Qué es el compañerismo y cómo fomentarlo: 10 claves
El compañerismo es una relación amistosa de solidaridad y cooperación entre compañeros, por ejemplo, entre compañeros de una misma clase escolar. Se trata de un vínculo que existe entre personas de forma armónica y correspondida.
Cuando hacemos que un niño sea buen compañero de otro, buscamos promover en él una actitud empática de comprensión, apoyo y ayuda de manera desinteresada y solidaria. El compañerismo toma su base en la colaboración de todos los miembros del grupo.
Índice del artículo
- 1 La educación del compañerismo como valor
- 2 10 claves para promover el compañerismo
- 2.1 1. Trabaja la empatía con ellos
- 2.2 2. Fomenta el trabajo en equipo
- 2.3 3. Trabaja la solidaridad y la ayuda a los demás
- 2.4 4. Incentiva las relaciones informales entre ellos
- 2.5 5. Rota los grupos en clase
- 2.6 6. No permitas las faltas de respeto
- 2.7 8. Trabaja la tolerancia
- 2.8 9. Favorece una buena comunicación entre ellos
- 2.9 10. No fomentes la competitividad, promueve la cooperación
- 3 Referencias
La educación del compañerismo como valor
Cada día toma más importancia el hecho de construir una sociedad más igualitaria, tolerante e inclusiva, donde todas las personas tengan la posibilidad de participar y contribuir en la mejora colectiva.
En todo ello cobra una gran importancia la educación en valores. En la educación en valores caben todos: los alumnos, los padres, los maestros. Toda la comunidad educativa y toda la sociedad en general.
La educación en valores se centra en educar en el ámbito moral y en el cívico para formar ciudadanos responsables, que respeten a los demás, democráticos, con ideas de solidaridad y de inclusión.
¿Qué implica el compañerismo?
Fomentar el compañerismo implica muchas otras cosas. Implica trabajar en equipo, aprender de manera cooperativa dejando a un lado los individualismos.
Ser un buen compañero implica ser solidario con las personas de tu alrededor y mostrar una conducta prosocial hacia ellos.
En un aprendizaje basado en el compañerismo, cada miembro del grupo se preocupa de sí mismo pero también de sus compañeros.
El sujeto considera que él es una parte importante en el desarrollo de sus compañeros, igual que sus compañeros son fundamentales para el suyo.
Por otra parte, cuando hay un aprendizaje basado exclusivamente en uno mismo, individualista y competitiva, no se tiene en cuenta la interacción entre los miembros del grupo como un factor de aprendizaje.
Señales
Cuando se fomenta el compañerismo entre los alumnos, ellos se preocupan de los demás, trabajan y aprenden juntas, se toman en consideración, se enriquecen unos de otros.
Los alumnos se apoyan y se complementan y saben respetar a su compañero, porque todos tienen derechos y deberes en las tareas planteadas.
Además, cuando se da un aprendizaje cooperativo basando en el compañerismo, se ponen en marcha distintos procesos.
Uno de los procesos es el cognitivo, donde se da colaboración entre alumnos y manejo adecuado de dificultades. Por otro lado, encontramos los motivacionales, con las atribuciones y las metas compartidas.
Y por último, encontramos los procesos más afectivos, donde los alumnos encuentran sentido al aprendizaje, incrementan su autoestima y además desarrollan el sentimiento de pertenencia al grupo.
10 claves para promover el compañerismo
1. Trabaja la empatía con ellos
Un aspecto relevante para promover el compañerismo en los niños es trabajar la empatía. El famoso dicho de no hagas al otro lo que no te gustaría que te hicieran a ti.
La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona sin juzgarle, comprender cómo se siente y cómo actúa.
Es preciso tener empatía para poder relacionarnos con los demás de manera adecuada. Cuando somos empáticos nos relacionamos mejor con otras personas, nos comunicamos mejor, tenemos vínculos más estrechos y relaciones más satisfactorias.
