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Sporothrix schenkii: qué es, características, morfología, patogenia


¿Qué es Sporothrix schenckii?

Sporothrix schenckii es un hongo saprófito, ubicuo y dimórfico, que vive en la tierra y en materia orgánica en descomposición. Si accidentalmente se introduce en el ser humano, se vuelve un hongo patógeno productor de la micosis subcutánea denominada esporotricosis.

La esporotricosis es una enfermedad cosmopolita que ocurre en zonas templadas, tropicales y subtropicales. La vegetación viva o muerta es el principal reservorio del hongo. Tal material es particularmente peligroso cuando se trata de objetos penetrantes como astillas, espinas o cortezas rugosas, capaces de causar daño profundo cutáneo.

Las personas con más riesgo de sufrir accidentes traumáticos con material orgánico contaminado son principalmente los granjeros, horticultores, floricultores, jardineros, agricultores y mineros. Por ello se considera una enfermedad ocupacional.

También se ha observado que el sexo masculino es el más afectado (75%), por ser los más expuestos. La enfermedad no distingue entre razas, ni edad.

Por lo general, son las extremidades superiores las más afectadas, aunque la lesión se producirá en cualquier sitio donde ocurra la inoculación del hongo, quedando claro que no se transmite de persona a persona.

Los animales también pueden ser afectados por este microorganismo. Para ello, deben sufrir un traumatismo que les inocule al hongo. Los más afectados son los caballos, monos, perros, ganado, ratas y ratones.

Características de Sporothrix schenckii

Sporothrix schenckii se encuentra ampliamente distribuido en el ambiente, especialmente en la tierra y en materia orgánica (heno, musgo, rosales, árboles y superficies de varias plantas).

– La enfermedad es cosmopolita, pero es principalmente endémica en países como Japón, Australia, México, Uruguay, Brasil, Colombia, Perú y Guatemala.

– Además de la inoculación del hongo a través de traumatismos con espinas, que es lo común, se ha descrito la posibilidad de que sea inoculado por mordeduras de animales, picaduras de insectos, picotazos de aves o arañazos de felinos.

– Presenta algunos factores de virulencia. Entre ellos se distinguen:

  • Adhesinas, que unen al hongo a proteínas extracelulares (fibronectina, elastina y colágeno).
  • Producción de melanina, que lo protege de la destrucción oxidativa en tejidos y en el interior de los macrófagos.
  • Proteasas, que son esenciales para el crecimiento del hongo in vivo.

Morfología

– Es un hongo dimorfo, tiene la capacidad de presentarse en forma de moho a temperatura ambiente y en forma de levadura a 37 °C.

– Las colonias de la forma de moho inician como puntos blancos, que luego se van agrandando y se vuelve con consistencia elástica o membranosa, de color blanco grisáceo, sin micelio aéreo.

– Más tarde se tornan color café oscuro a negro conforme envejecen, debido a que las conidias producen melanina. Finalmente, toman un aspecto húmedo y arrugado.

– Microscópicamente, el hongo presenta un micelio delgado, hialino y tabicado, con microconidias piriformes sésiles, dispuestas a lo largo de la hifa o en forma de roseta, sobre un conidióforo corto, parecido a una flor de margarita.

– La forma parasitaria o de levadura se presenta como pequeñas células en gemación de tamaño variable y de aspecto fusiforme.

– La forma de levadura en cultivo crece como colonias rosadas de consistencia cremosa. Esta se obtiene al sembrar la muestra clínica directa a 37 °C en agar sangre, o al sembrar la fase micelial en estas mismas condiciones, demostrándose el dimorfismo.

– En la observación microscópica del cultivo en forma de levadura se observan células ovales, redondas o fusiformes (forma de tabaco).

Patogenia

El hongo se adquiere por inoculación traumática (por golpes o pinchazos) a través de la piel con material contaminado con el hongo. El evento más frecuente es una lesión originada por la punción con una espina o una astilla en la mano.

El accidente introduce las conidias en el tejido subcutáneo. Las conidias se unen a la matriz de proteínas extracelulares como la fibronectina, laminina y colágena.

Allí ocurre la multiplicación local del hongo e inicia un proceso inflamatorio lento. Esa reacción inflamatoria tiene características granulomatosas y piógenas.

Luego la infección se disemina siguiendo el trayecto de los vasos linfáticos desde el sitio de origen, donde las lesiones inflamatorias se repiten a intervalos.

Por otra parte, en ocasiones (1% de los casos), puede ocurrir diseminación por otras vías. Los huesos, ojos, pulmones y sistema nervioso central pueden ser afectados si el hongo alcanza estos sitios. 

