Neuropsicología

Procesos psicológicos superiores: qué son, principales procesos


¿Qué son los procesos psicológicos superiores?

Los procesos psicológicos superiores son un conjunto de sistemas psicológicos humanos desarrollados a partir de otros más básicos, compartidos por animales.

Estos sistemas están mediados por símbolos y se manifiestan gracias a la interacción social y como consecuencia del desarrollo cerebral.

Tienen que ver con nuestra capacidad de razonar o de hablar, y están relacionados con las funciones que suceden en las áreas cerebrales de integración del córtex.

Filogenéticamente, surgieron al aumentar nuestra capacidad craneana, probablemente debido a la necesidad de adaptarnos a ambientes hostiles y cambiantes.

¿Cuáles son las funciones cerebrales superiores?

Una función cerebral inferior se refiere a una reacción innata hacia un estímulo del entorno (si me quemo la mano, la retiro), mientras que las superiores son más elaboradas, como el engaño o la llamada de atención a otros.

Estas funciones son necesarias para actividades típicas del aprendizaje escolar como la lectura, escritura, cálculo, música, deportes, artes, etc. Son conocimientos transmitidos de generación en generación, asumidos como un elemento del patrimonio cultural humano.

Pueden verse a través de nuestra conducta y son muy útiles para desarrollar las capacidades artísticas y la creatividad.

Las funciones cerebrales superiores son, básicamente, las praxias (patrones de movimientos aprendidos), las gnosias (dar significado a lo que captan nuestros sentidos) y el lenguaje. Se basan en estos aspectos:

– Son exclusivas de los humanos, no existen en otras especies animales.

– Las funciones superiores se desarrollan a través de un aprendizaje mediado por la interacción social. La influencia recíproca de la maduración neurológica y las experiencias que se viven van construyendo estas funciones.

– Son necesarias para que se den otros procesos de aprendizaje.

– Nos dan la capacidad de manejar dos o más tipos de información o eventos de manera simultánea.

Principales procesos mentales superiores

Gnosias

Es lo que nos permite reconocer y asociar lo que percibimos. Con las gnosias se otorga significado a lo que captamos. Es la habilidad de reconocer estímulos almacenados en nuestra memoria

Así, las gnosias nos permiten conocer o reconocer nuestro entorno, sus objetos y a nosotros mismos, y encontrarle un sentido.

Se relacionan con los sentidos (olfato, vista, tacto, etc.) y los datos guardados en la memoria, y con la relación entre estos datos y otras funciones cerebrales para percibir nuestro entorno.

Hay dos tipos de gnosias, según su complejidad:

Gnosias simples: percepciones que permiten dar significado a información que llega directamente de los sentidos: visual, táctil, auditivo, gustativo y olfativo.

Gnosias complejas: combinan la información de las gnosias simples con otras funciones cerebrales, y permiten que elaboremos conceptos de tiempo y espacio, velocidad, movimiento, la ubicación espacial de nuestro cuerpo, etc. 

Praxias

Consiste en la realización de movimientos aprendidos controlados y voluntarios. Pueden ser simples o complejos y aparecen como respuesta a ciertos estímulos del entorno.

Algunos ejemplos pueden ser tocar algún instrumento, la comunicación por gestos, abrocharse una camisa, atarnos los zapatos, encender una vela, cepillarse los dientes, etc.

Así, requiere que no tengamos daños en nuestros músculos, articulaciones, huesos… Que los centros cerebrales que dirigen el movimiento estén conservados, al igual que las áreas que supervisan los movimientos que estamos haciendo, y una memoria preservada, ya que tenemos que recordar cómo ejecutar los movimientos que hemos aprendido.

Para que la praxia ocurra necesita que todo el encéfalo funcione correctamente, principalmente los sistemas motores y sensitivos.

Cuando se dan ciertas lesiones cerebrales, aparece una condición llamada apraxia. Significa una incapacidad para hacer tareas motoras aprendidas sin existir ninguna parálisis motora, problemas del tono muscular o de la postura, ni deficiencias sensoriales.

Las praxias y las gnosias no son conceptos separados, y en cuanto a actividad cerebral trabajan de manera conjunta e indivisible. De hecho, existe la llamada “praxia constructiva” en la que trabajan a la vez la gnosia visuoespacial y las praxias. Se observa en tareas como copiar dibujos, hacer puzzles o construcciones con cubos.

Lenguaje

Es la capacidad que más representa a los seres humanos y que nos diferencia de las otras especies. Facilita el aprendizaje de otras funciones cognitivas.

Esta forma humana de lenguaje se considera mediado por la función simbólica, caracterizada por representar ideas mediante símbolos, que pueden combinarse para expresar lo que queramos.

El lenguaje ha permitido la comunicación entre los seres humanos, dar y pedir información y propició la aparición de la escritura, cosa fundamental para el desarrollo de las sociedades humanas.