La empatía es un componente de la inteligencia emocional, amplía nuestra perspectiva. Cuando desarrollamos la empatía en los niños, estamos haciendo que desarrollen también su inteligencia emocional, lo que los hará más sensibles a las relaciones con otras personas.
Para ello, además de con el ejemplo diario, puedes hacer actividades específicas con cuentos, caretas, adivinanzas donde deban ponerse en el lugar de otras personas, cambiar de perspectiva, reconocer las emociones y pensamientos, cambiar papeles con juegos de roles.
2. Fomenta el trabajo en equipo
Una buena estrategia para fomentar el compañerismo es incentivar a los niños a que trabajen en equipo.
Organizar la clase en grupos mixtos y heterogéneos, donde tengan la posibilidad de conocerse, de trabajar juntos con un objetivo común, donde tengan que ser comprensivos, solidarios, tolerantes y asertivos con las opiniones de sus compañeros.
En el trabajo en equipo se debe fomentar la interacción cara a cara entre ellos, para que también pongan en práctica habilidades sociales e interpersonales, que asuman rolas, transmitan ideas y sepan resolver conflictos, tomen decisiones ayudándose.
Para desarrollar el compañerismo, dentro del trabajo en equipo se deben fomentar y poner en marcha situaciones donde los alumnos tengan que ayudarse mutuamente, se apoyen entre ellos.
3. Trabaja la solidaridad y la ayuda a los demás
La ayuda entre escolares es importante. Por ejemplo, algunos autores consideran que el hecho de dar y recibir ayuda son beneficiosos en el rendimiento.
Así, cuando un alumno proporciona a otro, esto se correlaciona con un alto rendimiento. Pero también el hecho de recibir ayuda lo hace.
Además, enséñales a dedicar tiempo a otras personas y a prestarles atención. Cuando fomentamos la solidaridad en nuestros alumnos, nos basamos en el hecho de que deben prestarse al otro.
Debemos fomentar que ayuden a sus compañeros en momentos difíciles, que les acompañen ante los problemas y que les ayuden a encontrar soluciones.
Queremos que sean sensibles a las necesidades que hay a su alrededor.
Cuando se trabaja a partir del compañerismo, se facilita la integración social de sus miembros, se sienten más satisfechos en el grupo y a la hora de pertenecer a él, se reduce la violencia entre ellos y son más comprometidos con sus compañeros.
4. Incentiva las relaciones informales entre ellos
Una buena manera de fomentar el compañerismo es incentivar que los alumnos se conozcan entre ellos y estrechen lazos.
Organizar actividades diferentes, proponer actividades extraescolares o hacer que los niños se vean en ambientes más distendidos (en cumpleaños, en excursiones de fin de semana, jugando en el parque) permite que creen vínculos más especiales.
Esto es importante porque cuando se crea una relación más profunda entre los miembros de un grupo, el sentimiento de pertenencia al grupo es muy fuerte y por tanto nace la ayuda y la solidaridad entre sus miembros.
5. Rota los grupos en clase
Una de las actividades que puedes realizar para trabajar el compañerismo ya hemos dicho que es el trabajo en equipo. Pero dentro de éste y del aprendizaje cooperativo, una buena clave es la rotación de grupos.
Si cada vez que realizas una actividad los grupos son distintos (distintas parejas, grupos de tres o de seis, es decir, variando cada vez), permites a cada uno de ellos que aprenda de las diferencias.
Cada uno de los niños es diferente, con virtudes y con defectos, y saber trabajar y apreciar a cada uno de ellos, puede ser un aprendizaje valioso.
6. No permitas las faltas de respeto
Las faltas de respeto entre alumnos implican necesariamente una falta de compañerismo. No permitas jamás agresiones físicas ni verbales entre los alumnos. Cualquier falta de respeto debe ser intolerable.
El acoso escolar sería el problema llevado al extremo. Es importante que ante las faltas de respeto actúes y que no tengas en mente que son cosas de niños.
