Manco Cápac, el primer Inca (biografía)
Manco Cápac, también conocido como Manco Inca o Ayar Manco, fue el fundador del Imperio inca y de la dinastía de sus gobernantes. Su propia existencia es cuestionada por algunos historiadores, que afirman que se trató solo de un personaje mítico. Otros, en cambio, mantienen que fue una persona real y presentan algunos descubrimientos arqueológicos como prueba.
De acuerdo a la opinión de estos últimos historiadores y a las leyendas incas, Manco Cápac condujo a su pueblo en un periplo desde el lago Titicaca hasta el valle del Cuzco, en los Andes peruanos. Las buenas condiciones medioambientales y la fertilidad de la tierra fueron los factores fundamentales para que decidieran asentarse en el lugar.
Los incas, liderados por Manco Capac, debieron combatir a los pueblos que ya habitaban la zona. Tras derrotarlos, fundaron Cuzco, que se convertiría en la capital del imperio. Según los cronistas, el gobernante promulgó leyes que penaban el homicidio, el adulterio y el hurto.
Manco Capac fue también el iniciador de la dinastía de los incas. Estos serían los soberanos del imperio hasta su derrota ante los conquistadores españoles en 1571. Según los expertos, Manco Capac falleció a los 70 años. El trono pasó a manos de su hijo, Sinchi Roca.
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La historia de Manco Cápac mezcla elementos reales con otros legendarios. Por ese motivo, los historiadores suelen ofrecer datos diferentes sobre su vida o, en ocasiones, incluso contradictorios.
La mayoría de las fuentes afirma que nación en Tamputoco y que reinó sobre los incas durante unos 30 años. Su papel en el nacimiento del imperio quedó recogido en dos de las leyendas más importantes de ese pueblo.
Como ocurre con el resto de su vida, las fechas concretas de su nacimiento, muerte y principales logros son desconocidas. Los estudios existentes muestran una gran disparidad, incluso de siglos. Esto puede contemplarse claramente en los datos ofrecidos por Sarmiento, quien afirmó que el primer inca nació en el 521 y que reinó entre el 565 y el 656.
No obstante, la mayoría de los expertos, tanto antiguos como actuales, señalan que su reinado fue bastante más corto y no tan lejano en el tiempo. Algunos afirman que su gobierno duró 41 años, entre el 1021 y el 1062, mientras que otros datan su reinado entre el 1150 y el 1178.
Por último, existe otro grupo de expertos que hablan de 30 años de gobierno, entre el 1226 y el 1256.
No solo las fechas del reinado de Manco Cápac son objeto de discusión. Su propia existencia como personaje histórico también es discutida por algunos historiadores. Esta corriente historiográfica lo considera una figura mítica de los incas.
Sin embargo, la mayor parte de los expertos sí piensa que se trató de una persona real. Las pruebas de este hecho serían la descendencia de su familia real, denominada Chima Panaca, que fue considerada como parte de la aristocracia inca hasta la conquista.
Además, estos historiadores afirman que algunos restos arqueológicos confirman la existencia de Manco Cápac. Señalan, por ejemplo, los restos de su palacio, el Inticancha, hoy Coricancha.
Otro de los nombres por los que Manco Cápac fue conocido es Ayar Manco. De acuerdo a algunas fuentes, el término Ayar hace referencia a la quinua silvestre, un producto muy importante en los Andes como fuente alimenticia.
Por otra parte, la palabra Manco puede estar relacionada con la planta denominada mango. Por último, algunos expertos apuntan que el nombre Manco Cápac significaría en quechua “rico señor de vasallos”.
La hipótesis más aceptada en que Manco Cápac nació en Tamputoco. Esta localidad estaba ubicada en el actual departamento del Cuzco.
El líder inca vino al mundo durante uno de los descansos que su etnia, la taipicala, debió hacer en periplo huyendo de la invasión aymara de su zona de origen: el altiplano andino.
El padre de Manco Cápac fue Apu Tambo, quien dirigió esa marcha de 20 años durante la que su pueblo solo recorrió 500 kilómetros y mantuvo un estilo de vida seminómada.
Como se ha señalado, Maco Cápac nació durante el éxodo que su etnia estaba llevando a cabo desde el altiplano. Cuando alcanzó el poder, tuvo que ponerse al frente de su pueblo para continuar el camino. En esos momentos, lideraba tan solo a una decena de familias.
Según algunas fuentes, Manco Cápac se puso al frente de los taipicalas a finales del siglo XII, aunque las fechas varían mucho dependiendo de los historiadores. Su recorrido coincide en su mayor parte con el descrito en la leyenda de los hermanos Ayar y su destino final fue el valle del Cuzco, en los Andes peruanos.
