Historia

Código medieval: concepto, origen y características


El código medieval era el conjunto de normas éticas por la que se regían los Caballeros durante la Edad Media. Aunque existía una forma de comportarse en el ámbito social, este código estaba reservado para aquellos que habían recibido tal nombramiento. El origen se encuentra en los últimos tiempos del Imperio romano y en la época carolingia.

Fue entonces cuando se produjo una idealización de los jinetes de caballería, en principio ligados a la nobleza. Más tarde, durante las cruzadas, es cuando estos Caballeros alcanzaron su punto álgido, al mezclarse también el elemento religioso en su conducta.

A pesar de que siempre habían sido los nobles los que alcanzaban ese honor, en la Edad Media también hay un cierto componente meritocrático. Muchos deben comenzar su preparación desde abajo, siendo escuderos y pajes, y demostrar su valía y honor.

En el código medieval, ensalzado por la literatura, se encontraban puntos como la justicia, el valor, la lealtad, la fe y la nobleza. Todos debían poseer las llamadas virtudes cardinales, así como las elevadas.

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Origen 

La mayoría de los autores opinan que el inicio de la Caballería medieval y, por lo tanto, de su código, se encuentra en el Imperio romano tardío, con sus équites y catafractos. Igualmente, los jinetes carolingios fueron otros de los antecedentes más claros.

A partir de ahí se va produciendo una idealización de estos jinetes, otorgándoles unos valores morales y sociales. La literatura caballeresca medieval tuvo mucho que ver con esta imagen ofrecida. Existen diferentes teorías sobre dónde aparece realmente el concepto del código medieval.

Reino de Francia

Para algunos autores, el origen de la caballería medieval se encuentra en la Francia surgida tras la desintegración del Imperio carolingio. De esta forma, a finales del siglo X los caballeros pasaron a ser el cuerpo militar más poderoso y, como tales, a acumular poder político.

Ser Caballero no era solo una cuestión de destreza militar. Había que tener la riqueza necesaria para mantener a los caballos y las posibilidades de recibir un entrenamiento adecuado.

Poco a poco, la diferenciación basada en las habilidades fue convirtiéndose en una especie de sentido de pertenencia a una clase caballeresca con conducta y valores propios.

En un principio, era el espíritu guerrero lo que más destacaba entre los Caballeros. Sin embargo, en la literatura ya empezaba a producirse una idealización de sus destrezas y su comportamiento.

La Iglesia jugó un papel importante al introducir elementos que moderaron el comportamiento bélico de estos Caballeros.

Aparecieron instituciones como la Tregua de Dios y encauzó parte de su cometido hacia objetivos relacionados principalmente con el espíritu cristiano, la lucha contra los infieles y contra las injusticias.

Inglaterra

En cambio, otros autores apuntan a Inglaterra como el lugar en el que se inició la tradición caballeresca. Se habría producido tras la invasión por parte de los normandos de Guillermo el Conquistador, en el año 900 aproximadamente. Para proteger el territorio hicieron falta muchos hombres jóvenes, que juraron fidelidad a los señores.

Esos primeros soldados fueron acumulando riquezas y tierras como pago por sus servicios. Al final, se convirtieron ellos mismos en una especie de clase aparte, con atributos antes reservados a la nobleza y con ejércitos propios.

Hacía falta jurar un compromiso para poder llegar a ser Caballero. En este compromiso prometían defender a los débiles, servir al rey y a Dios y ser humilde frente a los demás.

Las cruzadas

El último posible punto de origen de los códigos medievales y de los caballeros son las cruzadas. Durante estas guerras religiosas por dominar los Santos Lugares, aparecieron las órdenes de caballería, tanto religiosas como civiles.

Estos caballeros tenían que defender a los peregrinos y no permitir que los musulmanes recuperaran los lugares ya conquistados. Se trataba de órdenes monástico-militares, como los templarios o los hospitalarios.

En el siglo XIV, cuando los cristianos pierden Tierra Santa, estas órdenes debieron buscar nuevos cometidos. Por su parte, los reyes copiaron las estructuras y códigos para fundar sus propias órdenes de caballería con el fin de blindar su poder.

Características del código medieval

En general, el código moral de la sociedad medieval estaba basado en conceptos religiosos. Los pecados capitales y las virtudes cardinales eran el centro que modelaba los comportamientos. Se trataba de cumplir con los sacramentos, todo bajo la voluntad de Dios.

Los Caballeros no eran ajenos a esto, aunque en su caso había algunas especificidades por su condición de guerreros.

No en vano, parte de su código estaba pensado para evitar los posibles abusos que podían cometer. Para eso les fue otorgado un propósito de servicio y unas normas de honor y educación adecuadas a su condición.

Valor y coraje

Los Caballeros estaban obligados por su código a intentar alcanzar la perfección en todas sus acciones. No solo en las militares, sino también en otras que tuvieran relación con su dedicación en pro de la justicia. Además, debían ser humildes y no actuar buscando el provecho personal, sino el bien común y la defensa de Dios.

Por otra parte, seguir el camino más costoso en el ámbito personal era un plus para estos guerreros. Tenían que asumir que iban a realizar sacrificios personales para alcanzar sus objetivos. Ese coraje no podía ir reñido con la clemencia, cualidad que los caballeros debían poseer.

Justicia

Intentar alcanzar siempre “lo justo”, dejando a un lado los intereses personales o los prejuicios, era otro de los puntos fundamentales en la vida de estos caballeros.

Como se comentaba antes, este afán por buscar justicia debía ir acompañado de la clemencia y de la humanidad.

Lealtad

La lealtad, tanto a la gente como a los ideales que se juraban, era parte importante dentro del código medieval. Los Caballeros prometían ser fieles a sus señores, defender sus tierras y a todos los suyos.

Fe

La religión, como ocurría con el resto de la sociedad de la época, formaba parte de todas las áreas de la vida de los caballeros. Estos tenían que mantener la fe en sus creencias sin permitirse flaquezas.

Además, parte de su lucha debía ir dirigida a defender el cristianismo frente a aquellos que no la profesaran o hicieran observaciones heréticas.

Humildad y franqueza

El Caballero tenía entre sus obligaciones morales el no mentir, especialmente si se hacía para conseguir un beneficio personal. Entre sus cualidades personales debía encontrarse la franqueza, aplicada a cada aspecto de su trayectoria.

Generosidad y nobleza

La generosidad dentro de los recursos que cada uno tuviera formaba parte de las virtudes que la religión aportó al código medieval. En cierta forma, es un concepto contrario a la gula, uno de los pecados capitales.

Por último, también tenían que mantener la nobleza en sus obras y pensamientos. Para ello era fundamental mantenerse fiel a las virtudes y a las obligaciones que había prometido. Incluso si no era posible alcanzar los ideales al cien por cien, ya solo intentarlo producía que el espíritu fuera más noble.

Referencias

  1. Historia y biografías. El Caballero Medieval: Historia de los Caballeros de la Edad Media. Obtenido de historiaybiografias.com
  2. Lobato Osorio, Lucila. Los Tres Ejes del Comportamiento del Caballero Literario Medieval. Obtenido de parnaseo.uv.es
  3. Medieval Spell. The Medieval Code of Chivalry. Obtenido de medieval-spell.com
  4. Alchin, Linda. Knights Code of Chivalry. Obtenido de lordsandladies.org
  5. Medieval Chronicles. Knights Code of Chivalry. Obtenido de medievalchronicles.com
  6. The Editors of Encyclopaedia Britannica. Chivalry. Obtenido de britannica.com