Países tercermundistas: características y ejemplos
Entre los principales países tercermundistas o del tercer mundo destacan Madagascar, Togo, Etiopía, Haití, Yemen, Camboya, Afganistán, Panamá, Costa Rica, Venezuela, Paraguay, Colombia y Argelia, entre otros.
Actualmente es menos frecuente que se utilicen los términos países tercermundista o del tercer mundo, que durante muchos años fueron utilizados para referirse a países subdesarrollados o en vías de desarrollo y que, posteriormente, pasaron a tener una connotación despectiva.
El término “tercer mundo” surgió para denominar naciones que económicamente no habían desarrollado el sistema capitalista (primer mundo) ni eran parte de los países bajo sistema comunista que conformaban la Unión Soviética (segundo mundo).
Al desaparecer esta última el término comenzó a ser inapropiado, pero la historia reciente de cada país obligó a replantear cuáles naciones se consideraban dentro o fuera de dicho grupo, partiendo de las características que se supone tienen los países de cada categoría.
Se dice que el primero en utilizar esta denominación fue el sociólogo francés Alfred Sauvy en una publicación en la revista L’Observateur en 1952, titulada “Tres mundos, un planeta”. Allí ubicó en el tercer mundo a países de Asia, África y América Latina, haciendo alusión al tercer Estado en la Revolución francesa.
Coincidió entonces que los países ubicados al sur del planeta tenían condiciones económicas y políticas muy parecidas, por lo que el término podía referirse tanto a la ubicación geográfica como a la geopolítica o niveles de desarrollo económico.
Por esto, resulta cada vez más difícil ubicar un país como tercermundista puesto que las condiciones de cada uno han cambiado, lo que dificulta el poder agruparlos a todos en una sola categoría; sin embargo, se siguen haciendo intentos por enumerar y delimitar las características que deben tener.
Índice del artículo
- 1 Características
- 1.1 Poco avance tecnológico
- 1.2 Bajo nivel de industrialización
- 1.3 Economía dependiente de exportación de productos agrícolas y materia prima
- 1.4 Deuda exterior en incremento
- 1.5 Considerable crecimiento demográfico
- 1.6 Inestabilidad política
- 1.7 Deficiencia en sistemas de salud y de educación
- 1.8 Bajos estándares de calidad de vida
- 1.9 Elevado índice de pobreza
- 2 Ejemplos
- 3 Referencias
La importancia del término es su finalidad última: los países dentro de esta categoría reciben apoyo de todo tipo del resto de los países. La política internacional actual busca crear estrategias para disminuir la desigualdad enfocándose en los países considerados del tercer mundo.
A continuación detallamos las características más destacadas de los países que pertenecen a esta categoría:
En los países tercermundistas los pocos avances tecnológicos que existen suelen ser introducidos por empresas extranjeras u otros países que tienen actividades económicas en estos.
Solo las personas relacionadas con estas actividades tienen acceso a la tecnología, mientras que la mayoría de la población la desconoce por completo.
Esto no se refiere solo a tecnología de la comunicación, sino también a la tecnología en todos los ámbitos de la vida, como transporte, infraestructura, salud, servicios básicos y educación, entre otros, que afectan directamente la calidad de vida de sus habitantes.
Como consecuencia del poco avance tecnológico y de los bajos niveles educativos, se puede decir que la llamada Revolución Industrial casi no pasó por estos países.
Sus sistemas de producción siguen siendo precarios y poco eficientes, tanto en el ámbito tecnológico como en cuanto a procesos o técnicas. Esto muchas veces ocasiona un desaprovechamiento, mal uso o baja productividad de los recursos naturales con los que cuentan estos países.
Como sus procesos de producción son bastante obsoletos y la poca tecnología que hay en estos suele ser de agentes externos (empresas extranjeras y otros países), su economía está basada principalmente en productos primarios por no tener los conocimientos o métodos necesarios para procesarlos.
El valor de estos productos primarios lo decide el mercado de las grandes empresas que los compran y poco pueden decir al respecto los países que los producen. Esto los hace económicamente dependientes de dichos agentes que, a su vez, son los que suelen invertir en esta producción.
Una de las características determinantes de estos países suele ser su deuda exterior, que se considera un círculo vicioso del cual muy pocos pueden salir.
Al depender de otros países o empresas extranjeras tanto para la inversión como para la negociación o intercambio de sus productos, quedan desfavorecidos en casi todos sus convenios.
Necesitan endeudarse para obtener la tecnología y conocimiento que requieren para sus actividades productivas, pero luego de implementarlas no reciben lo suficiente por sus productos para cubrir la inversión realizada; por esto su deuda aumenta cada día más, y su producto interno bruto disminuye proporcionalmente.
Generalmente en estos países existe un desaforado crecimiento demográfico, que a su vez conlleva a una alta tasa de mortalidad infantil.
Para controlar esto se han creado políticas que buscan frenar la natalidad, que van desde repartir gratuitamente métodos anticonceptivos hasta la imposición de sanciones para quienes tienen más hijos de los permitidos legalmente.
