Drogas alucinógenas: tipos, características y efectos
Las drogas alucinógenas son un tipo de fármacos que al ser consumidos pueden provocar alguna vivencia alucinatoria o distorsiones de la realidad. En efecto, este tipo de droga integra lo que se denomina como sustancias perturbadoras del sistema nervioso central, es decir, son drogas que al llegar al cerebro provocan alteraciones en su funcionamiento neuroquímico.
Sin embargo, los efectos que pueden producir este tipo de sustancias son múltiples. Así mismo, existen diferentes tipos de drogas alucinógenas, unas más adictivas que otras, cada una con unas características y unos efectos determinados.

Índice del artículo
- 1 ¿Qué son las drogas alucinógenas?
- 2 ¿De dónde provienen los alucinógenos?
- 3 Drogas alucinógenas más comunes
- 4 Referencias
¿Qué son las drogas alucinógenas?
Las drogas alucinógenas son sustancias que al ser consumidas afectan de forma particular la capacidad que tenemos las personas de percibir la realidad, pudiendo ocasionar trastornos sensoriales severos o incluso alucinaciones muy vividas.
Así pues, el consumidor de este tipo de sustancias puede padecer distorsiones de su percepción, ver disminuida la capacidad para distinguir entre realidad y fantasía, y sufrir un incremento la intensidad de sus reacciones emocionales.
De hecho, el fuerte impacto que pueden producir estas sustancias sobre los sistemas perceptivos de la persona pueden hacerle pasar de un estado de ánimo a otro rápidamente.
Por otro lado, cabe destacar que cuando se consume una droga alucinógena, sus efectos son imprevisibles, variando desde las alucinaciones, el alejamiento de la realidad, la exaltación o incluso movimientos violentos o reacciones de pánico.
De este modo, a pesar de que cada droga alucinógena contiene unas características determinadas, los efectos que puede originar en una persona cuando lo consume depende de un gran número de factores imposibles de predecir.
Esta gran variabilidad de los efectos de los alucinógenos no suele estar presente en otro tipo de drogas más predecibles.
Así, por ejemplo, los efectos que produce una intoxicación etílica, el consumo de tabaco, o incluso la administración de drogas duras como la cocaína suelen ser más conocidos y, sobretodo, menos impredecibles.
Sin embargo, lo que sí que se conoce sobre las drogas alucinógenas es buena parte de su mecanismo de acción cuando es introducida en el cerebro.
Los alucinógenos producen sus efectos a través de una interrupción de la interacción de las células nerviosas y el neurotransmisor de serotonina.
Esta sustancia (la serotonina) está distribuida por muchas regiones tanto del cerebro como de la médula espinal, y es encargada de realizar múltiples tareas cerebrales.
El control de los sistemas de conducta, la percepción, la regulación del estado de ánimo, el hambre, la temperatura corporal, el comportamiento sexual o el control muscular, y la percepción sensorial son actividades que están sujetas a la actividad de la serotonina.
Así pues, cuando inserimos una droga en nuestro cerebro que puede modificar tan fuertemente el funcionamiento de la serotonina, es de esperar que cualquiera de las funciones anteriormente descritas puedan verse alteradas.
¿De dónde provienen los alucinógenos?
La mayoría de las drogas alucinógenas provienen de hongos que se cultivan con mucha frecuencia en países latinoamericanos y africanos.
Así pues, de hongos como el Peyote cultivado en México se extrae la mescalina. Otro hongo importante en el Yagé, el cual proviene de la planta Gabón, también conocida como Tabernate iboga, que se cultiva en Colombia y del que se extrae la ibogaína.
En Europa también se pueden encontrar plantas con este tipo de propiedades como la Amanita muscarina, una seta alucinógena que se utiliza en diversos rituales.
Por lo que respecta el consumo de este tipo de drogas se debe remarcar el movimiento hippy como “la época de descubrimiento” de alucinógenos.
Con el surgimiento del movimiento hippy, los alucinógenos se consolidaron como una vía de autoexploración e introspección que permitía a la persona que lo consumía entrar en contacto directo con mecanismos mentales del inconsciente.
Hoy en día, estas teorías ligadas con la filosofía mística han sido en parte abandonadas, y el consumo de drogas alucinógenas ha adoptado un significado más recreativo e incitante a la evasión.
