Economía

Socialismo utópico: origen, características, filosofía, representantes


El socialismo utópico es el socialismo que se centra en la planificación y construcción de una sociedad perfecta e igualitaria, pero sin preocuparse por la metodología, la lucha de clases y el “status quo” en general.

Se refiere a la tendencia socialista que aboga por una sociedad organizada de acuerdo a unos ideales generales, fundamentando este desarrollo en base a lo que es moralmente correcto.

Los socialistas utópicos expresan su defensa al socialismo cuando afirman que así es como se debería organizar la sociedad para lograr mayor equidad. Para apreciar esta preferencia resulta importante explorar su formación y la contraparte marxista, que hace un análisis científico del capitalismo.

Hay mucho que admirar en el ambicioso trabajo teórico y práctico de esa primera generación de socialistas utópicos. Sin embargo, hoy en día ‘utópico’ es una etiqueta que se invoca para descartar cualquier sugerencia sobre las cosas que podrían ser radicalmente diferentes, indicando que el socialismo, por más definido que esté, simplemente es un sueño imposible.

Índice del artículo

Consideraciones actuales

Actualmente, los socialistas utópicos no tienen solamente un interés histórico como etapa en la evolución del socialismo. En algunos círculos anarquistas aún existe la creencia que las cooperativas de trabajadores o las versiones de vida comunitaria pueden ser modelos para inspirar el apoyo a una nueva forma de dirigir la sociedad.

Se podría decir que los socialistas utópicos solo pertenecieron al primero de los cuantiosos grupos que han puesto su confianza en el socialismo desde arriba, por medio de la gestión de una élite instruida.

La esperanza de que la acción de un ejército guerrillero minoritario como el de Mao en China o el de Castro en Cuba, o incluso de un líder como el británico Jeremy Corbyn pueda transformar la sociedad, debe algo a esa misma idea.

Según ciertos autores, mientras el capitalismo siga causando fuertes niveles de desigualdad es importante defender el pensamiento utópico, recuperando el espíritu radical de los primeros socialistas.

Origen

Ideales de la Revolución francesa

En el folleto de Engels Del socialismo utópico al socialismo científico (1880) se esbozaba la aparición del socialismo moderno en las ideas de los socialistas utópicos posteriores a la Revolución francesa, que fue el evento que definió la política europea de finales del siglo XVIII y principios del XIX.

Estas primeras ideas socialistas surgieron por la decepción con las instituciones sociales y políticas creadas como resultado del “triunfo de la razón” de la Revolución francesa.

Los pensadores que inspiraron la revolución buscaban construir una sociedad basada en la razón, poniendo fin al orden feudal donde la jerarquía dependía únicamente del origen familiar, prevaleciendo la superstición religiosa.

En este movimiento se había luchado con la promesa de liberar a toda la sociedad, bajo la consigna que prometía “libertad, igualdad y fraternidad” para todos.

Sin embargo, los que se beneficiaron fueron principalmente los capitalistas emergentes, ya que la clase trabajadora en las ciudades en expansión se enfrentaba a la degradación y el empobrecimiento.

Surgimiento del capitalismo

Los primeros socialistas franceses, como Charles Fourier y el conde de Saint-Simon, reconocían que la nueva sociedad estaba lejos de tener la racionalidad que se esperaba.

A medida que surgía el capitalismo, con el desarrollo de una división del trabajo muy desigual, la proletarización y pauperización de la población llevó a una respuesta de los reformadores sociales burgueses y pequeñoburgueses.

Su respuesta fue elaborar planes de una forma más perfecta de vida social. Rechazaban la competencia feroz del nuevo orden capitalista y afirmaban que una sociedad basada en la cooperación podía garantizar mejor la felicidad humana.

Industrialización

A medida que la industrialización trajo la posibilidad de erradicar por completo los problemas asociados con la escasez, la búsqueda de un mundo mejor adquirió una perspectiva y un carácter diferente.

Las realidades de la clase obrera industrial mostraron la esencia explotadora del capitalismo. Por otra parte, la rápida industrialización y la producción socializada expusieron la realidad que las sociedades podían constituirse basadas en la abundancia, en lugar de la escasez.

Esta realidad llevó a la idea de los primeros intelectuales socialistas que la sociedad humana podía y debía transformarse en un mundo verdaderamente democrático, un mundo socialista, donde no habría explotación de una clase por otra, y serían satisfechas las necesidades de todas las personas.

Durante la primera década del siglo XIX Saint-Simon publicó las cartas de Ginebra, apareció el primer trabajo de Fourier y Robert Owen emprendió la dirección de la colonia New Lanark.

Marx y Engels nombraron a estos socialistas como utópicos, tomando el término que popularizó el escritor del siglo XVI Thomas More sobre una sociedad perfecta que realmente nunca podría existir.

