Psicología educativa

Evaluación diagnóstica: concepto, características, instrumentos, ejemplos


¿Qué es la evaluación diagnóstica?

La evaluación diagnóstica es una herramienta que sirve para analizar los conocimientos previos de los alumnos en relación a una materia que va a comenzar a estudiarse. Conocida también como evaluación inicial, puede aplicarse en cualquier tipo de contexto educativo, aunque normalmente se utiliza sobre todo dentro de las enseñanzas regladas.

El objetivo de este proceso de evaluación es descubrir qué saben los alumnos en relación con los aprendizajes esperados que se van a intentar conseguir a lo largo de un curso o una parte del mismo. De esta manera, el profesor podrá modificar su enfoque para hacer más hincapié en las partes de la materia que los estudiantes menos dominen.

En general, se aplica al comienzo del curso escolar, y de forma individual para cada materia que vaya a desarrollarse en el aula. Sin embargo, también puede utilizarse al comienzo de un nuevo tema o unidad, o cuando se introduzcan cambios dentro de una asignatura que ya ha comenzado a estudiarse.

Características de la evaluación diagnóstica

A continuación veremos algunas de las características más importantes de este tipo de sistema de evaluación.

Es un subtipo de la evaluación formativa

Debido a que su objetivo principal es descubrir qué saben exactamente los alumnos con el objetivo de modificar el proceso de aprendizaje, la evaluación diagnóstica suele clasificarse como una versión de la formativa.

Por ello, muchas de las herramientas que se utilizan para evaluar los conocimientos iniciales de los alumnos sean las mismas que las empleadas para corregir el sistema de enseñanza en función de lo que vayan aprendiendo los alumnos.

Sin embargo, debido a que tiene algunas características propias, la evaluación diagnóstica también cuenta con sus propios procedimientos, que serán estudiados más adelante.

No sirve para poner nota

El objetivo principal de la evaluación diagnóstica no es calificar el trabajo de los estudiantes con una puntuación numérica, ni decidir si tienen los conocimientos necesarios como para pasar de curso.

Por el contrario, su función es la de servir de guía tanto al profesor como a los alumnos respecto a qué partes del temario deben ser trabajadas en más profundidad.

Incluso, este tipo de proceso evaluativo puede ayudar a detectar a estudiantes con necesidades especiales.

Así, tras realizar las pruebas pertinentes, el profesor puede descubrir que algunos de sus alumnos necesitan realizar un curso de apoyo, o que otros deberían estar en un nivel más avanzado.

Ayuda a generar aprendizajes significativos

Dentro de las últimas investigaciones relacionadas con la educación, uno de los descubrimientos más importantes es el de los aprendizajes significativos.

Se trataría de una teoría que predice que los alumnos adquirirían conocimiento de una manera más eficaz si se pudiera relacionar la teoría con su propia vida, con sus preocupaciones e inquietudes.

Al realizar un proceso de evaluación diagnóstica antes de comenzar con el temario, los profesores pueden descubrir cuáles son los conocimientos previos con los que cuentan los estudiantes.

De esta manera, será capaz de relacionar todas las nuevas ideas que quiere transmitirles con las que sus aprendices contaban previamente.

Así, la teoría predice que los alumnos tendrán muchos menos problemas para memorizar la nueva información, ya que en todo momento lo que aprendan se construirá sobre la base de todos aquellos conocimientos que ya poseían con anterioridad.

Existen distintos tipos de conocimientos previos

Los desarrolladores de la teoría de la evaluación diagnóstica defienden que existen, al menos, tres tipos de conocimientos que los alumnos pueden tener antes de comenzar a estudiar sobre un tema concreto.

El primer tipo tendría que ver con aquellos conocimientos y habilidades previos que se encuentran desorganizados, y que tienen poca relación con aquello que se va a estudiar en un tema concreto.

Por ejemplo, saber formular preguntas tendría que ver en cierta medida con el estudio de los usos sociales del lenguaje, pero no se trataría de un conocimiento especialmente relevante para el tema.

El segundo tipo de conocimiento previo tiene mucho más que ver con la materia que se tiene que aprender. En el estudio de las matemáticas, por ejemplo, saber cómo realizar una ecuación de segundo grado antes de ir a clase sería muy útil para aquellos alumnos que tengan que empezar a estudiar álgebra.

Por último, los alumnos también podrían contar con ideas, creencias y representaciones mentales previas sobre algunos aspectos del mundo relevantes para el tema que se va a estudiar.

Por ejemplo, al estudiar los efectos y el funcionamiento de la gravedad, muchos alumnos creen erróneamente que los objetos que tienen una masa mayor caen con más rapidez que uno menos pesado debido a ésta.

El trabajo del formador, por tanto, es identificar todos estos conocimientos y la manera en la que pueden influir en el proceso educativo que está a punto de comenzar.

Deben utilizarse diferentes herramientas

Debido a que no se trata de un proceso de evaluación habitual, y a que es necesario descubrir distintos tipos de conocimientos, el profesor debe ser capaz de usar distintos tipos de técnicas y procedimientos para averiguar qué saben exactamente los alumnos antes de comenzar a impartir el temario.

A continuación veremos cuáles son algunas de las herramientas más utilizadas dentro del contexto de la evaluación diagnóstica.

Instrumentos de la evaluación diagnóstica

Para llevar a cabo una buena evaluación diagnóstica, es necesario combinar herramientas provenientes de distintas disciplinas.

Así, para ser capaz de identificar los conocimientos iniciales con los que cuentan sus alumnos antes de empezar un temario, un profesor tiene que utilizar instrumentos de carácter tanto cuantitativo como cualitativo.

Cuantitativos

Los instrumentos cuantitativos, como los exámenes o los trabajos escritos, le permitirán al docente descubrir de manera rápida si el alumno ha estado en contacto previamente con algún tipo de entrenamiento formal sobre la materia a estudiar.

Cualitativos

Por el contrario, los instrumentos cualitativos como las entrevistas o las exposiciones en clase servirán para identificar los otros tipos de conocimientos previos que pueden tener relevancia para el estudio de una materia. Sin embargo, estas herramientas son más costosas de utilizar, por lo que están menos extendidas dentro de las aulas.

En la nueva educación del siglo XXI, los docentes deben ser capaces de implementar cada vez más el uso de los dos tipos de herramientas para realizar la evaluación inicial de la mejor manera posible.

Ejemplos de evaluación diagnóstica

  • Un maestro realiza una prueba en el inicio del curso para conocer la situación de sus alumnos.
  • Un colegio realiza una prueba a un alumno nuevo para poder adaptar su enseñanza.
  • Una escuela privada de idiomas realiza una prueba de inglés a un alumno interesado en prepararse un examen para acceder a un puesto público.