Neurociencia

Nervios espinales: pares, origen y destino, funciones


Los nervios espinales o raquídeos son aquellos cuyo origen se encuentra en la médula espinal y que llegan a distintas zonas atravesando los músculos vertebrales. Pertenecen al sistema nervioso somático, e incluyen un total de 31 pares de nervios que inervan todo el cuerpo a excepción de la cabeza y algunas partes del cuello.

De los 31 pares que forman el conjunto de nervios espinales, existen ocho cervicales, doce dorsales, cinco lumbares, cinco sacros, y un par coccígeo. Además, todos ellos tienen una función mixta; es decir, son tanto sensitivos como motores, llevando información tanto desde la médula espinal como hacia ella.

Los nervios raquídeos se numeran desde arriba hacia abajo, nombrándolos según la región corporal en la que se encuentran. Las dos raíces de cada uno de ellos tienen su origen en la médula espinal, habiendo una posterior sensitiva y una anterior motora. Ambas se unen formando el tronco del nervio espinal, que pasa a través de un agujero intervertebral.

En este artículo descubrirás toda la información existente sobre los 31 pares de nervios espinales. Además, también estudiaremos todo lo que sabemos hoy en día sobre sus funciones, y veremos más sobre su anatomía y localización.

Índice del artículo

Pares de nervios

Los nervios espinales se dividen en cinco grupos. Cada uno de ellos está relacionado con una zona de la columna vertebral, y sus nombres tienen su origen en las vértebras desde las que surgen. A continuación veremos en detalle cada uno de ellos.

Nervios cervicales

Los nervios cervicales son aquellos nervios espinales cuyo origen se encuentra en el segmento cervical de la columna vertebral. A pesar de que solo existen siete vértebras cervicales (C1 – C7), hay ocho nervios de este tipo (C1 – C8).

Todos ellos salvo C8 surgen por encima de su vértebra correspondiente, saliendo este último por debajo de la C7.

Esto hace que sean nervios distintos al resto, ya que los demás emergen por debajo de las vértebras que les dan sus nombres. En la distribución posterior se incluyen el nervio suboccipital (C1), el nervio occipital mayor (C2) y el tercer nervio occipital (C3).

Por otro lado, la distribución anterior incluye en plexo cervical (C1 – C4) y el plexo braquial (C5 – T1). Los nervios cervicales, por otro lado, inervan músculos como el esternohioideo, el esternotiroide, y el omohioideo.

Nervios torácicos

Los nervios torácicos son los doce nervios espinales cuyo origen se encuentra en las vértebras torácicas. Cada uno de ellos sale por debajo de su correspondiente vértebra: así, el T1 tiene su origen debajo de la del mismo nombre. Sus ramas van directamente hacia los ganglios paravertebrales, que forman parte del sistema nervioso autónomo.

Los nervios torácicos están implicados en las funciones de órganos y glándulas en la cabeza, en el cuello, en el tórax y en el abdomen. Por otra parte, existen varias divisiones que es importante tener en cuenta al estudiarlos.

En las divisiones anteriores, los nervios intercostales vienen de los nervios T1 al T11, y pasan entre las costillas. En T2 y T3, otras ramas forman el nervio intercostobraquial. El nervio subcostal surge del T12, y pasa por debajo de la duodécima costilla.

En cuanto a las divisiones posteriores, las ramas mediales de las ramas posteriores de los seis nervios torácicos superiores pasan entre el dorso semiespinal y el multifido. Después, llegan hasta el romboide y el trapecio, y alcanzan la piel a los lados del proceso espinoso. Esta rama sensitiva es conocida como el ramo cutáneo medial.

Las ramas mediales de los seis nervios torácticos inferiores se distribuyen principalmente hacia el multifido y el longissimus dorsi, aunque ocasionalmente algunos de sus filamentos llegan hasta la piel. Esta rama sensitiva se conoce como ramo cutáneo posterior.

Nervios lumbares

Los nervios lumbares son aquellos que emergen de las vértebras lumbares. Están separados en divisiones posteriores y anteriores.

Divisiones posteriores

Las ramas mediales de las divisiones posteriores de los nervios lumbares pasan cerca de los procesos articulares de las vértebras y terminan en el músculo multifido. Los laterales funcionan en conjunto con los músculos erectores de la columna.

Los tres nervios lumbares superiores envían nervios cutáneos que llegan hasta el latissimus dorsi en el borde lateral de los músculos erectores de la columna. Después, descienden por la parte posterior de la cresta ilíaca, hasta llegar a la piel de las nalgas. Algunas de sus ramificaciones se extienden hasta el nivel del gran trocánter.

Divisiones anteriores

Las divisiones anteriores de los nervios lumbares y sus ramificaciones aumentan de tamaño cuanto más abajo en el cuerpo se encuentran. Se unen, cerca de sus orígenes, con los rami communicantes grises de los ganglios lumbares y el tronco simpático.

