Tamaños de empresas: clasificación y características (ejemplos)
Los tamaños de empresas o magnitudes de las empresas son indicadores que miden el número de empleados en el sector manufacturero. Una empresa se define como una entidad legal que posee el derecho de realizar negocios por cuenta propia, como realizar contratos, poseer bienes, tener responsabilidades y crear cuentas bancarias.
Las empresas pueden clasificarse en diferentes categorías según su tamaño. Para este propósito, se pueden usar diferentes criterios, pero el más común es el número de personas empleadas.
Todas las empresas deben asegurarse de ofrecer bienes o servicios que las personas deseen comprar, tener ingresos suficientes para cubrir sus costos y obtener beneficios, y que las personas que trabajan en ellas estén motivadas, bien cualificadas y trabajen bien juntas.
De alguna manera, los retos para las pequeñas y las grandes empresas no son tan diferentes. Sin embargo, las empresas pequeñas operan de manera muy diferente a las empresas grandes.
Es importante tener en cuenta que el tamaño sí importa en los negocios, no porque sea mejor cuanto más grande o más pequeño sea, sino porque cada tipo de compañía se encontrará diferentes desafíos y oportunidades.
Índice del artículo
- 1 Clasificación de empresas según su tamaño
- 2 Características de una empresa según su tamaño
- 3 Referencias
No siempre es obvio saber cómo se debe medir el tamaño de una empresa. Existen disponibles varios indicadores diferentes, no todos adecuados para medir el tamaño de todos los tipos de negocios.
Por ejemplo, medir el tamaño de una empresa en función de la cantidad de beneficios que obtiene supone que se trata de una empresa con fines de lucro.
Por otro lado, medir el valor de una empresa en el mercado supone que sus acciones se negocian en el mercado de valores, lo que no es en absoluto cierto para todas las empresas.
Existen diferentes criterios para llevar a cabo esta clasificación de empresas según su tamaño. A continuación veremos algunos de los más comunes.
Criterio técnico
Se refiere al nivel tecnológico que posee la empresa. Se valora el capital utilizado en la innovación.
Criterio económico
Clasifica a las compañías según su volumen de negocios. Es decir, por los ingresos derivados de las ventas.
Criterio organizativo
Se refiere a la cantidad de trabajadores que emplea la empresa y también cómo es su organización. Por lo general, este es el criterio más utilizado, en lo que se refiere al número de trabajadores.
Criterio de activos netos
Basado en los activos netos que tienen las empresas: el total de sus activos menos el total de sus obligaciones.
Dos medidas que son aplicables a casi todas las empresas son el número de empleados y el volumen de negocios anual, que es el valor total de las ventas realizadas durante el período de un año.
Estas dos medidas no siempre están de acuerdo entre sí: hay algunas empresas con muy pocos empleados que, sin embargo, producen una gran facturación anual.
Por ejemplo, una sola persona que negocia acciones en el mercado bursátil podría realizar una gran facturación en un año si tuviera mucho éxito.
La Comisión Europea utiliza una combinación de número de empleados y volumen de negocios para definir el tamaño de una empresa. En tal sentido, la Ley 5/2015 sobre la promoción de financiación empresarial indica los siguientes grupos.
Pequeñas y medianas empresas
En general, Las empresas con menos de 250 empleados se clasifican colectivamente como pequeñas y medianas empresas (PYME).
Las pequeñas y medianas empresas representan en realidad más del 90% de la cantidad de empresas en la mayoría de los países, aunque no emplean a más del 90% de todos los empleados ni representan más del 90% de todas las transacciones comerciales.
Resulta bastante importante el hecho de que una empresa esté clasificada dentro de uno de estos grupos. Por ejemplo, existen muchas ayudas públicas para las PYMEs, de las que las empresas más grandes no pueden disfrutar.
Microempresas
Son aquellas que emplean a menos de diez personas y además tienen una facturación anual no mayor de 2 millones de euros.
La mayoría de nosotros conoce algunas empresas que son muy pequeñas. Son empresas de una sola persona o microempresas de menos de cinco personas.
Entre los ejemplos se puede encontrar una empresa de diseño web de una sola persona, una peluquería, una empresa pequeña de catering, o un pequeño minorista, tal como una tienda de artesanía o una floristería, que emplea solo a una o dos personas más.
Empresas pequeñas
Las empresas pequeñas son las que tienen un máximo de 49 trabajadores y además tienen una facturación anual o activos totales de no más de 10 millones de euros.
Empresas medianas
Las empresas medianas son aquellas que poseen menos de 250 empleados y tienen una facturación anual de no más de 50 millones de euros o activos por debajo de 43 millones de euros. La constructora Construcciones Amenábar, S. A. está entre las 50 empresas medianas más exitosas españolas.
Empresas grandes
En el otro extremo de la escala están las empresas que son grandes: corporaciones multinacionales que emplean a miles de personas y operan en muchos países diferentes.
Las empresas grandes son las que superan los parámetros establecidos para las PYMEs. Emplean a 250 personas o más, y tienen una facturación anual de más de 50 millones de euros.
