Pozo de Kola: historia, ¿verdad o leyenda urbana?
El Pozo de Kola (también conocido como “agujero superprofundo de Kola”) es una excavación de más de 12.000 metros de profundidad realizada entre 1970 y 1989. Se trata de uno de los agujeros artificiales más profundos jamás creados, y se encuentra en la Península de Kola, en el Distrito Pechengsky de la antigua Unión Soviética.
Con un diámetro de 23 centímetros y una profundidad total de 12.262 metros, fue el pozo más profundo jamás excavado hasta que fue superado por el pozo petrolífero Al Shaheen (de 12.289 metros) en Qatar, en el año 2008. Más tarde, en el 2011, una nueva excavación se convirtió en la más profunda: el pozo Odoptu OP-11, cerca de la isla rusa de Sakhalin, con 12.345 metros.
El objetivo del proyecto era penetrar la corteza terrestre para poder estudiar sus características. Aunque este agujero superprofundo solo tiene un tercio de la longitud de la corteza en esa zona, proporcionó gran cantidad de datos a los investigadores.
En realidad, este pozo no fue realizado de una sola vez, sino que consiste en varios agujeros superpuestos que van saliendo desde el anterior. El más profundo, conocido como SG – 3, tan solo tiene unos centímetros de diámetro; pero gracias a él conocemos muchos más detalles sobre los componentes de la corteza de nuestro planeta.
El superagujero de Kola también ha sido protagonista de varias leyendas urbanas, de las cuales la más famosa es la que cuenta que la excavación fue tan profunda que abrió de forma accidental las puertas al Infierno. Según esta historia, el equipo que creó el pozo grabó extraños sonidos que provenían de los lamentos de los condenados, que escapaban por el agujero.
Más tarde, la leyenda urbana fue desmentida, y se comprobó que los sonidos habían sido extraídos de la banda sonora de una película, Orgía de sangre. Sin embargo, incluso hoy en día muchas son las personas que creen que el pozo de Kola realmente llegó hasta las mismas puertas del Infierno.
Índice del artículo
- 1 Historia y antecedentes
- 2 ¿Qué se encontró en el pozo de Kola?
- 3 ¿Cómo de profundo es realmente el pozo?
- 4 La leyenda del “pozo al Infierno”
- 5 Referencias
Aunque a primera vista pueda parecer un objetivo absurdo, los investigadores de la época creían que conseguir penetrar la corteza terrestre les serviría para entender mejor fenómenos como los volcanes o los terremotos, además de comprender más sobre el funcionamiento de nuestro planeta en general.
Estados Unidos intentó en varias ocasiones penetrar la corteza terrestre, aunque sin éxito. La Unión Soviética, consciente del fracaso de su principal rival, se fijó un objetivo más modesto: excavar hasta los 15 kilómetros de profundidad, o hasta el punto en que se hiciera imposible seguir bajando debido a dificultades técnicas. Así comenzó lo que luego se convertiría en el pozo de Kola.
El trabajo en este agujero superprofundo comenzó en 1971 en la Península de Kola. Durante los siguientes años, el equipo encargado del proyecto siguió bajando cada vez más, hasta superar el récord del mundo en ese momento al alcanzar los 9.583 metros de profundidad en 1979.
Sin embargo, los ingenieros soviéticos no se contentaron con este resultado, y siguieron excavando hasta alcanzar los 12 kilómetros de profundidad en 1983. En este momento, debido a dificultades técnicas, decidieron tomarse un año de descanso; pero por desgracia, este tiempo se alargó y retomar el proyecto fue más difícil de lo que parecía en un primer momento.
Así, en 1984, se intentó volver a excavar un nuevo agujero a partir de los 5 kilómetros de profundidad. Sin embargo, distintos problemas hicieron que no se volvieran a alcanzar los 12 kilómetros de profundidad hasta cinco años más tarde. Una vez se llegó aquí, la excesiva temperatura hizo que se tuviera que abandonar el proyecto.
Finalmente, el pozo de Kola fue completamente abandonado en 1992. Hoy en día, en el lugar de su creación solo se puede encontrar equipo antiguo, oxidado y descartado; y una tapa que impide el paso al comienzo del agujero.
A pesar de que los científicos soviéticos nunca llegaron a cumplir su objetivo, lo cierto es que la creación de este agujero (el más profundo del planeta en su momento) sirvió para realizar gran cantidad de descubrimientos importantes, relacionados con la naturaleza de la Tierra y el funcionamiento de la corteza.
Por ejemplo, previamente a la excavación se creía que a unos 7 kilómetros de profundidad existía una gran cantera de granito y basalto; pero se descubrió que esto no era cierto. De hecho, los investigadores comprobaron que en esta región solo había rocas porosas y fragmentadas, con los huecos llenos de agua, algo que sorprendió mucho a los expertos de la época.