Estas cosas deben abordarse entre todos y resolverse, pero en ningún caso deben pasar sin ninguna repercusión.
Cualquier rumor, agresión, intimidación, amenaza debe ser abordada. Los alumnos que son víctimas de todo ello deben sentirse arropados y apoyados por parte del profesor y por el resto de sus compañeros.
7. Fomenta los buenos modales
Algo tan simple como ser educado: dar las gracias, saludar por la mañana, sonreír a otra persona, devolver el saludo, dar los buenos días.
Estos pequeños gestos pueden hacer feliz a otra persona y promover la colaboración y el buen entendimiento entre compañeros.
Por ejemplo, si entras a una tienda o llegas a clase y das los buenos días, o alguien te recibe con una sonrisa, el ambiente se torna más cálido y agradable y se es más propenso a tener una actitud positiva y colaborativa.
El dar los buenos días o buenas tardes al llegar a casa o a la escuela y mostrarse contento puede conducir a crear un buen ambiente y a que todos se esfuercen por mantenerlo.
Es importante hacer ver esto a los alumnos para que se promueva una actitud más proactiva hacia los demás.
8. Trabaja la tolerancia
La tolerancia cobra más sentido que nunca en la complejidad del mundo actual. La tolerancia se vuelve un elemento clave a la hora de construir un mundo justo, inclusivo e intercultural.
Trabajar la tolerancia implica respetar las creencias y las ideas de la otra persona, ser respetuoso y considerado con los otros.
Si no hay tolerancia, difícilmente pueden haber buenas relaciones con los compañeros.
9. Favorece una buena comunicación entre ellos
Enséñales a que se escuchen, la importancia de escuchar y el esfuerzo que requiere escuchar atentamente y ser sensible a las necesidades de sus compañeros.
Una buena comunicación pasa porque sepan escuchar lo que otros sienten, piensan, lo que les entristece, lo que les pone contentos y que lo respeten y ayuden a los demás a conseguir sus objetivos.
Además, fomentar la comunicación entre ellos les permite resolver conflictos de manera adecuada y sensible a las necesidades de los demás.
10. No fomentes la competitividad, promueve la cooperación
Hoy en día la competitividad es uno de los valores centrales en la sociedad. Esta competitividad se puede observar ya en la escuela, donde las notas numéricas, el acabar primero, hacerlo todo perfecto ha desbancado en muchas ocasiones la ayuda mutua y la cooperación entre iguales.
Sin embargo, el aprendizaje cooperativo es una estrategia con resultados muy positivos.
Cuando se trabaja de modo cooperativo, la persona adquiere un compromiso individual y colectivo a través de objetivos compartidos por todo el grupo y que se han consensuado entre todos y que les permiten ser un equipo para lograr las metas.
El trabajo cooperativo ha demostrado ser más eficaz que el individualismo y la competitividad en el aula.
Cuando se promueve la cooperación, se logra mejorar la relación y el compañerismo entre los alumnos, están más motivados hacia el aprendizaje y alcanzan logros mucho más altos.
¿Y tú, qué propones para fomentar el compañerismo?
Referencias
- Bell Rodríguez, C. R. Familia y escuela: unidad imprescindible para el desarrollo cultural. El papel de la familia, liderazgo y compañerismo. Instituto central de ciencias pedagógicas de la República de Cuba.
- Laboratorio de innovación educativa. Aprendizaje cooperativo: propuesta para la implantación de una estructura de cooperación en el aula.
- Ministerio de Educación del Gobierno de Chile (2011). Comunicados docentes: el compañerismo.
- Poveda Serra, P. (2007). Implicaciones del aprendizaje de tipo cooperativo en las relaciones interpersonales y en el rendimiento académico. Tesis doctoral.
- Real Academia de la Lengua Española. Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
- Romero Barea, G.A. (2009). Actividades a realizar para desarrollar la solidaridad entre los alumnos/as. Innovación y experiencias educativas, 20.