Funciones ejecutivas

Son los procesos mentales que se encargan de dirigir, supervisar, organizar, y planificar nuestros actos. Son consideradas funciones cerebrales superiores por integrar y manejar una gran cantidad de información.

Están involucrados en la toma de decisiones adecuada, predicción de las consecuencias, resolución de problemas de manera más efectiva, ideas abstractas, etc. Es nuestra parte más “racional”, el “jefe” que se encarga de organizar todos los otros sistemas de la mejor manera posible.

Dentro de las funciones ejecutivas puede incluirse un tipo de atención: aquella que es voluntaria y dirigida a un estímulo conscientemente, aunque no sea de nuestra preferencia, haciendo un esfuerzo por inhibir otras distracciones.

Por ejemplo, podemos elegir atender al profesor en clase, aunque esta sea poco motivante para nosotros, a la vez que evitamos distraernos con ruidos o interrupciones. Esta sería la forma de atención más propia de las funciones ejecutivas y superiores.

Al igual puede ocurrir con la memoria, cuando hacemos un esfuerzo activo para recordar alguna palabra o concepto al que temporalmente no tenemos acceso.

También permiten hacer valoraciones: ver si la decisión que hemos tomado ha sido buena o podríamos haber hecho algo mejor.

Existe asimismo una capacidad llamada metacognición, que nos hace poder regular nuestro propio aprendizaje y reflexionar sobre nuestros propios pensamientos y razonamiento. Sería algo así como pensar sobre nuestra forma de pensar.

Las funciones ejecutivas están localizadas en toda la corteza prefrontal de nuestro cerebro, y los principales neurotransmisores que participan son la norepinefrina y la dopamina.

Comportamiento y alteraciones

Uno de los métodos para descubrir el comportamiento de las funciones cerebrales superiores ha sido a través de estudios de lesiones.

Es decir, se observa con alguna técnica de neuroimagen qué región del cerebro está dañada y se asocia con los comportamientos en los que la persona tiene dificultades.

Comparando muchos estudios de lesiones diferentes, se acaba descubriendo áreas que si se perjudican provocan los mismos resultados en el comportamiento en todos los individuos.

A través de estudios de neuroimagen también se ha podido observar cómo varios participantes que llevaban a cabo ciertas actividades, activan ciertas áreas cerebrales según cada momento. 

Sin embargo, al contrario que las funciones inferiores, es importante saber que las funciones cerebrales superiores no están localizadas en áreas delimitadas del cerebro, sino que más bien están integradas en grupos que conforman una red cerebral llena de conexiones neuronales.

Cuatro tipos de corteza

Para comprender mejor cómo se organizan las funciones cerebrales superiores, describiremos los cuatro tipos de corteza cerebrales que existen y su localización.

Cortezas primarias

Son las que reciben directamente la información sensorial desde la periferia.

Son principalmente el área visual (situada en la corteza occipital), el área auditiva (lóbulos temporales), área gustativa (opérculo parietal), área olfativa (áreas frontobasales), áreas motoras (circunvolución pre-rolándica) y área somatosensorial (circunvolución post rolándica).

Si estas cortezas se lesionan, provocan dificultades en la sensibilidad como ceguera, hipoestesia o disminución de la sensibilidad o parálisis parciales. La información que procesan estas zonas se envía a las cortezas unimodales.

Cortezas de asociación unimodales

Estas serían las más relacionadas con las funciones cerebrales superiores, ya que le dan un sentido a la información que llega de las cortezas unimodales, según lo aprendido en experiencias anteriores.

Sus neuronas envían proyecciones a las cortezas heteromodales y regiones paralímpicas.

Cortezas de asociación heteromodales

También llamadas multimodales, se asocian con las funciones cerebrales superiores porque integran información tanto motora como sensitiva de distintas modalidades diferentes.

Este procesamiento es el que nos permite desarrollar la atención, el lenguaje, la planificación de los movimientos voluntarios, el procesamiento visoespacial, etc.

Corteza límbica y paralímbica

Son las involucradas en el procesamiento emocional y consisten en las regiones más antiguas, filogenéticamente hablando. Incluyen áreas como la amígdala, el hipocampo, el cíngulo, la ínsula, etc.

Establece múltiples conexiones con las cortezas unimodales, heteromodales y otras estructuras, como el hipotálamo.

Referencias

  1. Fernández Viña, A. L. y Ferigni, P. L. (2008). Las Funciones Cerebrales Superiores. De Grupo PRAXIS.
  2. Fujii, T. (2009). Neuroimaging studies on higher brain functions. Rinsho Shinkeigaku.
  3. Rodríguez Rey, Roberto (2005). Funciones cerebrales superiores. De la Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Tucumán.