Biología

Cultivos transitorios: características, tipos y mantenimiento


Los cultivos transitorios son aquellos que abarcan un ciclo vegetativo menor de 12 meses, alcanzando en algunos casos solo entre 3 y 6 meses. También se denominan cultivos de ciclo corto o cultivos anuales, y son lo contrario de los cultivos perennes.

Algunos ejemplos de este tipo de cultivo son los cereales (arroz, cebada, maíz, trigo), las oleaginosas (algodón, ajonjolí), los tubérculos (papa, batata), las hortalizas (brócoli, cebolla, coliflor, pimentón, tomate) y diversas especies florísticas y ornamentales.

La principal particularidad de los cultivos transitorios es que, luego de ser cosechados, la planta culmina su ciclo vegetativo. De hecho, las plantas deben ser removidas del terreno y, para lograr otra cosecha, se debe iniciar una nueva siembra.

Frecuentemente, la producción de cultivos transitorios esta destinada a la alimentación humana en forma directa o como alimentos procesados perecederos. De igual forma, son fuente de materia prima para la industria agroalimentaria y para consumo animal, bien sea directo o en forma de alimento concentrado.

Índice del artículo

Características

Ciclo de cultivo

En los cultivos transitorios el ciclo del cultivo abarca desde el momento de la siembra, pasando por la germinación, el crecimiento, la floración y la fructificación, hasta llegar a la cosecha. Cuando culmina la cosecha la planta muere, por lo que se requiere iniciar el ciclo para obtener una nueva producción.

Plantas tan diversas como las de la acelga, el calabacín, la cebolla, la lechuga, el maíz, el pepino o el tomate culminan su ciclo vital luego de ser cosechados. Por esta razón, si se desea una nueva producción se debe cultivar de nuevo.

Duración del ciclo de cultivo

Atendiendo al lapso entre el inicio de la siembra y la cosecha, los cultivos transitorios duran doce meses o menos; de ahí que la denominación “cultivo transitorio” es sinónimo de cultivo de ciclo corto o cultivo anual.

En zonas templadas el ciclo de vida de la mayoría de hortalizas abarca desde comienzos de primavera hasta mediados de otoño. En los trópicos la producción hortícola se desarrolla todo el año, dependiendo de las condiciones ambientales y de la disponibilidad de riego.

Actualmente el uso de invernaderos ha permitido producir cultivos transitorios durante todo el año con base en la demanda agrícola. De esta forma, cultivos como la lechuga o la espinaca realizan varios ciclos productivos durante un año.

Ejemplos

– Acelga (65 días).

– Arveja (entre 10 y 90 días).

– Cebolla (entre 120 y 150 días).

– Lechuga (60 días).

– Papa (entre 90 y 120 días).

– Remolacha (75 días).

– Pimentón (entre 80 y 100 días).

– Tomate (entre 80 y 90 días).

– Coliflor (entre 120 y 150 días).

– Maíz (entre 90 y 120 días).

Labores de campo

Los cultivos de ciclo corto requieren alta inversión, tanto de capital humano como económico. El efectivo control de diversos parámetros agronómicos permite obtener el máximo rendimiento de cada cosecha.

Tipos

La clasificación frecuentemente empleada para diferenciar los cultivos transitorios está basada en el tipo de producción. Se agrupan en: hortalizas, cereales, oleaginosas, y raíces y tubérculos.

Hortalizas

Las hortalizas constituyen el grupo de plantas producidas en huertas, canteros o invernaderos, consumidas de forma directa o como alimentos procesados.

Su producción requiere un manejo integral del cultivo, que incluye riego, fertilización y control de malezas, plagas y enfermedades.

Las hortalizas incluyen legumbres (frijoles, guisantes, judías) y verduras (rábano, apio, cebolla, berenjena), exceptuando cereales y frutas.

Estas plantas se cultivan principalmente por su alto nivel nutritivo, que incluye minerales, vitaminas, ácidos grasos, fibras y glúcidos, entre otros.

Cereales

Fundamentalmente, los cereales son fuente de energía obtenida a través de los granos ricos en almidones, lípidos, proteínas, celulosa y fibras. Entre los cereales se encuentran el arroz, la avena, la cebada, el centeno, el maíz, el mijo, el sorgo y el trigo.

La mayoría de los cultivos de cereales son producidos de forma mecanizada. Vale acotar que la materia prima obtenida de estos debe ser procesada para el consumo humano o animal.

Oleaginosas

Las oleaginosas son plantas de las cuales se extrae aceite a partir de sus frutos o semillas. Entre las oleaginosas más comunes destacan el girasol, el maní, el maíz, la soja, el olivo, la palma aceitera, la colza y el almendro o cártamo.

El proceso de extracción de aceite se puede realizar de forma artesanal, pero las mayores producciones se realizan de forma industrial.

