Corpúsculos de Ruffini: histología, funciones, mecanismos de acción
Los corpúsculos de Ruffini son receptores sensoriales que responden a estímulos mecánicos y a variaciones sutiles de temperatura. Estos consisten en único axón mielinizado que se ramifica en múltiples terminaciones nerviosas que se anclan en el interior de una cápsula.
Esta capsula puede estar compuesta de colágeno sintetizado por fibroblastos o de células perineurales. Estos receptores llevan el nombre del médico y biólogo italiano Angelo Ruffini (1864-1929).
Se localizan tanto en la dermis como en la hipodermis de la piel glabra y pilosa de mamíferos y marsupiales, así como en los meniscos, ligamentos y cápsulas articulares de las articulaciones de algunas aves y mamíferos.
Los corpúsculos de Ruffini encontrados en cada una de las localizaciones anteriores presentan ligeras variaciones en la estructura. Sin embargo, todos ellos son mecanorreceptores que se adaptan lentamente al estímulo y perciben estímulos en campos receptivos pequeños.
Índice del artículo
- 1 Corpúsculos de Ruffini
- 2 Localización
- 3 Histología
- 4 Funciones
- 5 Mecanismo de acción
- 6 Mecanorreceptores
- 7 Referencias
Son receptores sensoriales cutáneos, es decir localizados en la piel, siendo especializados en percibir variaciones de temperatura por encima o por debajo de la temperatura corporal. Adicionalmente, son capaces de percibir bajos niveles de deformación mecánica de la piel, aún en las capas más profundas de esta.
Los mecanorreceptores de adaptación lenta, son capaces de detectar estímulos sostenidos o prolongados de presión sobre la piel, así como leves deformaciones producidas por el estiramiento de la misma. Además de detectar este tipo de estímulos estáticos, también responden a factores dinámicos como el ángulo articular, la velocidad del estímulo y el estiramiento.
Dada su capacidad de detectar señales con campos receptivos muy pequeños, las terminaciones de Ruffini entran dentro de la clasificación de mecanorreceptores de tipo I.
Estos corpúsculos tienen un tamaño bastante pequeño y no son muy numerosos.
Se puede suponer que el cambio estructural en el tejido conectivo (lesiones, mal posición de las articulaciones, cicatrices, procesos degenerativos, envejecimiento) también conduce a un cambio en los corpúsculos de Ruffini. Todo ello debido que se ajustan a los nuevos alrededores.
Las terminaciones o corpúsculos de Ruffini se han encontrado tanto en la piel peluda y glabra de mamíferos y marsupiales como en los ligamentos cruzados y laterales, meniscos y capsulas articulares de las articulaciones.
En la piel glabra o piel desprovista de pelos, presente en las palmas de las manos, plantas de los pies, labios, pubis y pene, los corpúsculos de Ruffini se encuentran localizados a nivel de la capa reticular de la epidermis.
Mientras que, en la piel pilosa o provista de pelos, estos receptores también se disponen en la capa reticular de la epidermis entre los folículos pilosos y en la cápsula de tejido conectivo que reviste la parte del pelo o vello que se inserta en la piel. El conjunto integrado por la cápsula y el mecanorreceptor ha sido denominado como Complejo Pilo-Ruffini.
En primates, estos corpúsculos también han sido encontrados asociados a las regiones de la dermis próxima a la inserción de los pelos que revisten la mucosa nasal.
Finalmente, los corpúsculos de Ruffini encontrados en las cápsulas articulares de aves y mamíferos, se localizan solo en las áreas que se hallan en el interior de la capa fibrosa y de los ligamentos de la cápsula.
Se encuentran formados por numerosas terminaciones nerviosas libres, provenientes de un axón mielinizado común que se encapsulan formando una estructura cilíndrica. En dicha cápsula, los terminales nerviosos se encuentran anclados entre fibras de colágeno de tejido conjuntivo. El axón pierde la vaina de mielina y se bifurca en dos antes de encapsularse formando las terminales nerviosas ramificadas.
La descripción anterior corresponde a la estructura clásica de un corpúsculo de Ruffini. Sin embargo, suelen existir sutiles variaciones en la estructura de los corpúsculos de Ruffini presentes en la piel glabra y en la piel pilosa que reviste diferentes estructuras anatómicas.
Por ejemplo, los corpúsculos de Ruffini localizados en la piel glabra del prepucio suelen originarse a partir de un único axón que se ramifica varias veces antes de perder su revestimiento de mielina dentro de la cápsula de tejido conectivo.
En el caso particular de la piel pilosa, donde se puede formar el Complejo Pilo-Ruffini, el axón forma una espiral que se aproxima al folículo piloso justo por debajo de la glándula sebácea, en donde se ramifica perdiendo la mielina. Las ramificaciones se anclan en la cápsula de tejido conectivo propia del folículo piloso.
Perciben los cambios de temperatura relacionados con el calor y registran su estiramiento. Adicionalmente, identifican la deformación continua de la piel y tejidos profundos.
Al aplicarse una fuerza mecánica sobre la piel, la capsula percibe dicha tensión en sus extremos. Entonces, las terminaciones nerviosas se comprimen alrededor de las fibras de colágeno. Esta compresión se mantiene por un tiempo gracias a la inelasticidad del colágeno, por tanto el estímulo se capta en respuesta a una estimulación prolongada.
Los mecanorreceptores, son receptores sensoriales localizados en la piel que responden a cambios mecánicos como la presión. Esto lo hacen gracias a que funcionan como un sistema transductor de señales.
Es decir, son capaces de captar los estímulos de presión, tensión y distorsión, interpretarlos y transmitir esta información al interior de la célula a fin de generar una respuesta fisiológica.
La señal que es transmitida por este tipo de receptores es nerviosa. Dicho de otro modo, consiste en una descarga eléctrica repetitiva producida por un cambio en el potencial de membrana. La cual ocurre como consecuencia de la excitación o activación del receptor por un estímulo dado.
Los mecanorreceptores se han clasificado en base a la respuesta que son capaces de dar durante las dos fases en las que es aplicado el estímulo. La fase dinámica y la fase estática.
La fase dinámica corresponde a la etapa en la que la intensidad del estímulo aplicado varía, como por ejemplo, cuando se aplica y se deja de aplicar presión sobre la piel. Por su parte, la fase estática hace referencia al período de tiempo en el que la aplicación del estímulo es constante.
Los mecanorreceptores que solo son estimulados durante la fase dinámica generando una respuesta, han sido denominados receptores de adaptación rápida o receptores fásicos. Mientras que, aquellos que son capaces de responder en cualquiera de las dos fases se conocen como receptores de adaptación lenta o receptores tónicos.
A estos dos tipos de receptores principales se les puede subclasificar en dos tipos más en base al tamaño del área en la que pueden percibir estímulos, conocida en fisiología como campo receptivo.
Estos han sido denominados como: receptores de tipo I y receptores de tipo II. Los receptores de tipo I perciben señales en áreas limitadas o campos receptivos pequeños, mientras que los de tipo II lo hacen en grandes campos receptivos.
Finalmente se ha establecido una última clasificación en cuanto a función en: corpúsculos de Meissner, discos de Merckel, los corpúsculos de Paccini y los mencionados corpúsculos de Ruffini.
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