
El polen se vierte al interior de cada tubo (intrusión dehiscente). Por otro lado, el conectivo (tejido que une las dos tecas) puede producir un apéndice. Además, el cuello de la antera es relativamente más corto en el lado adaxial hacia el estilo.
Las tecas se pueden extender por debajo del punto de inserción entre el filamento y el conectivo (antera calcarato). Las anteras de este tipo y con colas son muy comunes entre los miembros primitivos de esta familia.
Las hojas de las asteráceas generalmente son opuestas o alternas. Algunas veces se organizan en rosetas basales, y raramente en verticilos. La estipulación ocurre con baja frecuencia. Mientras que las hojas por lo general son pecioladas, y a veces sésiles. Además, las hojas son simples y raramente compuestas.
Las plantas de la familia Asteraceae producen frutos secos, indehiscentes, denominados cipsela o aquenios. Algunas especies presentan frutos carnosos que se parecen a una drupa. Asimismo, la mayoría de las especies tienen un cáliz modificado que sirve de protección contra los herbívoros. Los frutos presentan una semilla exalbuminada y con embrión recto.
Las especies que componen la familia Asteraceae son cosmopolitas, encontrándose restringidas solo en la región antártica. Componen la mayor diversidad de angiospermas del planeta, sobre todo en regiones tropicales.
Son plantas resistentes a varias condiciones abióticas, llegándose a encontrar en sitios perturbados. Además, son frecuentes en cantidad de especies o número de individuos en las regiones áridas y semiáridas abiertas.
La clasificación inicial de la familia Compositae la desarrollo Cassini en 1819, quien agrupó los géneros en tribus. Posteriormente la agrupación de las tribus en subfamilia tomó lugar y surgieron las subfamilias Cichorioideae y Asteroideae. Para definir estos dos grupos, se tomaron características morfológicas como la discontinuidad en la corola, antera, y la morfología del estilo.
Las Asteroideae se caracterizan por tener flor de rayo, corolas de disco con lóbulos cortos, y polen caveado.
Con la incorporación de los análisis de secuencias de ADN, la clasificación de las asteráceas ha cambiado; principalmente por el reconocimiento de los grupos monofiléticos incluidos en el clado Cichorioideae.
La clasificación de la familia Asteraceae está dominada por la subfamilia Asteroideae, la cual contiene más del 70 % de las especies de la familia. Las otras subfamilias incluyen a Carduoideae y Cichorioideae: cada una contiene más de 2000 especies. Las otras subfamilias contienen menos de 1000 especies, y las subfamilias Gymnarrhenoideae y Hecastocleidoideae contienen una especie cada una.
La familia Asteraceae contiene más de 1320 géneros y 23600 especies en todo el mundo. Sin embargo varias de sus especies son representativas, entre las que se pueden mencionar el girasol (Helianthus annuus), la gerbera (Gerbera jamesonii), y la estevia (Stevia rebaudiana), entre otras.
Helianthus annuus (girasol) forma parte de la subfamilia Asteroideae, y tiene tallos rectos que pueden medir hasta 2 metros. Es originaria de Norteamérica y Centroamérica, y se usa con frecuencia para la extracción de aceite de cocina.
Por su parte, la gerbera es una planta herbácea en forma de roseta, que pertenece a la subfamilia Mutisioideae. Es una planta ornamental que es originaria de Sudáfrica.
Mientras que la Stevia rebaudiana es una planta herbácea pequeña, con hojas alternas, que se usa como edulcorante. Esta planta forma parte de la subfamilia Asteroideae y es originaria de Sudamérica.
Varias especies de asteráceas son importantes, por las contribuciones socioeconómicas que aportan al cultivarlas. Así pues, muchas especies son usadas por varias culturas en todo el mundo, sobre todo en la medicina tradicional.
Desde el punto de vista económico las asteráceas son explotadas para la obtención de aceites de cocina, como el aceite de semilla negra (obtenido de Guizotia abyssinica), el aceite de cártamo (obtenido de Carthamus tinctorius) y el aceite de girasol (de Helianthus annuus).
Los alimentos obtenidos a partir de plantas de la familia Asteraceae son la alcachofa (Cynara cardunculus), la endivia (Cichorium endivia), el topinambur (Helianthus tuberosus), la lechuga (Lactuca sativa), estragón mexicano (Tagetes lucida), el radicchio (Cichorium intybus), el salsifí (Tragopogon porrifolius), semillas de girasol (Helianthus annuus), y el estragón (Artemisia dracunculus).
Las plantas ornamentales incluyen al susan de ojos negros (Rudbeckia hirta), al crisantemo (Chrysanthemum sp.), las dalias (Dahlias coccinea), la caléndula (Tagetes erecta), y la gerbera (Gerbera jamesonii), entre otras.
Asimismo, muchas especies de asteráceas son usadas como antimaláricos y como antileishmaniásicos. Desde el punto de vista industrial las asteráceas se usan para la obtención de aromatizantes de bebidas, para la obtención de colorantes, para la fabricación de cauchos, etc.
La enfermedad que más afecta a miembros de la familia Asteraceae es el amarillo de áster, la cual es causada por el fitoplasma Callistephus chinensis. Los síntomas más recurrentes son hojas cloróticas, ramificación anormal, e interrupción de la floración.
A su vez, el moho gris también puede afectar a varias especies de Asteraceae. Esta enfermedad la causa el patógeno necrotrófico Botrytis cinerea, y se caracteriza por producir manchas marrones (necrosis) en pétalos que conllevan, en última instancia, una muerte segura de la flor.
Mientras tanto el marchitamiento por Fusarium, la cual es producto de la infección con el patógeno Fusarium oxysporum, es fatal para las plántulas. Además, las plantas adultas infectadas muestran síntomas severos de clorosis, que producen a largo plazo un marchitamiento generalizado.
Otras enfermedades incluyen las manchas foliares causadas por Alternaria spp., Ascophyta spp., Cercospora spp., y Septoria spp., el mildiú (Golovinomyces cichoracearum, como agente causal), y la podredumbre (provocada por Coleosporium solidaginis).
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