Carlos Augusto Salaverry: quién fue, biografía y obras
¿Quién fue Carlos Augusto Salaverry?
Carlos Augusto Salaverry (1830-1891) fue un destacado poeta y dramaturgo peruano, considerado uno de los máximos exponentes del romanticismo de Perú, junto a Ricardo Palma.
De hecho, varios críticos consideran a Salaverry como el mayor exponente de la lírica peruana del siglo XIX.
Entre sus obras más recordadas está el poema “Acuérdate de mí”, que refleja lo íntimo, el amor y el dolor, características de la mayoría de sus poemas líricos románticos.
Además, escribió y produjo una gran cantidad de piezas teatrales, logrando alcanzar en algunas un éxito rotundo, como El bello ideal, Abel o el pescador americano, El amor y el oro y La estrella del Perú.
Paralelamente a su desarrollo en la poesía y el teatro, se desempeñó como militar y político, al igual que su padre, el expresidente peruano Felipe Santiago Salaverry.
Biografía de Carlos Augusto Salaverry
Primeros años
Nació el 4 de diciembre de 1830 en el Distrito de Lancones, Piura, Perú. Fue hijo del expresidente peruano Felipe Santiago Salaverry del Solar, el presidente más joven en morir.
Su madre, Vicenta Ramírez Duarte, fue hija de Francisco Ramírez y Baldés, dueño de la hacienda “La Solana” en Perú.
Felipe Salaverry conoció a Vicenta en una militarización de las tropas peruanas cuando estalló la Guerra con la Gran Colombia, pero se separaron cuando Carlos Augusto tenía pocos años.
Según algunos historiadores, el expresidente separó a Carlos Augusto de su madre, obligándolo a vivir con su madrastra, Juana Pérez Infanta, y su hermanastro.
A los 6 años quedó huérfano, pues su padre fue asesinado, durante la invasión boliviana, por el militar Andrés de Santa Cruz.
Salaverry se quedó con su madrastra. Tuvieron que alejarse de sus enemigos, por lo que huyeron a Chile. Tras esos acontecimientos, vivió una vida llena de penurias, tristezas y poca educación básica.
Juventud
Tras la caída de Andrés de Santa Cruz en 1839, Salaverry viajó de Chile a Perú para ingresar al ejército como cadete y prepararse para la batalla de Yungay.
A los 15 años fue trasladado a distintas guarniciones, pues sus superiores consideraron que el joven Salaverry podía destacarse como su padre en el ejército. Sin embargo, su personalidad no calzó con la disciplina militar. Prefería la soledad y el estudio de las letras.
En sus años de juventud se dedicó a la intensa lectura de los poetas Víctor Hugo y Heinrich Heine.
Cuando cumplió 20 años se casó con Mercedes Felices, relación precipitada que terminó rápidamente.
Más tarde, se vio involucrado en una relación pasional con Ismena Torres, pero los padres de la joven la trasladaron a Europa para alejarla de Salaverry, al considerarlo mal partido para su hija.
La historia entre ambos jóvenes quedó plasmada más tarde en sus mejores poemas románticos.
Inicios en la poesía y carrera política
En 1853 lo ascendieron a teniente y dos años después a capitán. Sus habilidades poéticas inevitablemente fueron expuestas mientras crecía en su carrera como militar y político.
Carlos Salaverry tenía un amigo, Trinidad Fernández, que al igual que él, fue militar y poeta. Tras enterarse de su interés por la poesía, promovió la publicación de uno de sus poemas en El Heraldo de Lima, en 1855.
Tras unos años, produjo obras teatrales que lograron el éxito deseado: Arturo, Atahualpa o la conquista del Perú, El bello ideal, entre otros.
Cuando se inició en la política peruana, ya había alcanzado el cargo de sargento mayor. Fue secretario del coronel Mariano Ignacio Prado, acompañándolo en las campañas contra el presidente de ese momento, Juan Antonio Pezet.
Salaverry acompañó a Prado durante el Combate de Callao, en el puerto peruano contra la Armada Española, como parte de la Guerra Hispano-sudamericana en 1866.
Sin embargo, se unió luego a la revolución liderada por José Balta en contra de la dictadura de Mariano Ignacio Prado en 1867.
Cargo diplomático
Cuando José Balta llegó a la presidencia en 1869, Salaverry entró como secretario de delegación, siendo parte del servicio diplomático del presidente del momento. Dicho trabajo le permitió realizar extensos viajes por Estados Unidos y Europa.
Si bien había realizado varias publicaciones literarias –incluso ediciones de su primer poemario (Diamantes y perlas) en 1869–, logró editar en Europa la colección de poemas Albores y destellos en 1871.
Cuando Manuel Pardo asumió la presidencia de Perú, Salaverry se hallaba en Francia cumpliendo su cargo como diplomático. A pesar de eso, con la entrada del nuevo presidente civilista, fue removido de su cargo sin el pago que le correspondía.