Rara vez la infección se vuelve sistémica.

Patología

Se distinguen tres tipos clínicos: esporotricosis linfática cutánea, esporotricosis cutánea localizada y esporotricosis diseminada.

Esporotricosis linfática cutánea

Es la forma más frecuente de la enfermedad. Después del traumatismo hay un período de incubación de 3 a 21 días, y algunas veces meses.

La lesión inicial es una pápula indolora que poco a poco va aumentando de tamaño, hasta que se comienza a ulcerar en el centro. Después de una semana o más, los vasos linfáticos se engrosan y pueden aparecer lesiones pustulosas o nodulares alrededor del sitio de inoculación o a lo largo del vaso linfático.

Estos nódulos siguen el mismo proceso que la lesión inicial, ulcerándose y tomando el mismo aspecto ulcerativo. A partir de aquí las úlceras se vuelven crónicas.

Esporotricosis cutánea localizada

Otra manera en la que puede presentarse la enfermedad es como un nódulo solitario, limitado, que no afecta los vasos linfáticos y no se disemina. Esta lesión indica cierta resistencia a la infección por inmunidad previa. Es común en zonas endémicas.

El tipo de lesión puede variar, presentándose como áreas infiltradas, áreas de foliculitis, lesiones costrosas nodulares, papilosas o verrugosas. Aparecen en cara, cuello, tronco o brazos.

Esporotricosis diseminada

Es relativamente rara, hay diseminación hematógena, por lo que aparecen un gran número de módulos subcutáneos, duros, diseminados por todo el cuerpo.

Estas lesiones aumentan de tamaño, luego se ablandan y posteriormente, si son tropezadas y se rompen, se ulceran crónicamente con secreción permanente. Esta infección sigue propagándose y el paciente entra en gravedad, causándole a menudo la muerte, si no es tratado.

La localización pulmonar de la esporotricosis es generalmente secundaria a la lesión cutánea. Sin embargo, no se descarta que la inhalación de conidios pueda conducir a una enfermedad pulmonar primaria que luego se disemine y se haga sistémica.

Diagnóstico

Toma de muestra

Biopsia de nódulos cerrados o exudados (pus) de las lesiones abiertas.

Examen microscópico

Las muestras pueden teñirse con Gomori-Grocott, PAS, hematoxilina-eosina o Gram, para poder observar la levadura característicamente en forma de tabaco extra o intracelularmente, las cuales se tiñen de negro.

En realidad es bastante difícil observar al hongo, porque las lesiones albergan escasa cantidad del microorganismo y los pocos presentes pueden ser confundidos con fragmentos nucleares de células necróticas.

Sin embargo, puede orientar mucho el hallazgo de cuerpos asteroides, lo cual sugiere la presencia de la enfermedad. El cuerpo asteroide está formado por levaduras de Sporothrix schenckii rodeada de material eosinofílico amorfo en disposición radial.

La biopsia también revela un proceso inflamatorio no específico o granulomatoso con infiltrado de linfocitos, células gigantes, fibrosis, etc.

Cultivo

El crecimiento de Sporothrix schenckii es estimulado por tiamina, pyrimidina y biotina.

La muestra se puede sembrar en agar Sabouraud dextrosa solo si la lesión es cerrada, o conteniendo cloranfenicol o cycloheximide en lesiones abiertas a 28 °C e incubando durante 4 a 6 días. Al cabo de este tiempo se desarrollarán las colonias del moho.

Para demostrar el dimorfismo se puede sembrar la forma filamentosa en agar cerebro corazón suplementado con sangre a 37 °C, con una superficie húmeda y 5% de CO₂, para obtener la fase de levadura. Este proceso puede requerir varios repiques para tener éxito.

Técnicas de biología molecular

La técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) puede ser utilizada para el diagnóstico de la enfermedad.

Tratamiento

La enfermedad se trató durante mucho tiempo con solución de yoduro de potasio. Hoy en día se trata con itraconazol para todas las formas de la enfermedad.

Sin embargo, la infección pulmonar o sistémica requiere adicionalmente anfotericina B al principio y luego se sigue con itraconazol.

Las embarazadas se tratan con anfotericina B.

El tratamiento debe cumplirse entre 3 a 6 meses.

Referencias

  1. Ryan, K.J., Ray, C. Sherris. Microbiología Médica, McGraw-Hill
  2. Koneman, E., Allen, S., Janda, W., Schreckenberger, P., Winn, W. Diagnóstico Microbiológico. Argentina, Editorial Panamericana S.A.