Biología

Estolones en plantas, animales y hongos


Los estolones son tallos modificados característicos de muchas plantas con reproducción vegetativa (asexual) que se proyectan de la base del tallo principal a lo largo de la superficie del suelo (son rastreros) y que desarrollan raíces adventicias, por lo que tarde o temprano pueden dar lugar a una planta independiente.

Estas estructuras también se dan en los animales y en los hongos y cumplen las mismas funciones de propagación clonal o asexual, formando individuos genéticamente idénticos conectados entre sí a través de prolongaciones no segmentadas (los estolones).

Los seres vivos tienen la capacidad de aumentar el tamaño de sus poblaciones naturales por dos vías reproductivas: la sexual y la asexual. Algunos de ellos son exclusivamente sexuales (los humanos y otros mamíferos, por ejemplo) pero otros pueden reproducirse tanto sexual como asexualmente (hongos, plantas y otros).

La reproducción sexual implica la fusión de un gameto femenino (el óvulo) con un gameto masculino (el espermatozoide o los granos de polen), esta fusión produce un cigoto que dará lugar al embrión que formará un nuevo individuo genéticamente diferente a sus dos parentales.

La reproducción sexual implica un aumento de la variabilidad genética de las poblaciones de los seres vivos y, en muchos casos, supone una ventaja selectiva, pues los nuevos individuos pueden adaptarse mejor a diferentes condiciones ambientales, entre otras cosas.

Por otra parte, la reproducción clonal, asexual o vegetativa tiene que ver con el aumento del número de individuos de una población a partir de divisiones mitóticas del mismo individuo, tratándose entonces de individuos genéticamente idénticos.

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Estolones en plantas

Los estolones se caracterizan por ser proyecciones del tallo que producen raíces adventicias dondequiera que entran en contacto con el sustrato (suelo).

Surgen del tallo “principal” y como se trata de tallos modificados, también se dividen en nudos, de los cuales surgen las raíces adventicias (raíces distintas a la raíz principal). Además, las porciones de los entrenudos son de gran longitud.

La forma de crecimiento por estolones consiste, entonces, en una yema del tallo principal que origina un estolón. En el primer nudo que entra en contacto con el suelo se producen raíces, y en el siguiente el ápice del estolón adquiere una posición vertical y se engrosa para formar una estructura en la cual se producen hojas y flores.

El estolón que “giró” hacia arriba produce raíces y nuevas yemas para proyectar nuevos estolones o, mejor dicho, para “continuar” el estolón que tuvo su origen en la planta inicial. Cuando el estolón muere, las plantas “hijas” se separan y son completamente independientes.

Ya que a partir de los estolones se pueden formar plantas independientes sin la necesidad de que ocurra la fusión de dos células gaméticas (óvulo y grano de polen), estas estructuras son una de las vías de reproducción asexual de ciertas plantas que les permite formar “redes” de plantas clonales, lo que facilita su dispersión, aunque no favorece la variabilidad genética.

Ejemplo de plantas con reproducción asexual por medio de estolones son las fresas (Fragaria ananassa), cuyo cultivo en masa explota esta capacidad para la obtención de gran número de plantas en tiempos considerablemente menores que los que implica la germinación de las semillas sexuales.

Las gramíneas también se reproducen clonalmente a través de estolones y el trigo y el césped son buenos ejemplos de estas especies. Este tipo de reproducción también es cierto para algunas especies aromáticas de interés comercial como la menta o hierbabuena, etc.

Los estolones vegetales son tallos modificados

Los estolones, como se mencionó anteriormente, son tallos modificados de las plantas que participan en la reproducción asexual de muchas especies.

En contraste con los rizomas (que son “ramificaciones” de las raíces principales capaces de crecer en varias direcciones en el suelo y de producir plantas independientes en las inmediaciones) y con los zarcillos (que son simplemente estructuras de soporte y sujeción de algunas plantas), los estolones son tallos “rastreros” que producen raíces adventicias.

Los tubérculos, que también son considerados modificaciones del tallo, son en realidad estolones modificados que en vez de diferenciar sus ápices (extremos) en plantas nuevas, se ensanchan y almacenan sustancias de reserva.

Estolones en animales

En el reino animal, los estolones son expansiones como “raíces” que se proyectan de la pared del cuerpo de algunos animales multicelulares de pequeño tamaño. Estas originan “yemas” que al desarrollarse producen nuevos zooides capaces de dar lugar a animales completos que se conectan entre sí a través de los estolones.

Son especialmente importantes en:

– Antozoos: cnidarios marinos coloniales como las anémonas, los corales y las “plumas” de mar

– Hidrozoos: cnidarios como los hidroideos y las hidromedusas (las hidras, por ejemplo)

– Estoloníferos: cnidarios que son pólipos sencillos separados por estolones como “cintas” que forman entramados

– Ascidias: pertenecientes al filo de los cordados y que también son conocidas como “jeringas” de mar

– Ectoproctos: que son colonias sésiles de zooides. En las especies estoloníferas como Bowerbankia sp. las colonias están unidas entre sí por medio de estolones

– Algunos hemicordados como los miembros del género Rhabdopleura, cuyos zooides también están interconectados por estolones

La mayor parte de los estolones en este grupo de seres vivos contribuye a la formación de colonias, puesto que estos son extensiones de tejido que permiten la formación de individuos clonales, multiplicando el tamaño de las poblaciones.

Los zooides que se forman de las yemas asexuales producidas por los estolones provienen, casi siempre, de unos muy pocos individuos que fueron producto de un evento de reproducción sexual, es por ello que las colonias son conjuntos de organismos genéticamente idénticos.

Estolones en hongos

Muchas especies de hongos se reproducen asexualmente a través de estolones, pero el caso más representativo es el del moho negro del pan o Rhizopus stolonifer. Esta especie también es responsable de la pudrición de muchos frutos y alimentos húmedos ricos en contenido calórico (carbohidratos).

Estos zigomicetos se pueden reproducir sexual y asexualmente y, en ambos casos, emplean esporas para tal fin. Sus micelios se dispersan por medio de los estolones, que son hifas especializadas que se distribuyen sobre la superficie de los alimentos.

Al igual que en las plantas, dondequiera que los estolones entran en contacto con la superficie producen rizoides para su fijación y a partir de estas estructuras, forman un cuerpo vegetativo conocido como esporangióforo.

Los esporangióforos tienen en sus extremos a los esporangios, caracterizados por su color negro y que poseen las esporas asexuales que son liberadas para germinar en otras regiones del alimento y continuar la reproducción vegetativa del moho.

Referencias

  1. Brusca, R. C., & Brusca, G. J. (2003). Invertebrates (No. QL 362. B78 2003). Basingstoke.
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  3. Hickman, C. P., Roberts, L. S., Larson, A., Ober, W. C., & Garrison, C. (2001). Integrated principles of zoology (Vol. 15). New York: McGraw-Hill.
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  5. Raven, P. H., Evert, R. F., & Eichhorn, S. E. (2005). Biology of plants. Macmillan.