Lengua y literatura

Subjetivemas: qué son, características y ejemplos


¿Qué son los subjetivemas?

Los subjetivemas son una serie de unidades lingüísticas que el emisor utiliza para asumir de manera explícita su opinión sobre una temática en el texto. Tienen una carga valorativa para él. El proceso de escoger estos componentes del idioma no es al azar, sino que responde al contexto de producción al que ha estado sometido el emisor.

A pesar de que ninguna palabra es cien por ciento objetiva, hay un compendio de estas que suponen un mayor grado de emocionalidad y apreciación por parte del enunciador.

Dentro de los recursos o estructuras lingüísticas que pueden funcionar como subjetivemas se encuentran los verbos, adjetivos y sustantivos. Cuando se usan los verbos para cumplir una función subjetiva pueden catalogarse de tipo axiológico o de sentimiento.

Los verbos subjetivos de carácter axiológico manifiestan en su uso una evaluación por parte del emisor de tipo dicotómica, es decir, dual y opuesta entre sí. Lo común sería una valoración buena o mala. Cuando los verbos cumplen una función de sentimiento son, mayormente, afectivos y axiológicos al mismo tiempo.

Por su parte, los subjetivemas sustantivos y adjetivos pueden presentarse de manera afectiva o evaluativa. La primera implica un nexo y una reacción emocional del emisor, mientras que la segunda significaría una valoración en torno a un objeto o persona, también con una carga dicotómica que lo lleva a dos extremos opuestos.

Características de los subjetivemas

Son una huella discursiva del emisor 

Nadie se comunica de la misma manera, usando los mismos recursos lingüísticos, ni estructurando sus premisas de la misma forma. Hay algo particular en el uso de los subjetivemas, que deja al descubierto propiedades de la personalidad del emisor como ningún otro recurso lingüístico.

Esto se debe a que se evidencian los sentimientos y juicios valorativos del enunciador, lo que padece, cómo ve la vida y las cosas que le acontecen sin filtros.

Se puede, pues, por medio de la carga del “yo” manifestada en los discursos de cualquier enunciante hacer un juicio y una categorización respecto al tipo de personalidad que posee.

Hay quienes han llegado a determinar, de manera muy simple, el grado de preparación, fijaciones, e incluso —de haberlos— la presencia de patrones conductuales nocivos.

Ciertamente, los subjetivemas no solo exponen el pensamiento y las ideas del sujeto, sino también aspectos más intrínsecos de la psique humana.

Permiten modalizar los discursos

Cuando se habla de “modalizar” se hace referencia al ajuste que se le aplica al discurso para que se adecúe a las intenciones del enunciador.

Parte importante de los subjetivemas no es solo mostrar los elementos que definen la personalidad del emisor, sino también permitirle a este hacer del discurso un arma comunicativa que exprese todo lo que se quiere decir de la forma más exacta posible, ajustada a sus requerimientos demostrativos. 

Los modalizadores se presentan en dos grupos: los que alteran la enunciación y los que alteran el enunciado. Los primeros evidencian el grado de compenetración que existe entre el emisor y su discurso, mientras que los segundos muestran la manera en que el emisor evalúa los contenidos del discurso.

Para llevar a cabo la modalización en los enunciados se pueden aplicar varios medios:

  • Los verbos en sus modos: imperativo, subjuntivo o indicativo.
  • Los verbos que evidencian evaluación: estimar, creer, criticar.
  • Los adverbios que sirven como reforzadores al modalizar: lamentablemente, afortunadamente, felizmente, entre otros.

Los modalizadores de los enunciados pueden presentarse de manera directa o indirecta dentro del discurso. Dos ejemplos claros serían: “Ve a tu casa”, acá se evidencia un enunciado directo; y “¿Será que vas a tu casa?”, en este enunciado en particular, de manera implícita se indica que debe llevar a cabo la acción.

Permiten ver las diferentes perspectivas del mundo 

Una de las características más significativas de los subjetivemas en los discursos es que permiten apreciar la visión de cada sujeto respecto a eventos, objetos o personas.

Esta “pluriapreciación”, si puede llamarse así, ofrece a los lectores un panorama rico en consideraciones y valoraciones respecto a un tema en específico, facilitando la concepción de conceptos propios —a partir de los ajenos— que se acompasen a sus perspectivas.

Lo que puede llamarse una “multivisión”, dota de un criterio amplio a quienes le observan, coadyuvando, en cierto grado, a una esquematización de comportamientos y tendencias grupales. Una muestra clara de esto lo representan las redes sociales, contentivas de una enorme carga de subjetivemas.

Hay empresas estadísticas y de mercadeo dedicadas al estudio de cada discurso en las redes respecto a diversas temáticas. Tienen como fin aprovechar al máximo los juicios valorativos de cada sujeto, determinar los gustos de las masas y transformar esa información final en dinero a través de la venta de los productos mejor apreciados.

Fundamentan los textos argumentativos y conversacionales

Por la alta carga subjetiva que poseen este tipo de tramas textuales, es común que estén atiborradas de subjetivemas para poder manifestar los juicios de valor y sentimientos.

Los autores, en los textos argumentativos, los utilizan ampliamente para sustentar sus criterios, demostrar y defender sus puntos de vista, para persuadir así a los receptores de sus ideas.

Por su parte, los creadores de textos conversacionales los usan para dar los matices necesarios a las interlocuciones que plasman en sus diálogos, para hacerlos lo más fidedignos posible, lo más ajustado a la realidad contextual a la que pertenecen.

Ejemplos de subjetivemas

– Josefina amaprofundamente a su padre, lo sé por cómo lo mira, sus ojos le brillan hermosamente, y su cara se torna tersa y suave.

– No se llegará a nada si seguimos así, es necesario que hagamos algo, realizar cambios reales, buenos, en las estructuras sociales. Temo que si no lo hacemos, vendrá la desastrosa debacle.

– El hispanoparlante es un ciudadano modelo, sumamente amable, respeta las normas, es estudioso y tiene una marcada tendencia por el aprendizaje de su lengua materna. Todos los que amamos nuestras raíces lingüísticas, tenemos por destino la excelencia.

– ¡No sé qué esperas para irte!, estoy sumamente extenuado. Afortunadamente, en un par de horas podré descansar, sin embargo, me sería muy grato que te fueras ya.

Referencias

  1. Chávez, L. E. (1971). Deícticos, subjetivemas o expresiones subjetivas y modalizadores. Colombia: Polifonía. Recuperado de: sites.google.com
  2. Lux, A. (2008). El punto de vista en el lenguaje: subjetivemas. (n/a): Lectura de los medios. Recuperado de: lecturadelosmedios.blogspot.com
  3. Subjetivemas. (2010). Argentina: Bloguer. Recuperado de: oscarprofeuniversidad.blogspot.com
  4. Cabrelli, A. (2008). La subjetividad en el lenguaje. (n/a): Bloguer. Recuperado de: analisisdeldiscursocomunicacion.blogspot.com
  5. Álvarez, F. M. (S. f.). Enunciación, argumentación y subjetivemas en la reformulación del discurso académico de estudiantes ingresantes a la universidad. (n/a): Difusiones. Recuperado de: revistadifusiones.net