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80 frases de C. S. Lewis sobre el amor, Dios, la esperanza, y más


C.S. Lewis (1898-1963) fue un escritor, crítico literario, locutor de radio, ensayista y académico británico, conocido como un gran medievalista. Fue amigo de J.R.R. Tolkien (autor de El señor de los anillos) y juntos formaron parte activamente de un grupo literario informal de la universidad de Oxford, llamado los “Inklings”.

Siendo joven se definió como ateo, pero luego se reconvirtió al cristianismo, a la iglesia de Inglaterra, lo cual tuvo una enorme influencia en sus obras.

Hemos hecho una selección de las mejores frases de C. S. Lewis, autor de conocidas obras como Las crónicas de Narnia, Cartas del diablo a su sobrino y Trilogía cósmica.

Las mejores frases de C.S. Lewis

-Las dificultades preparan a menudo a una persona normal para un destino extraordinario.

-Nunca se es demasiado viejo para fijar otra meta o soñar un nuevo sueño.

-Las cosas extraordinarias solo pasan a la gente extraordinaria.

-Somos lo que creemos que somos.

-La verdadera humildad no es pensar menos de ti, es pensar de ti menos.

-Algún día serás lo suficientemente mayor como para comenzar a leer de nuevo cuentos de hadas.

-La experiencia: ese es el más brutal de los maestros. Pero aprendes, Dios mío, aprendes.

-Distingo cuatro causas de la risa humana: la alegría, la diversión, el chiste y la ligereza.

-La integridad es hacer lo correcto, incluso cuando nadie está mirando.

-Puedes hacer cualquier cosa al escribir.

-La amistad es innecesaria, como la filosofía, como el arte. No tiene valor para sobrevivir, en su lugar es una de esas cosas que dan valor a la supervivencia.

-Si nos encontramos con el deseo de que nada en este mundo nos puede satisfacer, la explicación más probable es que fuimos hechos para otro mundo.

-Comer y leer son dos placeres que combinan admirablemente.

-El afecto es responsable de nueve décimas partes de cualquier felicidad sólida y duradera que hay en nuestras vidas.

-Lo que ves y oyes depende en buena medida de tu situación, también depende de qué clase de persona eres.

-La amistad nace en el momento en el que un hombre le dice a otro: ¡Qué! ¡Tú también! ¡Pensaba que era solo yo!

-El fracaso, fracasos repetidos, son huellas en el camino hacia el logro. Se fracasa de camino al éxito.

-La tarea del educador moderno no es talar selvas, sino regar desiertos.

-El humor implica un cierto sentido de las proporciones y la capacidad de verse a uno mismo desde fuera.

-El amor es algo más severo y espléndido que la mera bondad.

-Los milagros no rompen las leyes de la naturaleza.

-No conocemos gente ordinaria en nuestras vidas.

-Las cosas no ocurren de la misma forma dos veces.

-No te atrevas a no atreverte.

-Hay muchas, muchas mejores cosas por delante que cualquiera que dejamos atrás.

-El presente es el punto en el que el tiempo coincide con la eternidad.

-No puedo imaginar a un hombre disfrutando realmente de un libro y leyéndolo solo una vez.

-El dolor que siento ahora es la felicidad que tenía antes. Ese es el trato.

-Los humanos siempre están reclamando propiedades que resultan igualmente ridículas en el cielo y en el infierno.

-Las aventuras nunca son divertidas mientras las estás teniendo.

-Si no hubiera trabajo ni látigo, no habría tampoco establo, ni heno, ni mazmorra, ni avena.

-No merece la pena leer ningún libro a los cinco años, si no merece la pena leerlo también a los cincuenta y más.

-Las palabras malévolas pueden herir tus sentimientos, pero el silencio rompe tu corazón.

-Creo en el cristianismo al igual que creo que el sol ha salido: no solo porque lo veo, sino por lo que veo en todos los demás.

-Escribe sobre lo que realmente te interesa, ya sean cosas reales o imaginarias, y nada más.

-Con la posible excepción de la línea del ecuador, todo comienza en alguna parte.

-Dios nos permite experimentar los puntos bajos de la vida para enseñarnos lecciones que no podríamos aprender de otra forma.