Existe una gran cantidad de empresas grandes muy famosas, como Microsoft, Coca-cola, Samsung, Siemens, Renault y otras muchas más corporaciones grandes más o menos conocidas.
Las empresas nuevas apuntan hacia el crecimiento, ofreciendo a menudo un producto, proceso o servicio innovador.
Los emprendedores de empresas nuevas generalmente buscan ampliar la compañía agregando empleados, buscando ventas internacionales, etc., un proceso que es financiado por capital de riesgo y otros inversionistas.
Algunas grandes empresas tienen espectaculares historias de éxito, partiendo desde cero y llegando a tener un crecimiento muy significativo. Ejemplos serían Microsoft, Genentech y Federal Express, que representan el sentido de crear una nueva empresa exitosa desde la nada.
Ingresos y rentabilidad más bajos
Los ingresos de negocios a pequeña escala generalmente son más bajos que las compañías que operan en una escala mayor.
Se clasifica a las empresas pequeñas como compañías que generan menos de una cantidad específica de ingresos, dependiendo del tipo de negocio.
Área de mercado pequeña
Las empresas de menor escala sirven a comunidades individuales, como una tienda de conveniencia en un municipio rural.
La definición misma de pequeña escala evita que estas compañías atiendan áreas mucho más grandes que un área local, ya que crecer más allá de eso aumentaría la escala de las operaciones de una pequeña empresa y la empujaría a una nueva clasificación.
Propiedad o sociedad única
La forma corporativa de organización empresarial no es adecuada para operaciones pequeñas. En cambio, las pequeñas empresas prefieren organizarse como empresas de propiedad única, sociedades o compañías de responsabilidad limitada.
Estas formas de organización proporcionan el mayor grado de control de gestión para los propietarios de las empresas. Además, minimizan la molestia y los gastos de registro de la empresa.
Área limitada
Una empresa de pequeña escala solo se puede encontrar en un área limitada. Una gran cantidad de pequeñas empresas operan desde una única oficina, tienda minorista o centro de servicio.
Incluso es posible dirigir una pequeña empresa directamente desde el hogar, sin las instalaciones propias de una compañía más grande.
Pocos empleados
Muchas empresas PYME son bastante pequeñas y tienen muy pocos empleados. Se requiere que este personal limitado complete todas las tareas necesarias, incluyendo producción, mercadeo, ventas y contabilidad para todo el negocio.
Por ejemplo, el propietario de la empresa también puede ser el gerente que supervisa todas las áreas de la empresa.
Relaciones sólidas
La mayoría de las PYMES se centran en una pequeña cantidad de productos y servicios. Este enfoque limitado permite establecer relaciones sólidas con los socios comerciales, lo que a su vez proporciona estabilidad.
La desventaja de esto es que la PYME depende en gran medida de las asociaciones existentes y puede sufrir financieramente si se termina una relación comercial.
Estructura sencilla
Las PYMEs suelen seguir una estructura empresarial simple, que permite a la empresa ser muy flexible y hacer los cambios necesarios rápidamente, sin requisitos tales como dirigirse a los miembros de la junta directiva o accionistas para su aprobación.
Muy altos activos y facturación
Para convertirse en una corporación, el negocio debe ser grande y debe poseer una gran cantidad de activos, tanto físicos como financieros.
Los objetivos de la empresa son tan altos que también son capaces de obtener beneficios sustanciales además de cubrir todos sus gastos.
Red de sucursales
Las empresas grandes mantienen operaciones de producción y comercialización en diferentes ciudades, regiones y/o países. En cada país, la empresa supervisa más de una oficina que funciona a través de varias sucursales y subsidiarias.
Control
En relación con el punto anterior, la gestión de las oficinas en otros países está controlada por una oficina central ubicada en el país de origen. Por tanto, la fuente de mando se encuentra en el país de origen.
Crecimiento continuo
Las grandes corporaciones por lo general se mantienen creciendo año tras año. Así, se esfuerzan por aumentar su tamaño económico mediante la actualización constante de sus productos y servicios, e incluso haciendo fusiones y adquisiciones.
Tecnología sofisticada
Cuando una empresa se globaliza, debe asegurarse que su inversión crecerá sustancialmente. Para lograr un crecimiento sustancial, necesitan hacer uso de tecnología intensiva en capital, especialmente en su producción y comercialización.
Habilidades correctas
Las compañías grandes emplean solo a los mejores gerentes, que sean capaces de manejar grandes fondos financieros, usar tecnología avanzada, administrar trabajadores y también administrar una gran entidad comercial.
Marketing y publicidad enérgica
Una de las estrategias de supervivencia más efectivas de las corporaciones es gastar una gran cantidad de dinero en marketing y publicidad. Así es como pueden vender cada producto o marca que hacen.
Productos de buena calidad
Debido a que utilizan tecnología de capital intensivo, son capaces de crear productos de primera línea. Esto es fundamental para que la empresa consiga la cantidad de clientes que necesita y los beneficios asociados a ello.
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