Características y filosofía

– Teoría moralista

La teoría del socialismo utópico era moralista y su práctica se centraba en convencer a la burguesía para que ayudara a la creación de una nueva sociedad por medios pacíficos, buscando establecer ejemplos positivos particulares mediante el establecimiento de colonias utópicas.

– Creación de una ciencia social

Pocos críticos del siglo XIX tomaron con fundamento el interés que tenía el socialismo utópico de instaurar una nueva ciencia del hombre y de la sociedad, explicándolo como un fenómeno eminentemente político.

Sin embargo, una de las declaraciones primordiales de los socialistas utópicos era la invención de tal ciencia, ya que pensaban que un requisito previo para la reconstrucción de la sociedad era comprenderla científicamente.

El sociólogo y filósofo Durkheim fue uno de los primeros que destacó a comienzos del siglo XX la importancia del socialismo utópico en el surgimiento de las ciencias sociales. Pensaba que Saint-Simon debía ser considerado como el verdadero fundador de la sociología.

Desde entonces se ha enfatizado la gran importancia del socialismo utópico en el origen de las ciencias sociales.

– Filosofía

Los pensadores y filósofos no solo lidiaron con la pregunta sobre cómo sería un mundo mejor, sino cómo lograrlo.

Una justificación para su investigación se halla en la definición dada por los socialistas utópicos sobre las ciencias sociales. Aunque buscaban alejarse de la tradición filosófica, su idea de la ciencia estaba inspirada en concepciones filosóficas e incluso metafísicas.

Extendiéndose mucho más allá de los límites de las ciencias sociales contemporáneas, las doctrinas de Saint-Simon, Fourier y Owen aparecen en retrospectiva como una combinación desconcertante de intuición brillante y de simplificación excesiva de un pensamiento original.

Entre las disposiciones propuestas por el socialismo utópico estaba no solo abolir la familia, sino también el desarrollo de industrias por cuenta de particulares, la proclamación de la armonía social y la conversión de la función del estado en una superintendencia más de producción.

Reflexión sobre el hombre y la sociedad

El socialismo utópico heredó las meditaciones sobre el hombre y la sociedad provenientes del siglo XVIII.

Estas reflexiones tenían gran influencia de una larga práctica de escritos utópicos relacionados con la organización social, comenzando con la Utopía (1516) de Thomas More.

Limitaciones

El socialismo utópico criticaba el modo de producción capitalista existente y sus resultados, pero no podía explicarlo ni dominarlo.

Su visión no incluía una evaluación científica de la realidad de la lucha de clases ni cómo se podría lograr un mundo mejor a partir de esa condición material.

Los socialistas utópicos no entendían cómo se maneja el capitalismo, donde los intereses de clase de la clase dominante y de la clase obrera son totalmente opuestos entre sí.

Representantes y posturas

Los principales representantes criticaban todo, desde la propiedad privada y la estructura de la familia, hasta el papel del dinero y la degradación de los trabajadores obligados a someterse a sus empleadores.

Trataron de corregir esos problemas, no solo promoviendo una mayor participación del gobierno, sino imaginando e implantando formas radicalmente diferentes de organizar la vida económica y social.

Henri de Saint-Simon

Creía que la sociedad francesa del siglo XVIII podía transformarse en una sociedad racional y armoniosa dirigida por filósofos y científicos en aras del bien común para la sociedad.

Se refirió a la lucha de clases, aunque la describía como la lucha entre los que trabajan y los que son ociosos.

Creía que los productores de la sociedad, incluyendo la burguesía, se unirían contra los ociosos de la sociedad, como la aristocracia, para así crear una sociedad más justa.

Charles Fourier

Buscaba una desindustrialización de la sociedad como solución al desarrollo capitalista. Visualizaba comunidades cooperativas llamadas “falanges”, donde aún existirían disparidades en el bienestar, pero donde un trabajo poco deseable recibiría un salario más alto.

Criticó a la sociedad burguesa con mucha mordacidad, señalando cómo la explotación estaba en el núcleo de la civilización.

Fue el primero en declarar que en una sociedad determinada el grado de emancipación de la mujer era la medida natural de la emancipación general.

Implantó la gran máxima de la filosofía social, donde cada individuo tiene una cierta predilección por algún tipo de trabajo en particular.

De este principio dedujo que si se coloca a cada individuo en su propia predilección, haciendo lo que le plazca, se satisfarán las necesidades de todos, sin los medios forzados utilizados por el sistema actual de la sociedad.

Robert Owen

Fue quizás el socialista utópico más conocido. Había acogido la enseñanza de los filósofos materialistas, que decían que el carácter del hombre era producto de la herencia y del entorno del individuo durante su vida.