Cuando alcanzaron ese lugar, los incas debieron enfrentarse a los pueblos que allí habitaban: los sahuaros, los huallas y los ayar uchu. Tras derrotarlos, Manco Cápac ordenó establecerse allí definitivamente, ya que el suelo era muy fértil, había numerosas fuentes de agua y bosques frondosos.
Cerca de uno de los ríos que cruzaban la zona, el Huatanay, Manco Cápac decidió fundar Cuzco, aproximadamente en el 1200. Esa ciudad acabaría convirtiéndose en la capital de un gran imperio. En su época de mayor esplendor, entre los siglos XIII y XV, sus dominios abarcaron desde el norte de Ecuador hasta el centro de Chile.
En un primer momento, los incas solo ocuparon un terreno situado en una zona pantanosa atravesada por dos pequeños ríos. Manco Cápac ordenó expandir la ciudad y los incas levantaron cuatro barrios diferentes: Chumbicancja, Quinticancha, Sairecancha y Yarambuycancha.
Aunque Cuzco había crecido, el pueblo de Manco Cápac solo controlaba una pequeña fracción de todo el valle. En este habitaban otras etnias, algunas de ellas muy poderosas. Por el norte, además, existía la amenaza de una posible invasión por parte de la confederación formada por Ayamarcas y Pinaguas.
Todos esos pueblos que ya residían en el valle recibieron a Manco Cápac como a un potencial competidor. El enfrentamiento era inevitable y el primer inca tuvo que dedicar buena parte de su reinado a luchar contra esas etnias.
Durante el tiempo en el que estuvo en el poder, Manco Cápac se caracterizó por la promulgación de una legislación que cubría todos los aspectos de la vida de su pueblo. En lo penal, por ejemplo, estableció la pena de muerte para los homicidas, adúlteros y ladrones.
En el ámbito familiar, el inca determinó que cada varón debía tomar mujer de su propia familia, aunque no antes de los 20 años. Manco Cápac también legisló aspectos sobre la religión, como el establecimiento del Sol como principal divinidad.
Para honrar al Sol, ordenó construir un templo en su honor en Cuzco. Junto a ese edificio sagrado, se levantó una casa para que la ocuparan las vírgenes consagradas a ese dios.
Por otra parte, Manco Cápac fue el iniciador de la dinastía de los incas. Esta se mantuvo en el poder hasta su desaparición en el 1571, cuando los españoles decapitaron a Túpac Amaru.
Manco Cápac falleció a los setenta años de edad. Su cuerpo fue momificado y depositado en Incachaca. Más adelante, durante el reinado de Pachacútec, el cadáver del primer inca fue trasladado al templo del lago Titicaca.
Tras su muerte, Manco Cápac se convirtió en un personaje mítico para su pueblo. Diversas leyendas que narraban el origen de los incas lo convirtieron en su protagonista.
Según esta leyenda, que procede de la tradición oral de los incas, cuatro hermanos acompañados de sus respectivas esposas emergieron de la ventana denominada Capatoco, la central del Templo de las tres ventanas situado en el cerro Tamputoco.
Estos hermanos habían sido enviados por Inti, el dios Sol, para llevar la civilización a los seres humanos.
Tras una serie de vicisitudes, uno los hermanos, el Ayar Manco (Manco Cápac), fundó la ciudad de Cuzco y se convirtió en el primer gobernante de la cultura inca.
La historia comienza cuando Manco Cápac y su esposa y hermana Mama Ocllo, hijos del dios Sol, nacieron de la espuma del lago Titicaca. En la isla del Sol recibieron el mandato de marchar hacia el norte portando una vara de oro. Esta debía indicarles donde tenían que levantar la capital de un imperio.
Para saber el lugar exacto, Manco Cápac debía arrojar la vara y esperar que se hundiera. Esto sucedió en el valle del río Huatanay, en las cercanías del cerro Huanacauri.
Aunque, obviamente, las dos historias anteriores están repletas de elementos mitológicos, los historiadores han podido encontrar algunos elementos comunes que podrían tener un origen histórico.
El primero es la ruta de la migración llevada a cabo por los incas. En ambos casos se trata de una ruta que lleva desde el sur hasta el norte, lo que refuerza la idea de que este pueblo provenía del altiplano peruano-boliviano.
La hipótesis más seguida es que los fundadores de la cultura inca huían de las invasiones aymaras, aunque también se maneja la teoría de que, simplemente, estaban buscando tierras más fértiles.
Otro elemento en común es la consideración de Cuzco como centro para ordenar el caos existentes. En la época, la zona del valle estaba habitada por varias etnias permanentemente enfrentadas entre sí, algo que terminó con la conquista de los incas.