La razón para frenar el incremento de natalidad en estos países es que, al haber más población, los recursos de por sí escasos deben ser distribuidos entre más personas, por lo que corresponde menos a cada una. Cuando hay más personas que recursos disponibles se habla de superpoblación, característica común en el tercer mundo.
Históricamente, hasta hace relativamente poco los países tercermundistas solían ser colonias de otros países. Las naciones que los colonizaron establecieron fronteras y diferencias políticas entre estos, ocasionando conflictos que aún existen en la actualidad.
En este tipo de países la dictadura es la normalidad y la democracia es escasa, por lo que son muy comunes los golpes de Estado, la corrupción, conflictos armados, violencia y rebeliones o guerras civiles por razones que van desde lo religioso hasta lo económico. Esto incrementa la mala situación de estos países y dificulta su superación económica.
Los bajos niveles económicos y la superpoblación dificultan la existencia de un sistema de salud y de educación óptimos para todos los habitantes.
Esto trae como consecuencia que en muchos de estos países existan enfermedades que han sido prácticamente extintas en otros, que las tasas de analfabetismo sean tan altas y que el acceso a la educación sea muy bajo.
Las epidemias son bastante frecuentes en países tercermundistas, tanto por la falta de insumos médicos (como vacunas y antibióticos, entre otros) como por la inexistencia de sistemas que hagan llegar a todo el país los pocos insumos que hay.
Además de los problemas políticos, tecnológicos, económicos, de salud y educación, la calidad de vida de las personas que habitan un país tercermundista se ve gravemente afectada por la casi inexistencia de derechos laborales.
Como efecto de la globalización, grandes empresas trasnacionales trasladan a estos países parte de su proceso productivo por lo barata que puede resultar la mano de obra (mayormente no calificada), que incluye trabajo infantil y explotación laboral que con frecuencia se considera esclavitud.
Se incluye también en esta característica el nulo o poco acceso a recursos necesarios como agua potable, alimentos, electricidad e información, entre otros, ya sea por la inexistencia de sistemas de distribución adecuados o por la contaminación o cambio climático que los ha afectado.
Todo esto incrementa cada día más la tasa de mortalidad y disminuye la esperanza de vida de su población.
Otra de las principales características de los países del tercer mundo son sus altos niveles de pobreza, cuyas causas se consideran tanto externas como internas.
Diferentes organizaciones internacionales y no gubernamentales intentan implementar acciones para disminuir estos niveles, pero la desigualdad en estos países sigue siendo abismal.
Una pequeña parte de la población concentra casi todo el poder económico y político, constituyendo la élite o clase alta, mientras el resto vive en condiciones precarias de vida que se consideran de pobreza o pobreza extrema (es decir, clase social baja). Por esto es común la inexistencia de una clase social media.
El producto interno bruto (PIB) o ingreso per cápita de estos países suele ser el más bajo del mundo y, con frecuencia, se encuentra en descenso.
Los términos “países tercermundista” o “del tercer mundo” se han ido sustituyendo por países en desarrollo, en vías de desarrollo o subdesarrollados, que cumplen en mayor o menor medida con las características mencionadas sin que se deban a un desastre natural inevitable, sino a razones históricas (sociales, políticas o económicas) propias de estos.
Con la medición del Índice de Desarrollo Humano (IDH), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) toma en cuenta como países subdesarrollados los que tienen índices más bajos.
Para esta medición considera la esperanza de vida al nacer, la tasa de alfabetización de adultos, las tasas de matriculación en tres niveles de educación y el PIB per cápita de cada país. La ONU ha designado como Países Menos Adelantados a los siguientes:
África
– Angola.
– Burkina Faso.
– Benín.
– Burundi.
– Comoras.
– Chad.
– Etiopía.
– Eritrea.
– Guinea.
– Gambia.
– Guinea-Bissau.
– Liberia.
– Lesoto
– Madagascar.
– Mali.
– Malawi.
– Mauritania.
– Nigeria.
– Mozambique.
– República Unida de Tanzania.
– República Democrática del Congo,
– Santo Tomé y Príncipe.
– Ruanda.
– República Centroafricana.
– Senegal.
– Somalia.
– Sierra Leone.
– Sudán.
– Sudán del Sur.
– Uganda.
– Zambia.
– Togo.
– Yibuti.
América
– Haití
Asia y Oceanía
– Bangladesh.
– Afganistán.
– Bután.
– Birmania.
– Kiribati.
– Camboya.
– Yemen.
– Islas Salomón.
– República Democrática Popular Lao.
– Nepal.
– Timor Oriental.
– Vanuatu.
– Tuvalu.
África
– Gabón.
– Argelia.
América
– Belice.
– Costa Rica.
– Colombia.
– Cuba.
– El Salvador.
– Ecuador.
– Nicaragua.
– Venezuela.
– Paraguay.
– Panamá.
– Perú.
– Uruguay.
– República Dominicana.
Asia y Oceanía
– Mongolia.
– Arabia Saudita.
– Irak.
– Siria.
– Irán.
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