Anatomía y fisiología

Hemocateresis: qué es, proceso y funciones


La hemocateresis es la serie de eventos que tienen lugar para “sacar de circulación” a los glóbulos rojos viejos, algo que ocurre a los 120 días de haber sido liberados al torrente sanguíneo. Se puede decir que la hemocateresis es lo opuesto de la hematopoyesis, porque esta última es el procedimiento por el cual se forman los glóbulos rojos de la sangre.

La hemocateresis es un proceso menos conocido que la hematopoyesis pero no es menos importante, dado que de la interacción entre ambos depende en gran medida la fisiología normal de la formación y destrucción de los glóbulos rojos. La hemocateresis se divide en dos procesos principales: destrucción de glóbulos rojos y “reciclaje de hemoglobina”.

Para que esto ocurra es necesario que una serie de procesos biológicos interactúen entre sí, de manera que los glóbulos rojos puedan ser degradados una vez que alcanzan su tiempo de vida natural.

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Proceso 

Células como las de la piel o la mucosa de la vía digestiva crecen en una especie de “banda transportadora” a lo largo del epitelio hasta que al final se desprenden (descaman) y son liberadas. En cambio, los glóbulos rojos son liberados a la circulación donde permanecen libres, ejerciendo su función por unos 120 días.

Durante este proceso una serie de mecanismos muy especializados evitan que los glóbulos rojos se “escapen” de los vasos sanguíneos, sean filtrados a la orina o se desvíen fuera del torrente sanguíneo.

Entonces, si no existiesen los procesos asociados a la hemocateresis, los glóbulos rojos podrían permanecer en la circulación de manera indefinida.

Sin embargo, esto no ocurre; por el contrario, una vez que alcanzan su tiempo de vida, los glóbulos rojos son eliminados de la circulación sanguínea debido a la conjunción de una serie de procesos muy complejos que inician con la apoptosis.

Apoptosis

La apoptosis o “muerte celular programada” es el proceso mediante el cual una célula está destinada a morir dentro de un tiempo determinado o una vez ejercida cierta función.

En el caso de los glóbulos rojos, al carecer de núcleo y organelos celulares, la célula no tiene la capacidad de reparar los daños de la membrana celular, producto de la degradación de los fosfolípidos y el estrés causado por la circulación a través de kilómetros de vasos sanguíneos.

Así pues, conforme pasa el tiempo la membrana celular de los glóbulos rojos se torna cada vez más delgada y frágil, al punto que ya no le es posible mantener su integridad. Entonces, la célula literalmente explota.

Sin embargo, no explota en cualquier parte. De hecho, si esto ocurriese sería un problema, ya que podría generar obstrucciones de los vasos sanguíneos. Por ello existe un entramado vascular muy especializado cuya función es casi exclusivamente destruir los glóbulos rojos viejos que pasan por allí.

Red de capilares sinusoidales

Se trata de la trama de capilares del bazo y, en menor medida, del hígado. En estos órganos ricamente vascularizados hay una complicada red de capilares cada vez más delgados y tortuosos que obligan a los glóbulos rojos a torcerse y retorcerse mientras lo atraviesan.

De esta manera, solo aquellas células con una membrana celular lo suficientemente flexible podrán pasar, mientras que los glóbulos rojos con membranas frágiles se romperán y liberarán sus componentes —en especial el grupo hem— hacia el tejido circundante, donde se dará el proceso de reciclaje.

Reciclaje de la hemoglobina

Una vez que se rompen, los restos de los glóbulos rojos son fagocitados (comidos) por los macrófagos (células especializadas que abundan en el hígado y el bazo), los cuales digieren los diferentes componentes hasta reducirlos a sus elementos básicos.

En este sentido, la porción globina (proteíca) se descompone hasta los aminoácidos que la componen, los cuales serán posteriormente empleados para sintetizar nuevas proteínas.

Por su parte, el grupo hem se descompone hasta obtener hierro, parte del cual pasará a formar parte de la bilis como bilirrubina, mientras otra porción se une a proteínas (transferrina, ferritina) donde podrá ser almacenado hasta que se necesite en la síntesis de nuevas moléculas del grupo hem.

Una vez que se completan todas las fases de la hemocateresis, se cierra el ciclo de vida de los hematíes (glóbulos rojos), abriéndose espacio para nuevas células y reciclando los componentes vitales de las células rojas de la sangre para volver a ser utilizados. 

Funciones de la hemocateresis

La función más obvia de la hemocateresis es sacar de circulación los glóbulos rojos que ya han alcanzado su tiempo de vida. Sin embargo, esto tiene implicaciones que van más allá, como por ejemplo:

– Permite un equilibrio entre la formación y eliminación de glóbulos rojos.

– Ayuda a mantener la densidad de la sangre, evitando que haya demasiados glóbulos rojos.

– Permite que la sangre se mantenga siempre con su máxima capacidad de transporte de oxígeno, eliminando aquellas células que ya no pueden ejercer su función de manera óptima.

– Contribuye a mantener estables los depósitos de hierro en el organismo.

– Garantiza que los glóbulos rojos circulantes tengan la capacidad de alcanzar cada rincón del organismo a través de la red capilar.

– Evita que entren a la circulación hematíes deformes o anormales, como ocurre en el caso de la esferocitosis, anemia de células falciformes y eliptocitosis, entre otras condiciones asociadas a la producción de glóbulos rojos alterados.

Diferencias entre hemocateresis y hematopoyesis 

La primera diferencia es que la hematopoyesis “genera” glóbulos rojos nuevos mientras que la hemocateresis “destruye” glóbulos rojos viejos o en mal estado. Sin embargo, existen otras diferencias a considerar entre ambos procesos.

– La hematopoyesis se lleva a cabo en la médula ósea, mientras la hemocateresis ocurre en el bazo y el hígado.

– La hematopoyesis es modulada por hormonas (eritropoyetina), mientras la hemocateresis está predeterminada desde el momento en el cual el eritrocito entra en circulación.

– La hematopoyesis requiere el consumo de “materias primas” como aminoácidos y hierro para producir las células nuevas, mientras que la hemocateresis libera estos compuestos para ser almacenados o utilizados posteriormente.

– La hematopoyesis es un proceso celular que implica reacciones químicas complejas en la médula ósea, mientras que la hemocateresis es un proceso mecánico relativamente simple.

– La hematopoyesis consume energía; la hemocateresis no.

Referencias

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