Actualmente, el alucinógeno más consumido en Europa es la dietilmina del ácido lesérgico, popularmente conocido como LSD.
Sin embargo, el LSD no es la única droga con propiedades alucinógenas, ya que existen muchas otras capaces de producir estos efectos en el funcionamiento cerebral.
Así pues, se ha consensuado en indicar 6 tipos distintos de drogas alucinatorias: el LSD, la mescalina, el éxtasis, la fenciclidina, los derivados del cannabis y la dimetiltriptamina.
Drogas alucinógenas más comunes
A continuación explicaremos cada una de estas drogas y expondremos qué efectos y qué consecuencias puede provocar su consumo.
LSD
El LSD es la droga alucinógena más conocida. Trata de un material blanco, inodoro y soluble en el agua que se sintetiza a partir del ácido lisérgico, un compuesto derivado del hongo del centeno.
Inicialmente, el LSD se produce en una forma cristalina, es decir, trata de un cristal puro que se puede moler para ser convertido en polvo.
Así mismo, la droga que se obtiene puede mezclarse con agentes ligantes y adquirir una forma de tabletas que se conocen de forma popular como tripis.
Por otro lado, el LSD puede disolverse y diluirse, y aplicarse a en un papel u otros materiales, los cuales deben ser chupados para consumirse.
Finalmente, la forma más conocida que puede adoptar el LSD para su consumo es la que se conoce con el nombre de “blotter acid” que consiste en impregnar hojas de papel con la sustancia de la droga, y perforarlas en unidades cuadradas.
Como podemos ver, las formas que puede adquirir esta droga son múltiples, sin embargo los efectos que causa son muy parecidos.
De hecho, sea cual sea la forma de consumo del LSD, esta constituye el alucinógeno más potente que se conoce hoy en día, el cual puede alterar el estado de ánimo y los procesos perceptivos con mucha facilidad.
Así mismo, los efectos de la droga suele ser muy duraderos. El consumo de dosis bajas de LSD (30 microgramos) puede producir efectos que se prolonguen durante 8 o 12 horas.
Como hemos comentado anteriormente, el efecto que causa esta droga en el cerebro se basa en la interrupción de los receptores de serotonina, conocidos como receptores 5-HT-.
Tal y como hemos visto, la serotonina realiza actividades cerebrales muy importantes, viéndose involucrada en procesos como el pensamiento, la percepción, el estado de ánimo o el control de conducta, sueño y apetito.
Así pues, la modificación del funcionamiento de la serotonina puede inducir sensaciones como pérdida de realidad, alteraciones perceptivas, vivencia de alucinaciones o modificaciones del estado de ánimo abruptas.
Los usuarios de LSD denominan los efectos de la droga como “viajes”, los cuales pueden ser tanto buenos como malos. De hecho, los efectos de estas sustancia son tan impredecibles que es prácticamente imposible conocer antes del consumo si los efectos que causará serán agradables o desagradables.
Esto se explica porque las modificaciones que puede realizar el LSD sobre el funcionamiento interno de la serotonina puede producir tanto sensaciones que se viven como agradables o desagradables.
De este modo, se puede incrementar el estado de ánimo, se puede relajar el control muscular, se pueden vivir distorsiones perceptivas placenteras, o bien puede empeorar el estado de ánimo, puede incrementarse la tensión y la ansiedad y se pueden vivir alucinaciones altamente desagradables.
Así mismo, el LSD también puede producir efectos fisiológicos como aumento de la presión arterial, el ritmo cardíaco, mareos, inapetencia, sequedad de boca, sudoración, nauseas o temblores.
Por otro lado, cabe destacar la gran alteración emocional que produce esta droga, la cual puede hacer que el consumidor varíe rápidamente desde sensaciones de mido hasta sensaciones de euforia.
Por lo que respecta las alucinaciones y la distorsión perceptiva, son efectos que suelen aparecer siempre con el consumo de LSD.
De hecho, el LSD tiene efectos dramáticos sobre los sentidos. Tanto los colores como los olores y los sonidos suelen intensificarse agudamente, y en algunos casos puede aparecer el fenómeno de sinestesia, donde la persona cree oír los colores y ver los sonidos.
Finalmente, hay que tener en cuenta que el consumo de LSD puede provocar la aparición de trastornos psicóticos por intoxicación, así como trastornos perceptivos persistentes por alucinógenos.
Mescalina

