Geología

Suelo aluvial: características, geología, propiedades, usos


Un suelo aluvial es un suelo sedimentario que se ha formado a partir de material que ha sido transportado por corrientes de agua. Aunque generalmente los suelos aluviales son considerados de origen fluvial, las corrientes de agua que transportan el sedimento pueden provenir también de la lluvia o de las marismas.

El transporte de sedimento pudo haber ocurrido hace mucho tiempo, formando los suelos aluviales antiguos, o ser más recientes, incluso actuales, originando los suelos aluviales nuevos. Los primeros se encuentran normalmente en terrenos por encima del nivel actual de inundación, mientras que los recientes se encuentran en llanuras aluviales.

Los suelos aluviales antiguos suelen ser pobres, mientras que los recientes son ricos en minerales y nutrientes lo que permite el desarrollo de la agricultura en los mismos. Estos suelos están ligados a la historia de la humanidad, pues permitieron el asentamiento y desarrollo de grandes civilizaciones como la egipcia y la mesopotámica.

Índice del artículo

Características y propiedades del suelo aluvial

Los suelos aluviales presentan un perfil poco estructurado, el cual está formado de materiales no consolidados a los que transportan las corrientes de agua y que acumulan en su superficie cierta cantidad de materia orgánica.

Son suelos generalmente con suficiente cantidad de arcillas para hacerlos impermeables y son de color oscuros. Los de origen reciente son ricos en nutrientes.

Sus características particulares varían mucho y dependen en gran medida del material depositado. Generalmente contienen bastantes minerales, aunque la proporción y tipo de minerales presentes van a variar dependiendo de la localidad y la fuente del material transportado.

Estos suelos generalmente presentan un pH neutro, aunque pueden ser ligeramente ácidos o ligeramente básicos, variando en un rango de 6,0 a 8,0. El contenido de ácido fosfórico, potasa y limos es alto.

Se forman en zonas de topografía llana o ligeramente ondulada y normalmente están sujetos a inundaciones periódicas.

Su textura generalmente va de franco limosa a franco arcillo limosa.

De acuerdo a su composición se pueden dividir en varios subtipos, como por ejemplo tónicos, móllicos y cálcicos con mayores cantidades de azufre, materia orgánica o calcio, respectivamente, en los primeros centímetros de profundidad.

Geología

Todas rocas y los suelos están expuestos a la acción erosiva de vientos, aguas, agentes biológicos, clima, entre otros. La erosión desgasta y disgrega estos elementos y se producen partículas que pueden ser transportadas por el viento o por el agua para formar nuevos suelos.

Cuando el material particulado es transportado por el agua, este puede desplazarse largas distancias antes de alcanzar el lugar donde sedimentará. Normalmente los lugares de sedimentación de los ríos, y de formación de suelos aluviales comprenden llanuras aluviales, deltas de ríos, estuarios fluviales y llanuras costeras.

Los suelos que se forman son heterogéneos en cuanto al tamaño y distribución de las partículas, con las más grandes ubicadas más cerca de la corriente de agua, mientras que las más finos se encuentran más alejados de la misma, y en su superficie acumulan materia orgánica.

Las partículas de arena fina, limo y arcilla se depositan durante las inundaciones periódicas y no sufren ningún proceso de cementación por lo cual no están consolidados. Los suelos aluviales antiguos se originaron de la misma forma, pero con el tiempo pueden haber sufrido cierto grado de compactación.

Estos suelos, al contrario de lo que ocurre con los recientes, son pobres pues han perdido el contenido de materia orgánica y normalmente están ubicados en niveles por encima de los niveles de inundación actuales.

Por su parte, los suelos aluviales recientes se están formando constantemente y en cada inundación pude haber aportes de material diferente por lo cual se forma una marcada estratificación. También pueden contener agua estancada en la parte subsuperficial.

Usos

Agrícola

Los suelos aluviales recientes, como ya mencionamos, son suelos fértiles debido al aporte continuo de materiales. Además, como son suelos no consolidados, son ligeros y fáciles de manejar. Además de ello, se ubican en zonas donde el aporte de agua no es una limitante. Todas estas características los hacen idóneos para la agricultura.

Sin embargo, la mayoría de estos también son considerados suelos de riesgo debido a que son propensos a sufrir inundaciones periódicas, por lo que requieren de grandes infraestructuras para frenar dichas inundaciones.

Se forman principalmente en las llanuras aluviales y en los deltas de los ríos. Fueron los principales suelos en ser cultivados y permitieron el desarrollo de importantes civilizaciones antiguas, como ocurrió en las riberas de los ríos Tigris y Éufrates, Nilo, Ganges, entre otros.

Hoy en día, más del 40% de la producción agrícola de la India, por ejemplo, proviene de cultivos practicados en estos suelos.

A pesar de la alta productividad de muchos suelos aluviales recientes, existe la tendencia histórica a desplazar sus usos agrícolas hacia usos urbanos al incrementar el tamaño de las poblaciones asentadas en los mismos.

Acuícola

Los suelos aluviales también son de interés para la práctica de actividades acuícolas debido a que su topografía generalmente es casi llana, con solo ligeras ondulaciones, por lo cual la inversión en movimientos de tierra para nivelar el terreno y construir estanques de cultivo es mínima.

Además de eso, la retención de líquidos debido a los niveles de arcilla que contiene también es adecuada y generalmente no hay que añadir más material para impermeabilizar fondo y diques. Por último, generalmente hay una fuente de agua cercana para abastecer los requerimientos de la granja.

Tratamiento de aguas

Los suelos aluviales también sirven para la filtración y purificación de aguas residuales (Riberbank filtration). El procedimiento consiste en hacer pasar el agua a través de los bancos de suelos aluviales de un río o un lago. Los alemanes comenzaron a utilizar este proceso desde la década de 1870.

El paso del agua por los suelos aluviales permite realizar una filtración física debido a que los intersticios entre las partículas de suelo impiden el paso de las partículas de mayor tamaño suspendidas en el agua, quedando retenidas en la superficie del suelo.

Al mismo tiempo ocurre una filtración biológica gracias a la presencia de numerosos microorganismos en el suelo que degradan y digieren tanto material orgánico disuelto como particulado y nutrientes químicos.

También existe una filtración química cuando los componentes del suelo reaccionan con los diferentes compuestos químicos presentes en el agua.

Por último, el tiempo que demora el agua en pasar por entre los intersticios del suelo también ayuda a inactivar algunas sustancias químicas, así como a la eliminación de microorganismos que podrían haber atravesado los tres mecanismos de filtración descritos.

Los suelos aluviales sirven igualmente para depurar aguas de desecho por percolación en lagunas artificiales creadas para tales fines. En estos casos, las lagunas requieren un mantenimiento periódico para remover la capa de desechos que se acumula sobre el suelo y evitar así condiciones de anoxia.

Referencias

  1. Alluvium. En Wikipedia. Recuperado de en.wikipedia.org
  2. 1. Generalidades. Recuperado de fao.org
  3. C.Thomson. Porperties of the alluvial soils. Recuperado de hunter.com
  4. M.F. Ghazali, M.N. Adlan, M.K.N. Shamsuddim & M.H. Roslan (2016). International Journal of Scientific Research in Knowledge.
  5. FAO (2009). Guía para la descripción de suelos.
  6. J.J. Ibañez & F.J. Manríquez (2011). Fluvisoles en Latinoamérica. Recuperado de madrimasd.org