Aproximadamente duró seis años en Francia, en una vida angustiosa. Se dice que llegó al borde del suicidio, como la única salida a sus problemas.
Últimos años
Cuando regresó a Perú en 1878, Mariano Ignacio Prado estaba en su segundo gobierno. Al año siguiente, en mal estado físico y psicológico, accedió a participar en la guerra contra Chile, por lo que tuvo que unirse al gobierno temporal de Francisco García Calderón.
Tras realizar acciones políticas y gestiones pacifistas con Francisco García Calderón, su carrera política acabó finalmente cuando García Calderón fue apresado y deportado a Chile.
Tras publicar el poema Misterios de la tumba en 1883, viajó nuevamente a Europa. Allí conoció a su nuevo amor, con quien contrajo matrimonio en segundas nupcias en París, Francia.
Recorrió una gran cantidad de países europeos hasta que comenzó a sentir los primeros síntomas de parálisis, en 1885.
El 9 de abril de 1891, Salaverry falleció en París. Sus restos actualmente se hallan en Perú, en el cementerio San José de Sullana.
Poesía y teatro
Ha sido considerado uno de los máximos exponentes del romanticismo literario. Se caracterizó por llevar las normas clásicas del soneto.
En la poesía de Salaverry se puede reconocer a simple vista la influencia del poeta español Gustavo Adolfo Bécquer, por emplear la rima asonante en una combinación de versos multiformes.
Es considerado el poeta peruano más original del romanticismo, que se inspiró en la exaltación del amor no correspondido, la melancolía y la nostalgia. Sus mejores composiciones fueron los sonetos evocando un sentimentalismo intenso.
En su producción poética destaca el estilo lírico. Además, carece de estereotipos poéticos, abundando en la musicalidad y sensibilidad.
En cuanto al teatro, Salaverry hizo aproximadamente veinte piezas teatrales a lo largo de su vida, algunas estrenadas en Lima y Callao.
Si bien muchas de esas obras alcanzaron el éxito que deseó, al pasar los años fueron desvalorizadas. En su teatro predominaron especialmente los largos monólogos.
Obras
Atahualpa o la conquista del Perú
Atahualpa o la conquista del Perú es una de las primeras piezas teatrales dramáticas de Carlos Augusto Salaverry, escrita en 1854.
Aparte de esta obra, compuso otras piezas dramáticas, desde Arturo hasta El pueblo y el tirano.
Ciertas piezas de Salaverry fueron desvaloradas en su época e incluso tras su muerte.
Sin embargo, en el caso de Atahualpa o la conquista del Perú, la tomaron más adelante para hacer una producción musical basada en la captura del inca Atahualpa.
El bello ideal
El bello ideal es una obra escrita en 1857, en cuatro actos y en verso.
Abel o el pescador americano
Al igual que El bello ideal, Abel o el pescador americano es una pieza teatral dramática escrita en 1857. Está compuesta por cuatro actos y un prólogo escrito en verso.
La historia se centra en los incas, con aproximadamente ocho personajes principales y cuatro personajes extras.
Esta obra no es la única en que Salaverry evoca el tema indígena. A lo largo de su vida estuvo interesado en la liberación de los indígenas, la abolición de la esclavitud de los negros y la reconstrucción del país.
Diamantes y perlas
Diamantes y perlas es un poemario escrito entre 1869 y 1871, cuando se hallaba prestando servicio militar en Francia.
Es un libro que se compone mayormente de sonetos, siendo el amor el tema predominante.
Cartas a un ángel
Cartas a un ángel fue un poemario publicado en Lima en 1871. Es conocido por incluir uno de los poemas más populares (“Acuérdate de mí”), en los que resalta el amor y el erotismo.
Cartas a un ángel está inspirado en Ismena Torres. Ella fue una de sus grandes obsesiones, convertida en fuente de inspiración de sus versos, en los que se reflejaba la frustración de su separación. La inspiración y el éxito de Salaverry se le atribuye a la ruptura con Ismena Torres.
“Acuérdate de mí”
“Acuérdate de mí” forma parte de Cartas a un ángel. Según muchos críticos, en este poema se nota una influencia marcada del español Gustavo Adolfo Bécquer, por su estilo romántico profundo y personal, el cual ayudó a perfeccionar significativamente su estilo poético.
Es un poema en el cual abundan las metáforas, así como el uso de otras figuras literarias. Hoy en día se incluye en los textos escolares peruanos.
Referencias
- El Romanticismo peruano y Carlos Augusto Salaverry (n.d.). Tomado de revista-iberoamericana.pitt.edu
- Carlos Augusto Salaverry (n.d.). Tomado de carpetapedagogica.com
- Poemas de Carlos Augusto Salaverry (n.d.). Tomado de poemas-del-alma.com