Lengua y literatura

Alonso de Ercilla: quién fue, biografía y obra


Alonso de Ercilla (1533-1594) fue un militar y poeta español del Renacimiento literario. Es mayormente conocido por haber escrito uno de los poemas épicos en el Nuevo Mundo, La Araucana

Participó como militar en las batallas de la conquista de nuevas tierras para la Corona española, específicamente de lo que hoy es conocido como el sur de Perú y Chile. 

Biografía de Alonso de Ercilla

Don Alonso de Ercilla y Zúñiga nació en España en 1533, el 7 de agosto. Su padre fue Fortunio García de Ercilla y su madre Leonor de Zúñiga. Fue el sexto de varios hijos.

Aunque se dice que nació en Madrid, hay quienes sustentan que en realidad nació en Bermeo, por el hecho de que sus antepasados vivieron allí o bien porque, aunque no hay menciones de Madrid en sus escritos, sí menciona mucho Bermeo en su obra.

No obstante, hay que acotar que el pequeño Alonso fue presentado en Madrid acorde a las costumbres de la Iglesia católica.

Muerte de su padre

Sobre su vida son pocos los datos que se tienen. Al año y pocos meses de haber nacido quedó huérfano, pues falleció su padre, tras haberse mudado con toda la familia de Bermeo a Valladolid, huyendo de la peste. Tras esa tragedia, su familia entró en un primer periodo de problemas económicos y necesidades.

Niñez y entrada a la corte de Carlos V

Su niñez transcurrió entre las localidades de Nájera y Bobadilla, donde aprendió a leer y escribir. Tras el fallecimiento del padre, la madre, Leonor, se convirtió en dama de compañía de la reina Isabel de España, y el pequeño Alonso se transformó en paje del príncipe Felipe, futuro rey Felipe II. Fue así como la familia entró a la corte de Carlos V.

Alonso acompañó al príncipe Felipe en numerosos viajes por Italia, Flandes e Inglaterra durante un lapso de 3 años. Durante ese tiempo el pequeño Alonso aprendió latín (perfeccionó en este caso, pues ya lo había aprendido en un primer nivel en su estancia en Bobadilla), francés, alemán e italiano, además de una sólida formación humanista (Biblia, Dante, Bocaccio, Virgilio, Ariosto y Garcilaso).

Es necesario acotar que, aunque la formación de Ercilla fue sólida, no fue completa (como burla de quienes le rodeaban llegó a ser denominado el “inerudito”), pues a su biblioteca de volúmenes clásicos le faltaban libros.

Viajes

Comenzó a viajar a los 15 años. En 1548 el príncipe Felipe se preparó para visitar a su padre, el emperador Carlos V, en Flandes. Esta “temporada de viajes” duró un total de 7 años e incluyó los tres países arriba mencionados.

Entre las ciudades que visitó se encuentran Milán, Génova, Nápoles, Mantua, Trento, Inspruck, Múnich, Heidelberg, Lutzekburg, Bruselas, Augsburgo, Londres, Barcelona, Austria, Bohemia, y algunas ciudades de Hungría y Francia.

El soldado

En 1555 llegó a la corte la noticia de que el gobernador de Chile, Pedro Valdivia, había sido asesinado en un alzamiento de los araucanos y que en Perú se había alzado en armas Francisco Hernández Girón.

En ese entonces Alonso contaba con apenas 21 años y acompañaba a la realeza en un viaje a Londres para celebrar unas segundas nupcias. Ercilla dejó de lado las festividades y viajó al Nuevo Mundo a enfrentar las revueltas de los nativos.

Viajó entonces a Perú y Chile, y participó en diversas batallas, y formó parte de una campaña en Panamá. El poeta estuvo durante 8 años batallando en dichas guerras en el continente americano.

Estando en Chile fue testigo de la muerte de Caupolicán, protagonista de su futuro poema, y en Perú sufrió un insólito revés.

Pelea con Pineda y riesgo de muerte

A los 3 años de haber llegado al Nuevo Mundo, en Perú, Ercilla llegó a tener un enfrentamiento con Juan de Pineda durante una festividad. Los hombres desde hacía tiempo estaban enemistados.

En la violenta situación, Ercilla resultó herido, y los dos soldados fueron apresados por orden del gobernador García Hurtado y Mendoza, quien solicitó la ejecución de ambos a la mañana siguiente.

Entre el asombro y la indignación por lo radical de la resolución del gobernador, un grupo importante de personas con influencia en el gobierno decidieron buscar a dos mujeres, una española y una araucana (quien, particularmente, le agradaba al gobernador) para que intercedieran por los hombres, especialmente por Alonso.