Además de esto, también se encontraron evidencias de la existencia de pláncton fósil, en regiones con una profundidad de 6 kilómetros; y se hallaron grandes cantidades de hidrógeno.
La creación del pozo de Kola no se hizo de manera linear, sino que ocurrió por fases. Al finalizar la etapa conocida como SG – 3, en 1989, el punto de mayor profundidad había alcanzado los 12.262 metros. Este récord se mantuvo hasta 2008, cuando un pozo petrolífero de Qatar llegó hasta los 12.289 metros.
Sin embargo, la profundidad no es la misma en todas las zonas del agujero. En la parte más exterior, la anchura es muy superior a la que se puede encontrar en el punto más profundo. Esto se debe a las técnicas empleadas para realizar esta excavación, que se fue creando por niveles utilizando para ello máquinas cada vez más pequeñas.
Así, el punto más profundo del pozo de Kola tiene tan solo 23 centímetros de diámetro, debido a que las perforadoras tradicionales no eran capaces de funcionar a una profundidad tan grande. De esta manera, hubo que crear un equipo especial que superase algunos de los problemas técnicos experimentados por los soviéticos.
Por otro lado, aunque hoy en día existan otros dos agujeros que hayan llegado a mayor profundidad que el pozo de Kola, lo cierto es que si tenemos en cuenta la altura inicial a la que se empezó a construir, esta sigue siendo la mayor excavación realizada en el mundo. Esto se debe a que las otras dos comenzaron a nivel del mar, por lo que en términos totales no son tan altas.
Pero no todas las personas que se interesan por el pozo de Kola lo hacen debido a su gran mérito científico y técnico. Durante las últimas décadas, se ha propagado la leyenda urbana de que esta excavación llegó a un punto tan profundo que abrió las puertas del Infierno, causando la muerte de varios trabajadores y liberando un gran mal en el mundo.
La leyenda urbana empezó a propagarse alrededor de 1997. Según esta historia, un grupo de ingenieros, liderados por un tal “Mr. Azakov”, empezó a excavar en un punto desconocido de Siberia y consiguió alcanzar una profundidad de 14.4 kilómetros antes de encontrar una especie de cueva subterránea.
Sorprendidos por su extraño descubrimiento, los investigadores decidieron hacer descender un micrófono especialmente diseñado para resistir a muy altas temperaturas. Aunque el pozo estaría supuestamente a unos 1.000º C de temperatura, el equipo consiguió grabar gritos y lamentos, que según la leyenda provendrían de los condenados y torturados. Habían encontrado el Infierno.
Convencidos de que habían encontrado algo muy peligroso, muchos de los científicos abandonaron su puesto de trabajo de forma inmediata. Sin embargo, los que se quedaron tuvieron una sorpresa aún mayor esa misma noche. Supuestamente, un estallido de luz y gas salió del pozo horas más tarde; y los presentes pudieron ver una figura con alas de murciélago escapar del mismo.
La leyenda termina diciendo que la aparición del demonio causó tal conmoción, que todos los presentes perdieron la cabeza, y algunos de ellos murieron. Para cubrir el incidente, la KGB envió un equipo médico que administró drogas especiales a los científicos para borrar su memoria a corto plazo. Así, se habría intentado eliminar todo recuerdo de lo sucedido, y el pozo quedaría clausurado definitivamente hasta el día de hoy.
A pesar de que la historia del “pozo al Infierno” sea muy difícil de creer, muchas personas en todo el mundo la toman como cierta. En algunos círculos cristianos, por ejemplo, se ha empleado en ocasiones esta historia como supuesta prueba de la existencia física del Infierno. Sin embargo, no solo la leyenda carece de cualquier evidencia, sino que muchos de los detalles de la misma están errados.
Por una parte, el pozo de Kola no se encuentra en Siberia, sino en la provincia rusa del mismo nombre. Además, su profundidad es bastante menor que la que cuenta la historia; y al alcanzar su punto máximo, el lugar permaneció abierto y en funcionamiento varios años, mientras se realizaban todo tipo de investigaciones científicas y geológicas.
Así, por mucho que nos gusten las leyendas urbanas, lo cierto es que el pozo de Kola no fue más que el resultado de un inmenso esfuerzo científico y técnico por parte de la Unión Soviética. Sin embargo, incluso hoy en día el logro sigue siendo impresionante y atrayendo la atención de miles de personas en todo el mundo.
- “The Real Journey to The Center of The Earth : The Kola Superdeep Borehole” en: Interesting Engineering. Recuperado en: 28 Septiembre 2019 de Interesting Engineering: interestingengineering.com.
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- “Well to Hell Hoax” en: Wikipedia. Recuperado en: 28 Septiembre 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.