-Los cristianos no creen que Dios los amará porque son buenos, sino que Dios los hace buenos porque los ama.

-Los chistes, así como la justicia, aparecen con el lenguaje.

-A los hombres no les irrita la mera desgracia, sino la desgracia que consideran una afrenta.

-Nunca nadie me dijo que el dolor se siente tan parecido al miedo.

-Si buscas la verdad, podrás encontrar confort al final; si buscas confort, no encontrarás ni verdad ni confort.

-Las cosas inventadas parecen mucho más importantes que las reales.

-Para ser enorme y efectivamente malo, un hombre necesita alguna virtud.

-Si amas profundamente, vas a salir dañado profundamente. Pero aun así merece la pena.

-El hombre no puede ni hacer ni retener un instante de tiempo; todo el tiempo es un puro regalo.

-No puedes saber, solo puedes creer – o no.

-Todos debemos tener mucho cuidado con nuestro genio, teniendo en cuenta las dificultades que debemos afrontar.

-No es simplemente la fatiga como tal la que produce la irritación, sino las exigencias inesperadas a un hombre ya cansado.

-Cuando perdemos una bendición, otra se da a menudo en su lugar de forma inesperada.

-Nos reímos del honor y luego nos sorprendemos de encontrar traidores entre nosotros.

-Hay algo en todo esto que no comprendo: pero si algún día necesitamos saberlo, puedes estar seguro de que lo sabremos.

-Cuando hayan aprendido realmente a amar a sus prójimos como a sí mismos, les será permitido amarse a sí mismos como a sus prójimos.

-Nada es tan fuerte como para privar a un hombre de sus mejores años.

-Una explicación de la causa no es una justificación por la razón.

-Todavía hay esperanza, cuando nos enfrentamos sin prejuicios a un problema sin solucionar. Sin embargo, no hay esperanza si actuamos como si el problema no existiese.

-No hay nada que eche a perder más el gusto de una buena comida como el recuerdo de otra comida mágica pero perversa.

-Por supuesto, como toda persona con sentido común, recordó que uno jamás debe encerrarse en un armario.

-No espero encontrar cabezas viejas sobre hombros jóvenes.

-De todos los vicios, solo la cobardía es puramente dolorosa: horrible de anticipar, horrible de sentir, horrible de recordar; el ocio tiene sus placeres.

-El odio es a menudo la compensación mediante la que un hombre asustado se resarce de los sufrimientos del miedo.

-No consideraremos milagrosa ninguna experiencia que podamos tener, sea la que sea, si de antemano mantenemos una filosofía que excluye lo sobrenatural.

-La educación sin valores, por más útil que nos pueda parecer, solo hace de los hombres un demonio más inteligente.

-Si el universo entero no tiene sentido, nunca deberíamos haber descubierto que no tiene sentido.

-¿Puede un mortal hacerle una pregunta a Dios que sea incontestable? Sí puede, solo basta con razonar que todas las preguntas sin sentido, son incontestables.

-Los humanos son anfibios: mitad espíritu, mitad animal. Como espíritus, pertenecen al mundo eterno, pero como animales, habitan en el tiempo.

-Dios no puede darnos paz y felicidad sin él, simplemente no existe tal cosa.

-Recemos para que la raza humana nunca deje la Tierra para esparcir su inocuidad por el resto del universo.

-Existen dos tipos de personas, aquellos que le dicen a Dios “hágase tu voluntad” y aquellos a los que Dios les dice “ok, bueno, hazlo a tu manera”.

-Escribir es como una “lujuria”, o como “rascarse cuando te pica”. La escritura viene como resultado de un impulso muy fuerte, y cuando llega, yo, por mi parte, debo sacarla de una sola vez.

-Siempre intenta usar el lenguaje de tal forma que quede claro lo que quieres decir y que lo que digas no pueda ser interpretado de otra manera.

-El cristianismo, si es falso, es simplemente irrelevante. Si es auténtico, es de vital importancia. Es la única cosa que no puede ser a medias.

-Mucho antes de que la historia comenzara, nosotros, los hombres, nos apartamos de las mujeres e hicimos muchas cosas juntos. Fueron buenos tiempos.