Consideraba que había tres grandes obstáculos que bloqueaban la ruta hacia las reformas sociales: la propiedad privada, la religión y la forma existente del matrimonio.

Sabía a qué atenerse si los atacaba: la excomunión de la sociedad y la pérdida de su posición social. Esto no le impidió arremeterlos sin temor a las consecuencias, sucediendo precisamente lo que había previsto.

Su avance en la dirección del comunismo fue el punto de inflexión en su vida. Mientras era simplemente un filántropo, fue recompensado con riqueza, aplausos y gloria, siendo el hombre más popular en Europa. Sin embargo, cuando sorprendió con sus teorías comunistas, se convirtió en un paria de la vida pública.

Execrado de la sociedad, con la prensa conspirando contra él y empobrecido por el fracaso de sus experimentos en Estados Unidos, continuó trabajando directamente con la clase trabajadora durante 30 años.

Ejemplos de colonias utópicas

Las colonias utópicas que se fundaron duraban muy poco tiempo como comunas y de forma inevitable declinaban en agrupaciones capitalistas.

– Comunidades modelo

Fourier construyó planes detallados para comunidades modelo. Consistían en pueblos de alrededor de 1.600 personas, donde cada persona podía elegir rotar a través de diferentes trabajos que le gustara hacer.

Fourier buscaba a los empresarios ricos y con poder para que respaldaran su modelo de generosidad a la fuerza laboral. Creía que sus experimentos servirían como ejemplo para convencer a los demás de los beneficios de una planificación racional.

Hizo una publicidad famosa donde incitaba a los empresarios ricos para que invirtieran en la implantación de sus comunidades modelo. Nadie respondió a su llamado.

– Colonia New Lanark

El industrial Robert Owen usó su dinero en 1800 para adquirir las fábricas de algodón en New Lanark, Escocia.

Allí estableció una colonia modelo, proporcionando cómodas viviendas y mejores salarios. Así, su fuerza de trabajo podía salvarse de las horribles condiciones de los barrios marginales industriales.

Creía firmemente que las personas eran producto de su entorno y por eso se esforzó por mejorar la productividad de New Lanark. Priorizó el bienestar de su gente, en lugar de buscar ganancias.

Su generosidad llegó incluso a que se redujera la jornada laboral a diez horas y media. Esto se realizó mientras sus competidores hacían trabajar a su gente durante 13 o 14 horas diarias.

Durante una crisis, la colonia dejó de trabajar durante cuatro meses, pero sus trabajadores siguieron recibiendo su salario completo todo el tiempo.

Sin embargo, en su opinión, las condiciones relativamente favorables que le aseguraba a sus trabajadores estaban lejos de ser digna de los seres humanos. Se refería al hecho que, si bien la situación de los trabajadores en New Lanark era bastante mejor que la de otros trabajadores, seguían sometidos a las reglas del capital.

Sociedad comunista

La solución de Owen a este dilema era construir una sociedad basada en el trabajo y propiedad colectiva, una especie de comunismo. Creía que la clase dominante sería conquistada por la pura racionalidad del comunismo y cooperaría en su establecimiento.

Cuando Owen comenzó a defender sus ideas de establecer el comunismo a mayor escala y abolir la propiedad privada fue excluido de la sociedad.

– Colonias utópicas americanas

Los experimentos utópicos generaron todo un movimiento de colonias utópicas. Owen pronto comenzó a organizar comunidades socialistas en Estados Unidos, incluyendo la más conocida en New Harmony, Indiana. Se establecieron más de 30 comunidades por separado en EE.UU. durante las décadas de 1830 y 1840.

Owen cayó en desgracia cuando su proyecto comunitario en New Harmony fracasó. Esto fue en parte debido a que su socio comercial se escapó con todas las ganancias.

La idea siguió siendo lo suficientemente popular en 1893 para inspirar al periodista socialista y radical William Lane para establecer la desafortunada colonia de Nueva Australia en Paraguay.

Referencias

  1. Solidarity (2018). Who were the utopian socialists? Tomado de: solidarity.net.au.
  2. David Ruccio (2018). Utopian socialism. MR Online. Tomado de: mronline.org.
  3. Wiktionary (2019). Utopian socialism. Tomado de: en.wiktionary.org.
  4. Crystal Kim (2008). The first modern socialists: their means were utopian, but not their goal. Liberation School. Tomado de: liberationschool.org.
  5. Medium (2019). On Utopian Socialism. Tomado de: medium.com.
  6. Bryan Caplan (2019). Utopian Experimental Socialism. Econ Log. Tomado de:econlib.org.
  7. History Crunch (2019). Utopian Socialism. Tomado de: historycrunch.com.