Historia

Plan de Tuxtepec: antecedentes, proclamación, puntos, consecuencias


El Plan de Tuxtepec fue un llamamiento efectuado por el general Porfirio Díaz para derrocar al gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada. El pronunciamiento tuvo lugar el 10 de enero de 1876 mediante un documento firmado en San Lucas Ojitlán, distrito de Tuxtepec (Oaxaca), de donde toma su nombre.

El documento mantenía la mayoría de los argumentos que ya contenía el Plan de la Noria, otro pronunciamiento liderado por el propio Díaz en 1875 para derribar al gobierno de benito Juárez. En ambos casos, Porfirio se posicionaba en contra de la reelección presidencial.

Porfirio Díaz también criticaba la corrupción dentro del gobierno de Díaz, además de reconocer la legalidad de la Constitución de 1857 y de las Leyes de Reforma. Este pronunciamiento contó con el apoyo de un grupo importante de militares.

En marzo de 1876, el Plan de Tuxtepec fue modificado para nombrar a Porfirio Díaz como jefe del movimiento. Tras unos meses de enfrentamiento, Lerdo de Tejada fue derrotado. Las elecciones de 1877 dieron paso a una nueva etapa de la historia de México, el Porfiriato, que se prolongaría hasta 1910.

Índice del artículo

Antecedentes

Las elecciones presidenciales de 1871 enfrentaron al presidente en funciones, Benito Juárez, a Sebastián Lerdo de Tejada y a Porfirio Díaz.

Juárez fue proclamado vencedor en medio de numerosas acusaciones de fraude electoral. Este resultado no fue aceptado por el general Porfirio Díaz, quien proclamó el llamado Plan de la Noria el 8 de noviembre del mismo año.

Este llamamiento estuvo seguido de la Revolución de La Noria. Porfirio consiguió el apoyo de parte del ejército y de algunos gobernadores, como el de Oaxaca, Félix Díaz. Sin embargo, pronto comenzó a acumular derrotas.

Porfirio Díaz tuvo que partir al exilio en los Estados Unidos el 1 de febrero de 1872, donde permaneció hasta marzo. Al regresar, prometió seguir combatiendo a Juárez.

Muerte de Juárez

La muerte de Benito Juárez, el 18 de julio de 1873, detuvo la Revolución de La Noria. Su sustituto fue, tal y como marcaba la legalidad, el presidente de la Suprema Corte, Sebastián Lerdo de Tejada. Como presidente transitorio, su función era preparar unas nuevas elecciones.

El nuevo mandatario concedió una amnistía a todos rebeldes que accedieran a dejar las armas. Sin embargo, la Ley de Absolución promulgada el 28 de julio, no convenció a los porfiristas. Díaz, a pesar de presentar algunas quejas, abandonó Tepic para ponerse a disposición de la administración en la capital.

Lerdo de Tejada convocó las elecciones para el día 13 de octubre y su rival en las mismas fue, de nuevo, Porfirio Díaz. El resultado favoreció al primero, que fue proclamado Presidente de la República para el periodo 1872-1876.

Cuando las nuevas elecciones se acercaban, Lerdo anunció que pretendía optar a la reelección.

Proclamación

Lerdo de Tejada tuvo que ajustar los preceptos constitucionales para intentar ser reelegido como presidente. En cuanto anunció su propósito, varios sectores sociales mostraron su rechazo, entre ellos Porfirio Díaz.

Elaboración del Plan de Tuxtepec

Porfirio volvió a repetir los pasos que había dado con su Plan de La Noria. A finales de 1875 encargó a Vicente Riva Palacio e Ireneo Paz, dos intelectuales liberales, que comenzaran a redactar un documento para llamar a la rebelión contra Lerdo de Tejada.

El resultado final fue, en realidad, poco novedoso. En el documento original solo se afirmaba la vigencia de la Constitución de 1857 y de las Leyes de Reforma como los referentes legales del país. Igualmente, los autores insistían en la importancia de la no-reelección.

Por otra parte, el documento culpaba a Lerdo de Tejada de rodearse de “prisioneros y asesinos” y de entregar las riquezas del país a extranjeros.

Llamamiento a la rebelión

El Plan de Tuxtepec fue hecho público el 10 de enero de 1876, en San Lucas Ojitlán, distrito de Tuxtepec, en el estado de Oaxaca.

Además de Díaz, el Plan fue firmado por varios militares, como el coronel Hermenegildo Sarmiento, Vicente Riva Palacio o Protasio Tagle. Los firmantes llamaron a que los mexicanos se levantaran en armas contra Lerdo de Tejada.

Nada más anunciarse el Plan, varios regimientos militares se alzaron en armas por todo el país. Algunos gobernadores fueron depuestos de sus cargos y los rebeldes tomaron algunas localidades. A finales de enero, Fidencio Hernández se unió al levantamiento en Oaxaca.