La mescalina es un alcaloide del grupo de la feniletilaminas con propiedades alucinógenas.
La forma más popular de consumo de esta droga es mediante inmersión o masticando botones de peyote. Sin embargo, la mescalina también puede convertirse en un polvo e incluso consumirlo en forma de té u otra bebida.
Los efectos que produce estas sustancia son muy parecidos a los que acabamos de comentar sobre el LSD, por lo que se mantiene la gran variabilidad de las sensaciones que puede producir.
Sin embargo, los efectos de la mescalina suelen ser más duraderos, pudiendo durar entre 10 horas y 3 días.
A dosis bajas, la mescalina puede producir sensaciones de relajación, mientras que los efectos más comunes del LSD suelen aparecer con el consumo de dosis más elevadas.
Así mismo, se plantea que esta droga pueda ocasionar una menor alteración emocional que el LSD. Normalmente su consumo empieza con sensaciones de euforia, la cual va seguida de sentimientos de relajación y distorsiones perceptiva.
Actualmente, es una droga poco consumida con efectos muy impredecibles pero su mecanismos de acción es muy similar al del LSD por lo que sus consecuencias pueden ser igual de devastadoras.
Éxtasis

El éxtasis, también conocida como MDMA es una droga empatógena que pertenece a las clases de las anfetaminas y la feniletilamina.
El éxtasis es una droga estimulante, por lo que puede producir algunos efectos positivos como la estimulación mental, el calor emocional, incremento de energía o sensaciones de bienestar.
Sin embargo, estos efectos que posee la droga no son controlados, por lo que los efectos negativos siempre acaban por sobreponerse.
Así pues, no se puede considerar el éxtasis como una droga benigna ya que los efectos adversos que puede provocar son múltiples.
La mayoría de ellos son comunes con el LSD como ansiedad, inquietud, irritabilidad, alteraciones del estado de ánimo, alteración del apetito y placer sexual, y alteraciones perceptivas.
Así mismo, el consumo de éxtasis ha demostrado provocar una clara disminución cognitiva. Estudios con primates han puesto de manifiesto como una administración de éxtasis durante 4 días provocaba disfunciones cognitivas observables 6 años más tarde.
Fenciclidina

La fenciclidina, conocida por su abreviatura en inglés PCP es una droga disociativa que posee tanto efectos anestésicos como alucinógenos.
Normalmente se puede conocer como polvo de ángel, hierba mala o píldora de la paz y consta de un polvo cristalino soluble en agua o en alcohol que suele presentarse como un líquido amarillentos, aunque también puede solidificarse y consumirse a través de pastillas.
A inicios del siglos pasado se utilizaba esta droga como sedante debido a sus efectos anestésicos, sin embargo se descontinuó su uso debido a los efectos alucinógenos que originaba.
El efecto de la droga suele durar entre 4 y 6 horas y suelen provocar sensaciones de euforia seguidas de sedación, así como distorsiones sensoriales, especialmente tacto y vivencia de alucinaciones.
Derivados del cannabis
El cannabis procede de la planta cannabis sativa. Su principal activo es el THC, aunque también posee cantidades importantes de CBD. Suele consumirse fumada y a pesar de no ser considerada como una droga alucinógena, puede provocar efectos similares.
La estructura de esta droga suele ser compleja, sin embargo el THC suele provocar distorsiones perceptivas elevadas y vivencia de alucinaciones, mientras que el CBD suele provocar sensaciones de relajación, aumento de apetito y somnolencia.
La intoxicación aguda por cannabis puede provocar severas reacciones de suspicacia, paranoia y pánico, aunque los efectos de la droga suelen ser muy variables, y a pesar de que las alteraciones alucinógenos no se experimentan siempre, suelen ser frecuentes.
Dimetiltriptamina

La Dimetiltriptamina es una droga muy poco conocida que pertenece a la familia de la triptamina. Esta droga puede consumirse fumada como base libre así como inyectada o inhalada.
Sus efectos suelen durar entre 5 y 30 minutos y se basan en sensaciones alucinógenas a través de la experimentación de una gran intensidad subjetiva y la vivencia de alucinaciones muy fuertes y muy elevadas.
Referencias
- BECOÑA, E.I., RODRÍGUEZ, A.L. y SALAZAR, I.B. (Eds), Drogodependencias 1. Introducción Universidad de Santiago de Compostela, 1994
- BECOÑA, E.I., RODRÍGUEZ, A.L. y SALAZAR, I.B. (Eds), Drogodependencias 2. Drogas legales. Universidad de Santiago de Compostela, 1995
- COOPER, J.R., BLOOM, F.L. & ROTH, R.H. The biochemical basis of neuropharmacology. Oxford University Press 2003
- KORENMAN, S.G. and BARCHAS, J.D. (Eds) Biological Basis of Substance Abuse Oxford University press, 1993
- SCHATZBERG AF, NEMEROFF CB. The American Psychiatric Publishing Textbook of Psychopharmacology. American Psychiatric Publishing, Incorporated, 2003
- SNYDER, S.H. Drogas y Cerebro Barcelona: Prensa.