Raíces y tubérculos

Las raíces y tubérculos son plantas cuyos productos comestibles contienen altos niveles de carbohidratos, provitamina A, vitamina C y potasio. Entre los más destacados se pueden mencionar el apio, la batata, la papa, el ñame, el ocumo, la yuca y la zanahoria.

Es indispensable incluir las raíces y tubérculos en la dieta diaria, ya sea como alimentos frescos, cocidos o preparados industrialmente.

Labores culturales

El manejo agronómico o cultural del cultivo transitorio está relacionado con aquellas actividades que se realizan desde la siembra hasta la cosecha. Su objetivo es la obtención de un cultivo saludable que alcance altos rendimientos.

A continuación describiremos las labores más importantes que deben llevarse a cabo para obtener un cultivo de alta calidad:

Preparación del terreno

Son trabajos del campo que incluyen el arado, el pase de rastra, el subsolado y la nivelación del terreno.

Estas actividades se realizan con el objeto de acondicionar el suelo para recibir las semillas o las plántulas durante el trasplante.

Siembra

La siembra consiste en colocar la semilla en el sustrato o terreno acondicionado para el crecimiento y desarrollo de la planta.

En los cultivos transitorios la siembra se puede realizar de forma directa: por punto, al voleo o chorro corrido. También existe la siembra indirecta, que se realiza por trasplante a partir de almácigos.

Trasplante

El trasplante es la actividad de sembrar en el campo las plántulas obtenidas a partir de semillas cultivadas en almácigos.

La principal característica de la plántula a ser trasplantada es la presencia de entre 4 y 6 hojas verdaderas.

Raleo

El raleo es una práctica cultural que consiste en eliminar aquellas plantas débiles para ofrecer mejores condiciones de desarrollo.

El raleo se realiza en siembras a chorro corrido, donde las plantas crecen muy juntas (nabo, remolacha o zanahoria).

Aporque

Es un proceso que consiste en juntar tierra alrededor del tallo con el objeto de fortificar el desarrollo y el crecimiento de este.

Repique

Es una técnica de producción que consiste en sustituir las plántulas que se han deteriorado después del trasplante. El objetivo es evitar espacios vacíos en el cultivo y mantener la productividad.

Cosecha

La cosecha se realiza arrancando el producto final de cada cultivo, tomando directamente de la planta y contando con tijeras o en forma mecanizada.

Una vez cosechado el producto final, este debe ser convenientemente almacenado para su distribución directa o para transportarlo hacia la agroindustria.

Mantenimiento

Riego

Es una actividad fundamental para los cultivos transitorios, ya que el crecimiento y el desarrollo del cultivo dependen de la efectividad del riego.

El riego esta fundamentado en el tipo de cultivo, las condiciones del suelo, y la disponibilidad de agua y mano de obra.

Se recomienda regar en horas frescas de la mañana o al final de la tarde, esparciendo el agua directamente al cultivo sin mojar el follaje.

Tutorado

En plantas rastreras —como la arveja, el pepino o el tomate— el tutorado evita que los frutos se lesionen durante la fase de producción. El objetivo es colocar estacas u otros elementos que brinden soporte a los cultivos.

Desmalezado

El desmalezado permite eliminar las plantas no deseadas del cultivo. Las malas hierbas compiten por espacio, agua, nutrientes y radiación solar; además, atraen plagas y enfermedades.

Manejo integral de plagas y enfermedades

El manejo integral es una estrategia que permite controlar no solo plagas y enfermedades, sino también malezas o arvenses.

Esta actividad incluye prácticas culturales, control biológico y, en caso de ser indispensable, control químico.

Referencias

  1. Amigo Antonio (2018) Cultivos de ciclo corto. Recuperado en: mundohuerto.com
  2. Cereal (2018) Wikipedia, La enciclopedia libre. Recuperado en: wikipedia.org
  3. Hortaliza (2018) Wikipedia, La enciclopedia libre. Recuperado en: wikipedia.org
  4. Planta oleaginosa (2018) Wikipedia, La enciclopedia libre. Recuperado en: wikipedia.org
  5. Raíces y Tubérculos (2008) Centro de Recursos Informativos Agrícolas de Puerto Rico. Recuperado en: cridag.net
  6. Rodríguez R. Mariela (2015) Labores Culturales. Guía para mantener un huerto orgánico y saludable. Fundación Alternativas. 15 p.
  7. Sifontes Jhosymar (2015) Estructura Vertical de los Cultivos de Ciclo Corto. Recuperado en: sofoscorp.com
  8. Silva Veymar M. (2017) El cultivo de las hortalizas. Proyecto Manejo Integral de los Recursos Naturales en el Trópico (VDCI – UNDOC). 28 p.