Modificación del Plan

En marzo de 1876, el documento original del Plan de Tuxtepec fue modificado en Palo Blanco. El principal cambio fue otorgar a Porfirio Díaz el liderazgo del denominado Ejército de Recuperación, las que luchaban contra el gobierno de Lerdo.

Mientras, la rebelión sumaba cada vez más partidarios en todo el país. En la capital, José María Iglesias, presidente de la Suprema Corte, afirmó que la reelección había sido ilegal y que, por lo tanto, él debía ocupar la presidencia de manera transitoria hasta convocar nuevas elecciones.

Tras esa declaración, Iglesias abandonó la capital y se refugió en Guanajuato. Allí, el gobernador del estado lo reconoció como presidente legítimo, algo a lo que se sumaron otros gobernadores, como los de Colima, Jalisco, Guerrero, Sonora o San Luis Potosí.

Puntos principales

Como se ha señalado, la primera versión del Plan de Tuxtepec tenía como principal argumento la oposición a la reelección de Sebastián Lerdo de Tejada.

Sufragio efectivo, no reelección

El lema de Porfirio Díaz ya desde la proclamación del Plan de la Noria era “Sufragio efectivo, no reelección”. El Plan de Tuxtepec estaba totalmente basado en ese concepto.

El documento impulsado por Díaz rechazaba a Lerdo de Tejada como presidente del país. En el escrito aparecía fuertes críticas a su gobierno, al que tachaban de corrupto y de eliminar la separación de poderes. Igualmente, afirmaba que había abusado de sus capacidades y había convertido el sufragio en una farsa.

Críticas económicas

Las críticas a Lerdo no se quedaban solo en el ámbito político. El documento también hacía referencia a la economía del país y acusaba al gobierno de realizar concesiones a países extranjeros, de provocar que la agricultura y el comercio se estancaran y de ser el culpable del crecimiento de la pobreza.

Reconocimiento de las leyes vigentes

Otro de los puntos principales del Plan era el que reconocía a la Constitución de 1857 como la única válida en el país. Junto a la Carta Magna, el documento también recogía la vigencia de las Leyes de Reforma.

Por otra parte, los impulsores del llamamiento pedían a los estados que se adhirieran al mismo y reconocían los gobiernos estatales que lo hicieran. En el caso de que no se sumaran, el manifiesto declaraba la intención de removerlos del cargo.

Planes para el futuro

El documento, que fue modificado posteriormente para añadir cuatro nuevos puntos, contenía también los pasos que debían seguirse tras el derrocamiento de Lerdo.

En primer lugar, el Plan establecía que dos meses después de que los rebeldes tomaran la capital debían convocarse elecciones. Mientras estas se celebraban, el presidente de la Suprema Corte de Justicia asumiría la presidencia del país.

Uno de los puntos que se añadió el 21 de marzo de 1876 nombraba a Porfirio Díaz como líder de los insurrectos.

Consecuencias

La reacción del gobierno al Plan de Tuxtepec fue inmediata. Lerdo de Tejada persiguió a los rebeldes y se produjeron múltiples enfrentamientos militares entre ambos bandos.

En un principio, los partidarios de Lerdo consiguieron derrotar a sus enemigos en varias batallas. Esto provocó que los porfiristas iniciaran una guerra de guerrillas en varias zonas del país. Díaz, por su parte, viajó a Cuba para conseguir refuerzos y armas.

La batalla de Tecoac supuso un punto de inflexión que llevaría a la victoria final de Porfirio Díaz. La victoria de su ejército, el 16 de noviembre de 1876, selló el destino de México.

Huida de Sebastián Lerdo de Tejada

Tras la derrota de sus hombres en Tecoac, Lerdo de Tejada entendió que la victoria de los rebeldes era inevitable. El presidente presentó su renuncia y se marchó exiliado a Estados Unidos.

A pesar de que José María Iglesias, a quien correspondía la presidencia transitoria, intentó continuar luchando para derrotar a los porfiristas, el 24 de noviembre de 1876 Porfirio Díaz entró vencedor en la Ciudad de México.

El Porfiriato

Porfirio Díaz ganó las elecciones generales celebradas en 1877. Aunque en ese momento aún no se sabía, ese momento marcó el comienzo de un nuevo periodo en la historia de México, el Porfiriato, que se prolongó hasta 1910.

Díaz olvidó pronto su lema antireeleccionista y ocupó la presidencia ininterrumpidamente, con un breve intervalo en el que ejerció como poder en la sombra, hasta el estallido de la Revolución mexicana.

Sus primeras medidas buscaron pacificar el país y, para ello, formó un gobierno fuerte que pudiera controlar a los diferentes estados del país. Díaz reprimió con dureza las rebeliones militares que estallaron, así como a los opositores.

