¿Cómo prevenir el bullying? 15 soluciones efectivas
Prevenir el bullying escolar es importante para evitar las graves consecuencias que suele tener y procurar que los niños tengan una buena calidad de vida. Se trata de soluciones y acciones preventivas en las que pueden colaborar tanto profesores como padres.
Pero, ¿se puede evitar completamente el bullying? Aunque algunos profesores o directores de colegio lo ven complicado, sí se puede. Sin embargo, es necesario hacer un buen trabajo: para erradicarlo es importante que colaboren padres y profesores.
Maduras y sólidas políticas de los centros de educación, inclusión en los programas de estudio por parte de los docentes, así como un seguimiento profundo del parte de los padres, son algunas de las principales herramientas de prevención.
Acciones y soluciones para profesores
Algunas acciones que pueden llevar los maestros son:
Enseñar valores de compañerismo y tolerancia
Los valores tienen que partir de la dirección del colegio. Los maestros son dirigidos por el director y es este el que tiene que promover valores de compañerismo, tolerancia, respeto y no tolerancia del bullying.
Los maestros los trasladaran a sus alumnos con el lenguaje, recompensas, castigos, dinámicas de grupo y actitud.
Observar y no tolerar nada de bullying
Es importante que el maestro o profesor aprenda a observar el comportamiento de sus alumnos tanto dentro como fuera del aula. ¿Insultan a alguien? ¿Tratan mal a alguien?
Si observa algún comportamiento señal de bullying no deberá tolerarlo, porque lo más leve puede desarrollarse al grado más grave en el que la víctima sufrirá graves consecuencias.
Los maltratadores deberán ser castigados y se deberá pensar entre los maestros si es necesario expulsarlo del centro en caso de que siga con su comportamiento negativo.
A menudo, son algunos niños los que sufren el bullying por un grupo con un cabecilla o líder. Es importante identificarlo y poner las medidas necesarias para que no siga maltratando.
Posibilidad de cambiar de centro
La prioridad debe ser que no haya maltratadores, pero si es un caso muy grave y no se ve otra solución, se debe pensar en que el niño víctima cambie de centro.
En otro colegio podrá tener nuevas relaciones personales. Por otra parte, es importante que en colegio nuevo al que vaya no se conozcan casos de bullying y se controle bien.
Informarse y capacitarse
Los docentes no solo tienen como objetivo el impartir conocimientos, sino que además deben contextualizar la educación del individuo. Aprender a relacionarse entre sus pares así como aprender a disfrutar y vivir determinados valores, es esencial para el niño o adolescente.
Cada día y con el mayor avance tecnológico, se accede a más información. El educador debe leer constantemente sobre diferentes temáticas y aprender.
En el caso del bullying, existen patrones de conducta en los niños agresores así como en las víctimas también. Si los maestros no conocen estos patrones, será difícil detectar algunos casos donde el acoso no es evidente.
Actualmente el tema del bullying ha tenido gran difusión debido a las alarmantes cifras que se divulgan.
Asistir a talleres, seminarios, etc. en los que se trabaje este tema, debiera estar permanentemente en la agenda de los profesores.
Compartir en la sociedad sus conocimientos
Una vez que los docentes disponen de la información y conocimiento suficientes, es fundamental que lo compartan con los demás actores sociales.
Son escasos los países en los que hay una clara política educacional respecto al bullying, de ahí la importancia de difundir el tema.
Elaborar un código de conducta adecuado
No hay que esperar a detectar casos para actuar en consecuencia. Hay que adelantarse y evitar que aparezcan, y para ello nada mejor que construir un adecuado ambiente de convivencia.
En dicho espacio de integración, en el que los niños aprenden a compartir, la tolerancia y la autocrítica deben ser valores cruciales.
Para reforzar este concepto, el docente puede recurrir a estrategias pedagógicas, que vayan “marcando a fuego” dichos valores.
Hay que resaltar la importancia de ser tolerantes, explicar las razones por las cuales está mal burlarse de los demás o agredir física o verbalmente.
Hay que ser explícitos y directos, no transmitir mensajes entre líneas. Cada día se puede instrumentar una actividad de unos pocos minutos que ayude a construir estos códigos de conducta.
