Melkart: etimología, cultos, pareja, distintas culturas
Melkart fue uno de los dioses más importantes que tuvieron los fenicios, quienes habitaron una ciudad a orillas del mar Mediterráneo en Oriente. Fue el guardián de la ciudad de Tiro, actualmente parte del Líbano.
Algunos detalles sobre Melkart aún no se han esclarecido, algo habitual en la mitología con origen tan antiguo. Se le asoció con diferentes cosas a lo largo de los años y con el poder sobre la monarquía, el mar e incluso en el comercio.
Se llegó a relacionar a Melkart con otra deidad muy relevante como fue el caso de Baal o Moloch. De esta asociación nació la idea de que Melkart también fue un dios con influencia en la agricultura.
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Etimología
El origen del nombre Melkart fue en la cultura fenicia. Nació por la unión de dos palabras ‘Melek’, que significaba rey, y ‘Qart’ que originó el término “Rey de la ciudad” con el que fue conocido Melkart en la ciudad de Tiro.
Este dios recibió otros nombres o apodos. El propio Melkart se llegó a denominar como el Señor de Tiro, mientras que los griegos se refirieron a él como el Heracles de la ciudad de Tiro (Hércules de acuerdo a la mitología romana).
El nombre de Melkart surgió por primera vez durante el siglo IX antes de Cristo. El descubrimiento de este dato ocurrió hace cerca de 60 años, gracias a una inscripción que realizó el hijo del rey Aram y que fue hallada en Alepo, en la parte norte de Siria.
Culto
Melkart estuvo vinculado con el fuego, elemento que lo consumió en múltiples oportunidades, aunque luego era capaz de resucitar. Hiram I de Tiro, rey de los fenicios en el siglo X antes de Cristo, creó una fiesta en su honor que consistió en sacrificar a una persona. De forma anual se celebró esta resurrección del dios entre sus fieles.
Características
Los símbolos con los que se identificó a Melkart se han podido definir de forma clara gracias a la aparición de monedas de la época en la que se rindió culto al dios. Por su vinculación con el mar, animales como los delfines y los atunes hacen referencia a esta deidad.
Melkart no fue representado nunca con forma de humano, algo que sí sucedió con otros dioses, en especial con los que formaron parte de la mitología griega.
Los sacerdotes que le rendían pleitesía en sus templos eran célibes. La vestimenta de estos religiosos era de color blanco y creadas en base a telas de lino.
El culto a Melkart se siguió llevando a cabo hasta bien entrado el siglo IV después de Cristo.
Templo
Los templos donde se adoró al dios Melkart duraron mucho tiempo en el territorio de Tiro. Al no haber referencias previas al siglo IX, se cree que la primera construcción de un templo para esta deidad ocurrió durante el reinado de Hiram. Fue el sucesor de su padre, Abibaal, y estuvo en el poder durante 30 años, entre el 969 y el 939 antes de Cristo.
Las ofrendas y oraciones a Melkart se realizaron en la parte exterior del templo, donde se colocó un altar. El culto incluyó el sacrificio de animales, como fue habitual en casi todas las adoraciones a deidades, la quema de incienso o la ofrenda de bienes de gran valor.
El templo de Melkart no permitió la presencia de extranjeros y mucho menos de mujeres. Los templos no tenían imágenes, solo escrituras de oraciones y la presencia continua del fuego.
Descripción de Heródoto
El historiador griego Heródoto, considerado por muchos como el padre de la historia occidental, realizó una de las primeras descripciones sobre el templo de Melkart. El geógrafo visitó la ciudad de Tiro durante el siglo V antes de Cristo.
Para recabar la información Heródoto, habló con los sacerdotes presentes en el templo de Tiro. Ellos fueron los que aseguraron que la creación del templo ocurrió más de dos mil años antes. Esto dato se ha podido vincular con la fundación de Tiro como ciudad, hecho que ocurrió en el 2750 antes de Cristo.
Heródoto explicó la composición del templo al detallar que contó con dos columnas al entrar, ambas de gran valor pues una se construyó en oro y la otra con esmeraldas. A pesar de que Melkart nunca fue representado como un humano, el historiador griego afirmó que en el templo había una tumba donde se encontraban los restos del dios.
Este dato generó alguna controversia y dudas, ya que abre la puerta a las teorías que afirmaban que Melkart fue un personaje histórico real de aquella civilización y que tuvo un papel muy importante en el nacimiento de Tiro como ciudad. Aunque algunos autores han refutado esto y aseguran que la tumba del dios está en otra zona.
Melkart en Cádiz
En España, en la actual isla de Sancti Petri, existe otro templo que se erigió en honor a Melkart y fue allí donde luego se asoció con Heracles. En esta zona se encontraron un grupo de pequeñas estatuas en honor al dios Melkart. Estas figuras fueron hechas en bronce.
Una de las estatuas muestra a Melkart con piel de león que le cubría varias partes del cuerpo. Especialmente la cabeza y la zona de la espalda. Estas pequeñas figuran muestran más semejanzas con las representaciones griegas de los dioses que con las formas de los pueblos fenicios.
En otras culturas
Melkart tuvo gran influencia en otras civilizaciones porque los gobernantes de la ciudad de Tiro exigieron que en cada territorio se hicieran cargo de edificar templos para rendir culto al dios. De esta forma, fue que la adoración a Melkart llegó hasta el mediterráneo a tierras españolas y a ciudades como la actual Larnaca, en Chipre.
En Chipre fue donde se crearon la mayor cantidad de monedas, en los que se observa de un lado al dios y del otro a alguna especie del mar.
En Cartago, hoy en día parte de Túnez pero que en la antigüedad era una ciudad plagada de emigrantes de Tiro, se construyeron también templos en honor a Melkart.
La influencia de los fenicios fue tan importante en esta zona del norte de África que sus habitantes estuvieron obligados a enviar ofrendas anualmente a Tiro, específicamente al templo de Melkart.
Pareja
Se casó con la diosa Astarté, originaria de Mesopotamia, siendo conocida con diferentes nombres según la cultura (Inanna, Ishtar o Astoret). Algunos historiadores llegaron a asociar la unión de esta pareja con el nacimiento de Cádiz, en España. La leyenda dice que Melkart llegó a la ciudad para cortejar a la diosa, la fundaron y posteriormente se casaron.
Referencias
- Chase, M., Kuhn, M., Hausner, H., & Chaudron, C. The Hebrews, Phoenicians, and Hittites. St. Louis, Mo.: Milliken Pub. Co.
- Daniel, M. (2014). Inheritance: Covenants, Kingdoms, Bodies and Nations. New York: Pocket Books.
- Guirand, F. (1959). Larousse encyclopedia of mythology. New York: Prometheus Press.
- Naiden, F. (2019). Soldier, priest, and god. New York: Oxford.
- Wright, R., & Morey, A. (2009). The evolution of God. Old Saybrook, CT: Tantor Audio.