Estos rami están formados por ramificaciones largas y delgadas que acompañan a las arterias lumbares alrededor de los lados de los cuerpos vertebrales, por debajo del psoas mayor. Este arreglo es algo irregular, en el sentido de que un ganglio puede dar rami a dos nervios lumbares, o uno de estos nervios puede recibir rami de dos ganglios.

Los cuatro primeros nervios lumbares están conectados con la parte lumbar del tronco simpático mediante un ramus communicans blanco. Los nervios pasan de manera oblicua hacia fuera por debajo del psoas mayor, o entre sus fascículos, distribuyendo filamentos tanto a él como al quadratus lumborum.

Los tres primeros nervios y gran parte del segundo están conectados en esta localización por bucles anastomóticos, formando de esta manera el plexo lumbar. La parte más pequeña del cuarto se une con el quinto para forma el tronco lumbosacral, que ayuda en la formación del plexo sacral.

Así, el nervio L4 se conoce como nervio furcal, debido a que está dividido entre los dos plexos.

Nervios sacrales

Los nervios sacrales son cinco pares de nervios espinales que salen por el sacro en la parte inferior de la columna vertebral. Sus raíces comienzan dentro de la columna al nivel de la vértebra L1, donde empieza la cauda equina; y más tarde descienden hasta la altura del sacro.

Hay cinco pares de nervios sacrales, emergiendo la mitad de ellos por el sacro en el lado izquierdo y la otra mitad en el derecho. Cada uno de ellos emerge en dos divisiones distintas: una lo hace a través de la foramina sacral anterior, y la otra a través de la foramina sacral posterior.

Estos nervios se dividen en diferentes ramas; y las de cada uno de ellos se juntan con las de los otros, además de con las ramas de los nervios lumbares y el coccígeo. Estas anastomosis de nervios forman el plexo sacral y el lumbosacral. Las ramas de estos plexos son las que trabajan en áreas como las caderas, las pantorrillas, las piernas o los pies.

Los nervios sacrales tienen fibras tanto aferentes como eferentes; y por lo tanto, son responsables de la mayor parte de la percepción sensorial y los movimientos de las extremidades inferiores del cuerpo humano.

De los nervios S2, S3 y S4 surgen el nervio pudendo y las fibras parasimpáticas, cuyos potenciales eléctricos trabajan con el colon descendente, el recto, la vejiga y los órganos genitales. Estas sendas tienen también fibras tanto aferentes como eferentes; y por lo tanto, llevan tanto información sensorial al SNC como órdenes motoras a estos órganos.

Nervio coccígeo

Por último, el nervio coccígeo es el número 31 dentro de los espinales. Surge del cono medular, y su raíz anterior ayuda a formar el plexo coccígeo.

A diferencia de los anteriores, no se divide en una rama medial y otra lateral. Sus ramificaciones llegan principalmente a la piel sobre la parte trasera del coxis.

Origen y destino

Los nervios espinales viajan desde el Sistema Nervioso Central (SNC) hasta prácticamente todos los rincones del cuerpo humano. A excepción de algunas zonas de la cabeza y del cuello, de cuyo control se encargan los pares craneales, todos los órganos, músculos y glándulas del cuerpo transmiten y reciben su información a través de estos nervios.

Así, un solo nervio puede transmitir y recoger información de varios órganos distintos, de la piel, o de diferentes glándulas. Mediante las ramificaciones en las que se dividen, cada uno de ellos puede realizar múltiples funciones, formando un complejo sistema que conecta todas las partes del cuerpo con el sistema nervioso central.

Funciones

Como ya hemos visto, los nervios espinales son tanto aferentes como eferentes. Esto quiere decir que cada uno de ellos cumple una doble función; ambas son fundamentales para el correcto funcionamiento del cuerpo humano.

Por una parte, los nervios espinales recogen la información de los órganos, glándulas o músculos con los que están conectados y la transmiten al sistema nervioso central a través de la médula espinal. De esta manera, el cerebro puede procesar todos estos datos y elaborar una respuesta adecuada a una determinada situación.

Por otro lado, los mismos nervios espinales son los encargados de llevar la respuesta elaborada por el SNC hasta los órganos efectores, de tal manera que podamos reaccionar y desenvolvernos correctamente en nuestro entorno.

Referencias

  1. “Spinal nerves” en: Health Pages. Recuperado en: 26 Enero 2019 de Health Pages: healthpages.org.
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  4. “Nervios espinales” en: Anatomía Topográfica. Recuperado en: 26 Enero 2019 de Anatomía Topográfica: anatomiatopografica.com.
  5. “Spinal nerves” en: Wikipedia. Recuperado en: 26 Enero 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.