Historia

Primeros gobiernos independientes en México


¿Qué fueron los primeros gobiernos independientes en México?

Los primeros gobiernos independientes en México sucedieron en este país en un periodo de alrededor de 24 años. El país tuvo 21 gobernantes, incluido un emperador.

Después de la guerra de Independencia, desde el Grito de Dolores en 1810 hasta la entrada de los rebeldes en la capital en 1821, el país estaba muy dividido políticamente.

Aunque se habían unido para luchar contra los españoles, los líderes independentistas defendían ideas muy diferentes: monarquía o república, centralismo o federación, conservadores o liberales, etc.

Las tensiones, rebeliones y golpes de Estado fueron constantes durante los primeros años del México independiente. El periodo comenzó con la coronación como emperador de Agustín de Iturbide, derrocado tras unos pocos meses por los partidarios de la república.

A Iturbide le siguieron como máximos dirigentes de la nación, además de algunos gobiernos de transición, Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero y Anastasio Bustamante. Excepto Victoria, ninguno logró terminar su mandato, algo que siguió siendo habitual en los años posteriores.

Primeros gobiernos del México independiente

La independencia de México se consumó el 27 de septiembre de 1821. Después de 11 años de guerra, los españoles fueron derrotados y los mexicanos comenzaron a decidir su propio destino. Sin embargo, la organización del nuevo país no fue sencilla.

Existían muchas diferencias ideológicas entre los líderes independentistas, con distintas visiones de cómo se debía estructurar el gobierno y el país.

En principio, el plan de Iguala y los tratados de Córdoba señalaban que México pasara a ser una monarquía constitucional, pero muchos otros apostaban por la república y por el federalismo.

En buena parte, la inestabilidad de los primeros gobiernos del México independiente se explica por esas diferencias sobre la organización de la nueva nación.

Las tensiones entre conservadores y liberales marcaron esa primera etapa de la historia del país y seguiría siendo fundamental durante las décadas posteriores.

Primer Imperio (1821-1823)

Iturbide y su pensamiento fueron claves en el motín

Después de que el Ejército Trigarante entrara en Ciudad de México, finalizando la guerra de Independencia, llegó la hora de formar un gobierno y decidir la manera de dirigir el país.

El principal protagonista de ese periodo fue Agustín de Iturbide, un militar nacido en Valladolid que había luchado contra los primeros movimientos independentistas, como el encabezado por Miguel Hidalgo.

Sin embargo, Iturbide varió totalmente su posición después de ser destinado a combatir las tropas de Vicente Guerrero.

El militar del virreinato y el líder independentista llegaron a un acuerdo para unir sus fuerzas y lograr el autogobierno, a pesar de sus evidentes diferencias ideológicas.

Al principio, la pretensión de Iturbide era crear un gobierno propio, pero permaneciendo fiel al rey español, Fernando VII. La negativa de los españoles hizo imposible esa solución.

Tras unos meses como dirigente provisional, el propio Agustín de Iturbide se proclamó emperador el 21 de julio de 1822. El Primer Imperio Mexicano no duró demasiado, ya que enseguida liberales y republicanos comenzaron a combatirlo.

La sublevación, dirigida por Santa Anna, se plasmó en el llamado Plan de Veracruz. Finalmente, en marzo de 1823, Iturbide abdicó y partió al exilio.

Pedro Celestino Negrete (1823-1824)

Pedro Celestino Negrete fue uno de los encargados de encabezar el gobierno de transición entre el imperio y la república. Militar en el Virreinato, mantuvo una estrecha relación con Iturbide, hasta que sus ideales republicanos chocaron con la coronación como emperador de su antiguo amigo.

Esto provocó que se uniera a los planes para derrocarlo y cambiar el sistema de gobierno. Una vez derogado el imperio, formó parte del Supremo Poder Ejecutivo elegido para dirigir el país durante unos meses.

Al haber presidido en un par de ocasiones ese cargo, se le considera uno de los presidentes históricos de México.

Gobierno de Guadalupe Victoria (1824-1828)

El primer presidente de México, ya con un sistema republicano, fue Guadalupe Victoria. Su verdadero nombre era Miguel Antonio Fernández Félix y es considerado por los historiadores como uno de los héroes de la Independencia.

Durante su mandato, se esforzó por lograr el reconocimiento internacional del nuevo país. Estableció relaciones diplomáticas con Inglaterra, Estados Unidos y la Gran Colombia, entre otras naciones.

