Historia

¿Cómo se construye la historia?


La historia es la ciencia que estudia el pasado de la humanidad desde que se inventó la escritura. La historia busca responder preguntas acerca de eventos que sucedieron en el pasado con la finalidad de entender cómo, cuándo y por qué sucedieron.

Se trata de una ciencia social que tiene sus propios métodos y formas de investigar, clasificar, organizar, verificar e interpretar distintos tipos de datos.

Estos datos pueden consistir en documentos escritos hace cientos de años o pueden involucrar información mucho más reciente disponible en internet.

El trabajo de un historiador combina la investigación científica con el trabajo que hacen los detectives de la policía. El historiador busca indicios y evidencias, y en función de eso trata de reconstruir los eventos que sucedieron en el pasado.

La historia solo abarca los eventos que involucran a las personas desde que existe la escritura, ya que solo desde ese momento en adelante se cuenta con registros fidedignos que narren dichos eventos.

Al conjunto de sucesos ocurridos a la especie humana antes de la escritura se le denomina prehistoria.

¿Para qué sirve la historia?

Una de las razones por las que a muchas personas les disgusta o les aburre la historia es porque no entienden para qué sirve. El hecho es que la historia nos proporciona una perspectiva más amplia sobre muchos problemas que nos afectan en la actualidad.

De hecho, la mayoría de los problemas de las sociedades actuales palidecen en comparación a otras épocas.

Comparar el presente con el pasado puede proporcionar un sentido de esperanza, darnos ánimo para luchar por algo, encontrar inspiración en los grandes personajes que moldearon el futuro en el que ahora vivimos.

Esto quiere decir que la historia no solamente nos permite aprender de nuestros errores, sino también de nuestros aciertos.

¿Cómo se construye la historia?

Como mencionamos al principio, la construcción de la historia se asemeja mucho a la manera como un detective resuelve un crimen o un caso.

También se asemeja a la forma como un científico investiga un fenómeno de interés. De hecho, recordemos que la historia es una ciencia social, y como ciencia se basa en la aplicación del método científico para hallar la verdad acerca de lo que estudia.

A continuación, exploraremos a grandes rasgos las etapas de la investigación histórica.

La selección del tema de estudio

La historia de la humanidad es el resultado del trabajo colectivo de miles de historiadores que se han dedicado a recopilar, organizar, registrar e interpretar la información disponible a lo largo de los siglos.

Es imposible que una misma persona pretenda estudiar toda la historia, por lo que cada historiador se enfoca generalmente en un conjunto reducido de temas de su interés, para poder así poner su grano de arena al desarrollo de este campo del conocimiento.

Una vez seleccionado el tema, comienza la investigación. Esto se suele hacer de dos maneras distintas.

Algunos historiadores comienzan con una hipótesis

El primer paso para construir la historia en muchos casos comienza con una hipótesis. Esta consiste en una idea que se hace el historiador sobre cómo sucedieron las cosas en el pasado.

Basándose en esta hipótesis, el historiador comenzará luego a buscar evidencias que la apoyen o que la contradigan.

Si consigue mucha evidencia en contra de la hipótesis, entonces la puede reformular para que se ajuste más a la realidad.

Es similar a cuando se tiene un sospechoso en un caso policial. Una vez se tiene el sospechoso, la investigación se dirige a encontrar evidencia a favor o en contra de la implicación del mismo, y si no la consiguen, se descarta y se investiga a otro sospechoso.

En muchos sentidos, la hipótesis del historiador establece cómo y dónde este debe buscar información.

Por ejemplo, si un historiador que busca información sobre el paradero de un barco antiguo tiene la hipótesis de que atracó en un puerto en República Dominicana en el año 1615, entonces naturalmente irá a República Dominicana a buscar registros de los puertos en esas fechas.

Otros historiadores parten de un tema y se dejan llevar

A veces sucede que un historiador descubre por casualidad a un personaje que no conocía antes, pero que le parece interesante. Entonces comienza a investigar la vida de dicho personaje para ver qué otras cosas interesantes descubre sobre el mismo.

En este caso, no hay una hipótesis inicial que dirige la investigación. Sin embargo, esto no significa que el mismo historiador no se pueda plantear alguna hipótesis más adelante. De hecho, es lo más común.

La recopilación de la evidencia histórica

La construcción de la historia requiere evidencias que justifiquen los argumentos que expone el historiador. En este sentido, existen dos tipos de fuentes o evidencias que el historiador puede utilizar:

  • Fuentes primarias
  • Fuentes secundarias

Fuentes o evidencias primarias

La evidencia primaria consiste en aquella que está directamente relacionada con los hechos, y que se generó en el mismo periodo en que estos ocurrieron. Algunos ejemplos de fuentes primarias son:

  • Diarios de personajes históricos.
  • Objetos físicos tales como armas, prendas de vestir, joyas, herramientas, etc.
  • Recortes de prensa.
  • Cartas o correspondencia pública o privada.
  • Documentos oficiales, como registros de nacimiento, matrimonio o defunciones.
  • Pinturas y fotografías.
  • Material audiovisual, como grabaciones de audio y/o video.
  • Testimonios orales de testigos directos.
  • Mapas.
  • Edificaciones o construcciones históricas, etc.

La evidencia primaria es siempre la más valiosa. Sin embargo, mientras más antiguo es el período de la historia que se está estudiando, más difícil resulta encontrar evidencia primaria.

Por ejemplo, es imposible obtener fotografías del descubrimiento de América por Cristóbal Colón, ya que en ese entonces no existían las cámaras fotográficas.

Tampoco podemos llevar a cabo una entrevista con un sobreviviente de las guerras napoleónicas porque ya todos los involucrados murieron.

Fuentes o evidencias secundarias

Las fuentes secundarias representan evidencias que aparecen después del tiempo que se estudia.

Por ejemplo, si utilizamos como evidencia una traducción elaborada en el siglo XVII de una carta escrita en el siglo XV, estamos utilizando una fuente secundaria. La fuente primaria sería la carta original del siglo XV.

También son ejemplos de fuentes secundarias los libros escritos por otros historiadores, las revistas, e incluso la información que obtenemos de las páginas en internet.

Interpretación de la evidencia

La historia no solo se trata de recopilar información. Los historiadores también tratan de interpretar la evidencia y de construir un recuento de los hechos que refleje lo que pudo haber motivado a las personas en el pasado.

Esto requiere tener una idea clara sobre el contexto en el que ocurrieron los hechos, y no solamente de los hechos en sí.

La historia cambia constantemente

Es importante aclarar que, a pesar de que existen lineamientos generales acerca de cómo investigar y escribir sobre la historia de la humanidad, cada historiador de cada generación lo hace de una manera diferente.

En consecuencia, la historia del pasado cambia de una generación a otra, ya que los historiadores de una generación puede que se planteen preguntas diferentes sobre el pasado y que encuentren argumentos distintos para explicar la evidencia.

Referencias

  1. American Historical Association (s/f). Writing History: An Introductory Guide to How History Is Produced | AHA. Tomado de historians.org
  2. Belfast High School History (2018). WHAT IS HISTORY? [Archivo de vídeo]. Tomado de youtube.com
  3. Jaramillo, L. F. S. (2005). LA HISTORIA COMO CIENCIA. Tomado de redalyc.org
  4. Löffler, M. (2021). Curious Kids: How is history written and who writes it? Tomado de theconversation.com
  5. The School of Life (2014). What is History for? [Archivo de vídeo]. Tomado de youtube.com