Otro aspecto importante es condenar y castigar de manera clara las conductas que se salgan de los códigos establecidos. Ciertas medidas ejemplarizantes pueden ser muy efectivas a la hora de no volver a repetir algo que está mal.
Participar y promover la creación de políticas educacionales
Los docentes tienen la responsabilidad de luchar por los recursos que entienden necesarios.
La educación ha de ser integral y para ello hay que afrontar también los problemas de comportamiento, como lo es el bullying.
A falta de políticas claras, los maestros deben reunirse con directores y autoridades de gobierno para construir el marco adecuado.
Definir un compromiso colectivo
El docente debe insistir hasta el cansancio en que el bullying es un problema de todos, al igual que otros trastornos de conducta. Por tanto, todos y cada uno de los docentes, padres, amigos, familiares, etc. deben contribuir a la solución del problema.
La intimidación y el hostigamiento deben ser condenados y perseguidos para su erradicación. Cada uno desde su lugar y con su estrategia, pero todos detrás del mismo objetivo.
Acciones para padres
A continuación van 7 acciones que puedes hacer:
Observa a tu hijo
Si tu hijo vive deprimido, con ansiedad, frustración o con problemas para relacionarse, es posible que sufra bullying. Tendrás que hablar con sus maestros y observar cómo se relaciona con sus compañeros.
Por otra parte, puedes hacer preguntas indirectas para que no se sienta presionado al contar lo que le ocurre.
Piensa en cambiarlo de colegio
La realidad es que hay colegios que no tomarán las medidas necesarias para parar a los maltratadores. En ese caso tendrás que pensar seriamente en cambiar a tu hijo de colegio o sufrirá las consecuencias.
Puede que el niño no evalúe si puede cambiar de colegio y aceptae las decisiones de sus padres como órdenes. Si tomas esta decisión, elige un colegio con un buen ambiente, buenos valores y en el que no se tolere el bullying.
Informarte e investiga sobre el tema
Es muy importante que leas sobre el acoso escolar y te informes adecuadamente.
Puedes buscar información en internet (en este mismo blog he escrito varios artículos), hablar con los docentes o con psicoterapeutas. Si estás bien informado puedes transmitir esta información a tus hijos y detectar precozmente cualquier situación anómala.
Hablar del bullying en casa
No esperes a que el bullying afecte a tus hijos. Mientras comparten una cena por ejemplo, llevar el tema a la mesa.
Sin rodeos y con un lenguaje claro, puedes explicarle a tus hijos en qué consiste este trastorno, cuáles son las causas y cuáles pueden ser las consecuencias.
Procura que las conversaciones que tengas con tus hijos acerca del bullying sean participativas. Incluye a otros familiares, por ejemplo a hermanos mayores o abuelos. Que desde pequeños tengan una visión integral de los temas, es algo que los va a ayudar.
Por otra parte, es probable que un adolescente no saque el tema para conversar, aunque puedes notar síntomas como ansiedad, depresión, frustración…
Fijar pautas claras de comportamiento
La primera educación y tal vez la más importante, es la que se recibe en el hogar.
Como padre, eres tú quien decide qué conductas están permitidas y cuáles no. En el caso concreto del bullying, hay que desterrar ciertas actitudes que puedan estar asociadas a un comportamiento de maltrato o intimidación.
Cualquier conducta que favorezca un clima propicio para el bullying hay que condenarla y castigarla inmediatamente.
En el momento que planteas el castigo, tienes que dar las razones por lo cual lo estás haciendo.
Limita el uso de Internet
Hoy parece incontrolable el acceso a internet por parte de los niños o adolescentes. Como padre o como madre tú debes tener el control, y por tanto tienes que ejercerlo.
La tecnología con todas sus ventajas, es un medio por el cual nuestros hijos ingresan a un mundo desconocido.
Los límites no deben estar necesariamente en la cantidad de tiempo en la que están conectados, sino con el tipo de información que se comparte y los contactos que tienen en las redes sociales.
La gran exposición así como una cantidad indiscriminada de contactos, pueden ser factores de riesgo para sufrir acoso cibernético.
Cuando sean mayores ellos podrán controlar sus contactos y la información que comparten pero hasta entonces, tú debes controlar estrechamente su conducta en este sentido.