Por otra parte, quedaba un pequeño reducto dominado por tropas españolas, que se había hecho fuerte en el Castillo de San Juan de Ulúa. El gobierno de Guadalupe Victoria consiguió conquistar la fortaleza, haciendo que los atrincherados en el lugar se rindieran.

En el aspecto positivo también destacan la creación de la Hacienda Pública, así como la reconstrucción de la parte de Ciudad de México dañada durante la guerra.

Como punto negativo, el gobierno no consiguió revitalizar la maltrecha economía del país. Años de conflictos habían dejado las arcas arruinadas y los problemas económicos eran muy graves.

Este fue uno de los motivos aducidos por los opositores que trataron de derribar su gobierno por la fuerza.

Victoria sufrió varios intentos de golpes de estado, destacando el liderado por Nicolás Bravo. No obstante, consiguió terminar su mandato.

Gobierno de Vicente Guerrero (1829-1830)

A pesar de la escasa duración de su gobierno, desde el 1 de abril hasta el 17 de diciembre de 1829, la presidencia de Vicente Guerrero tuvo una gran importancia para las luchas políticas de la época.

El vicepresidente de ese gobierno fue Anastasio Bustamante, que jugaría un importante papel en los acontecimientos posteriores.

Guerrero tuvo que hacer frente a un intento de reconquista por parte de España. El ejército mexicano logró derrotar a las tropas invasoras, que se habían apoderado de Tampico.

Su presidencia estuvo muy enfocada en los aspectos sociales. Así, entre las leyes promulgadas, se encontraba la abolición de la esclavitud, recuperando la normativa redactada años antes por Miguel Hidalgo.

Igualmente, impulsó la construcción de escuelas públicas y legisló para que la educación fuera gratuita.

A pesar de esta labor legislativa, Guerrero se vio muy limitado por la bancarrota estatal que encontró al llegar al poder. Intentó desarrollar la industria, pero no pudo al no tener dinero para ello.

Aparte de estos problemas económicos, la oposición conservadora fue muy dura, empezando por la del propio vicepresidente Bustamante, apoyado por la iglesia y la clase acomodada. Todos pretendían acabar con el gobierno de Guerrero.

José María Bocanegra (18 al 23 de diciembre de 1829) y Pedro Vélez (23 al 31 de diciembre de 1829)

Los opositores al gobierno de Guerrero acabaron protagonizando un levantamiento armado, liderado por Bustamante.

El 17 de septiembre de 1829 comenzó la insurrección y el presidente pidió permiso al Congreso para dejar el cargo temporalmente y asumir el mando del ejército para combatir la rebelión.

José María Bocanegra fue nombrado entonces presidente sustituto, asumiendo el cargo el 16 de diciembre del mismo año. Su periodo presidencial fue muy corto, solo siete días.

El 22 de ese mes, la guarnición de la Ciudad de México se unió a la rebelión y tomaron el Palacio Nacional. Bocanegra no tuvo otra opción que rendirse.

Tras esto, el Consejo de Gobierno llamó a Pedro Vélez, entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia, para que se pusiera al frente de un triunvirato y se encargara de dirigir la nación durante ese momento de tensión.

Anastasio Bustamante (1830-1832)

El triunfo del levantamiento de 1829 llevó a su líder, Anastasio Bustamante, a la presidencia. En 1830 obligó al Congreso a declarar inhabilitado a Guerrero y nombrarlo su sustituto.

Este primer periodo presidencial de Bustamante se caracterizó por la represión contra los liberales. La prensa, a la que acosó incluso mediante la violencia, lo apodó Brutamante, debido a su manera de tratar a los opositores.

El nuevo presidente desterró a los miembros más importantes de la logia masónica yorkina, expulsó al embajador estadounidense y fundó la policía secreta. Por otra parte, consiguió el apoyo de la Iglesia, así como del resto de los sectores conservadores.

Cuando Guerrero es asesinado por orden de Bustamante, los liberales pasaron a la acción. Se sucedieron las protestas y alzamientos en contra del presidente.

Finalmente, Bustamante se vio obligado a firmar un acuerdo con Gómez Pedraza y Santa Anna y dejar el poder.

Referencias

  1. Historia de México. Primeros Gobiernos del México independiente. Obtenido de historiademexico.mx
  2. Vidaurri Aréchiga, José Eduardo. Los primeros gobiernos del México independiente. Recuperado de roa.uveg.edu.mx