La araucana que salvó la vida de Ercilla

La noche previa a la ejecución, García Hurtado y Mendoza se retiró a su casa, pidiendo no ser molestado. No obstante, las dos mujeres encontraron el modo de ingresar a la recámara del gobernador para convencerlo de que liberase a ambos prisioneros. Fue así como Alonso logró salir de prisión y evadir la muerte ese día.

Alonso de Ercilla siguió en el Nuevo Mundo hasta 1562. Participó constantemente en las campañas para conquistar y reconquistar territorios para la Corona española.

Durante esos años hizo registro de sus andanzas, quedando plasmadas en el poema La Araucana. Se dice que el poeta bautizó así el manuscrito en honor a la muchacha araucana que logró convencer al gobernador de detener su ejecución.

Regreso a España

Habiendo terminado las campañas, y tras superar la “sentencia” en Perú, Alonso dirigió sus pasos a Panamá. Aunque al llegar a Colombia debió permanecer un tiempo en Cartagena, debido a una curiosa enfermedad de la que hizo mención en su poema.

Un año y medio después de su travesía, en 1563, Alonso retornó al Viejo Mundo (Sevilla, Madrid).

Un viaje de pérdidas

Los viajes de Alonso de Ercilla a los virreinatos y provincias de España en el continente americano no resultaron muy productivos económicamente.

Más allá de las campañas y batallas, fueron tiempos de hambre, miseria, vigilias, robos de sus pertenencias y deudas, y de casi haber perdido la vida en Perú.

Atraso de su libro y otros acontecimientos

Durante los años siguientes, Ercilla se dedicó entonces a completar los cantos de su extenso poema. No obstante, pasaron 6 años para que publicase el poema, debido a que pagó de su propio bolsillo la imprenta.

Aunque la principal razón de la demora fue el costo de tal impresión, también hubo otros acontecimientos.

Alonso debió atender algunos viajes a Viena, además de algunos líos amorosos en los que se le vio envuelto. Sumado a esto sucedió la trágica muerte de su hermana María Magdalena de Zúñiga y, por otro lado, su boda.

La muerte de la hermana de Alonso en 1569 le trajo una importante herencia que le ayudó a costear los gastos de imprenta de su obra.

Posteriormente, en 1570, se casó con doña María de Bazán, cuya dote de 8 millones de maravedíes significó para Ercilla una vida libre de preocupaciones materiales y, por tanto, de feliz y plena dedicación al resto de su obra, entre 1578 y 1589, respectivamente.

Una adultez cómoda y reconocimientos

Los años de madurez de Ercilla transcurrieron en la comodidad económica y la fama ganada por su obra, recibida, finalmente, con gran admiración.

A esta vida acomodada se le añadió, en 1571, el nombramiento de Caballero de la Orden de Santiago, así como el de gentilhombre, este por parte del emperador Maximiliano.

Muerte de Ercilla

Los últimos días de Ercilla transcurrieron en Madrid. Su salud fue decayendo paulatinamente, empeorando por el clima madrileño.

El frío y las lluvias de invierno le afectaron de modo notable. Ercilla disminuyó de forma rápida sus actividades mundanas hasta que, finalmente, murió el 29 de noviembre de 1594.

Obra

La Araucana, obra cumbre de Ercilla, es un poema épico en 3 partes (1569, 1578 y 1589) donde el autor narró, en octavas reales, las crudas batallas entre mapuches y araucanos contra los españoles.

La génesis del canto ocurrió en el campo mismo de batalla, donde, cual Julio César, Ercilla luchaba de día y escribía de noche.

Por las mismas complicaciones de la guerra, Ercilla escribió muchos de los versos en el revés de otras cartas, piezas de cuero e, incluso, cortezas de madera, pues el papel escaseaba. 

El poema entrelazó en sus versos los hechos propios de la guerra con la comparación mitológica y el engrandecimiento del enemigo. Con eso se logró hacer más noble y trascendente el momento de la victoria. Sin dejar de lado la historia, el poema ha sido visto como una auténtica crónica bélica.

El mismo Cervantes consideró esta obra como la máxima muestra de épica escrita en el idioma castellano, al igual que otros grandes escritores del Siglo de Oro.

Algunos otros escritores, como el chileno Pedro de Oña, alaban la labor de Ercilla. La obra se considera incluso superior a La Jerusalén conquistada, de Lope de Vega.

Referencias

  1. Alonso de Ercilla (S. f.). Recuperado de wikipedia.org
  2. Alonso de Ercilla (S. f.). Recuperado de cervantesvirtual.com
  3. Alonso de Ercilla (S. f.). Recuperado de escritores.org
  4. Alonso de Ercilla (S. f.). Recuperado de biografiasyvidas.com
  5. Alonso de Ercilla (S. f.). Recuperado de memoriachilena.cl