En el aspecto positivo, el Porfiriato logró estabilizar el país y mejorar la economía. Esto último, no obstante, lo consiguió otorgándole numerosos privilegios a los inversores extranjeros. La desigualdad económica y social aumentó durante su mandato.

Principales personajes implicados

Porfirio Díaz

Porfirio Díaz vino al mundo en Oaxaca de Juárez, el 15 de septiembre de 1830. Su participación en la guerra contra los franceses le concedió popularidad entre los mexicanos, especialmente tras recuperar Ciudad de México.

El entonces general encabezó una rebelión contra la intención de Benito Juárez de ser reelegido en 1871, tras lanzar el Plan de la Noria. Cinco años más tarde, volvió a levantarse en armas en contra de la reelección, en esta ocasión de Lerdo de Tejada.

Tras derrotar al gobierno de Lerdo, Porfirio Díaz se proclamó presidente de México en 1877 e instauró un régimen que ha pasado a la historia con el nombre de Porfiriato.

Una vez en el poder, Porfirio cambió el artículo constitucional que prohibía la reelección. Díaz ejerció un control absoluto del país y no dudó en reprimir a sus posibles opositores. Su estancia en el poder se prolongó hasta el estallido de la Revolución mexicana.

Sebastián Lerdo de Tejada

Este político mexicano nació en Jalapa en 1827. Entre otros cargos, Lerdo de Tejada fue fiscal de la Suprema Corte y ministro de Relaciones Exteriores durante la presidencia de Comonfort.

En mayo de 1831 se alió con Benito Juárez y ocupó el ministerio de Relaciones Exteriores, Gobernación y Justicia durante su gobierno. En el ámbito militar, Lerdo de Tejada participó en la guerra contra los franceses.

Después de la victoria de la República, el político llegó a simultanear varios cargos: ministro de Relaciones Exteriores de Gobernación, diputado y presidente de la Suprema Corte.

Su apoyo a Juárez terminó cuando este anunció su intención de ser reelegido en 1871. Lerdo de Tejada fundó su propio partido, aunque no logró derrotar a su rival en las urnas. Sin embargo, Juárez lo nombró nuevamente presidente de la Suprema Corte de Justicia.

La muerte de Juárez provocó que, de acuerdo a la Constitución, el presidente de la Suprema Corte asumiera la presidencia de manera transitoria. Lerdo de Tejada, después de vencer en las elecciones extraordinarias, se convirtió en presidente del país.

Lerdo de Tejada intentó repetir la misma maniobra que Juárez y se presentó a la reelección. Porfirio Díaz, quien ya se había levantado en armas contra Juárez, promulgó el Plan de Tuxtepec para derrocar al gobierno.

Tras ser derrotado en el campo de batalla, Lerdo de Tejada se exilió en Estados Unidos. Nunca más regresó a México.

José María Iglesias

Nacido en Ciudad de México en enero de 1823, José María Iglesias ocupó diferentes cargos en el gobierno durante los años anteriores a la proclamación del Plan de Tuxtepec

Así, este político fue Ministro de Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública, Ministro de Gobernación y Justicia e Instrucción Pública, Oficial Mayor e Presidente de la Suprema Corte de Justicia.

Iglesias se posicionó en contra de Lerdo de Tejada tras las elecciones de 1876 y se autoproclamó presidente interino del país, ya que en ese momento era quien encabezaba la Suprema Corte.

Porfirio Díaz presionó a Iglesias para que se adhiriera al Plan de Tuxtepec. Iglesias, tras algunos momentos de duda, prefirió unirse a la lucha por el poder lanzando el Plan de Salamanca.

La persecución a la que lo sometió Porfirio Díaz obligó a Iglesias a salir del país. El político se exilió a Estados Unidos y no regresó a México hasta finales de 1877.

Referencias

  1. Museo de las Constituciones. Plan de Tuxtepec lanzado por Porfirio Díaz en contra de la reelección de Sebastián Lerdo de Tejada a la Presidencia de la República. Recuperado de museodelasconstituciones.unam.mx
  2. Historia de México breve. El Plan de Tuxtepec. Obtenido de historiademexicobreve.com
  3. Staff Close Up. Plan de Tuxtepec, hecho histórico que cambió el destino de México. Obtenido de revistacloseupoaxaca.com
  4. Encyclopedia of Latin American History and Culture. Plan of Tuxtepec. Obtenido de encyclopedia.com
  5. Tuxtepec Turismo. Plan of Tuxtepec. Obtenido de tuxtepecturismo.com
  6. The Editors of Encyclopaedia Britannica. Sebastián Lerdo de Tejada.
    Obtenido de britannica.com
  7. Minster, Christopher. Biography of Porfirio Diaz, Ruler of Mexico for 35 Years. Obtenido de thoughtco.com