Anatomía y fisiología

Cuello humano: anatomía


El cuello o región cervical es la transición entre la cabeza y el tórax. Sus límites superficiales y profundos son reparos anatómicos muy bien identificados que permiten determinar dónde termina la cabeza, dónde comienza el cuello, y dónde inicia el tórax.

La anatomía del cuello humano está entre las más complejas de los mamíferos debido a la gran cantidad de elementos anatómicos que confluyen en un pequeño espacio, así como a sus estrechas relaciones anatómicas. 

A su vez el cuello está dividido en diversos compartimentos por los grandes músculos que discurren a lo largo del mismo, cada uno de ellos conteniendo estructuras vitales para la vida.

Un estudio detallado de la anatomía del cuello requeriría un tomo entero de una enciclopedia de anatomía, sin embargo para poder llegar a comprender tantas y tan complejas relaciones anatómicas es esencial conocer lo básico, de allí que se intentará una aproximación a los elementos esenciales para lograr comprender la anatomía cervical.

Índice del artículo

Límites del cuello 

El cuello posee límites superficiales y profundos. Los límites superficiales son aquellos que se pueden ver a simple vista e indican la estructuras que marcan la “frontera” entre la región cervical (cuello) y las regiones adyacentes (cráneo y tórax).

Por su parte, los límites profundos son aquellos reparos anatómicos que se usan cuando se estudian imágenes del interior del cuello (como las tomografías o resonancias magnéticas), así como durante las cirugías para determinar con exactitud dónde comienza y termina el cuello.

Dado que el cuello es una especie de cilindro que une la cabeza con el resto del cuerpo, la región cervical tiene límites superiores e inferiores.

Límites superficiales del cuello 

Los límites superficiales del cuello son en parte estructuras anatómicas fáciles de identificar y en parte líneas imaginarias que discurren a lo largo o entre las mismas.

Partiendo desde la parte más anterior del cuello, el límite superior del mismo viene dado por:

– Borde inferior de la mandíbula (o maxilar inferior).

– Borde posterior de la rama ascendente del maxilar inferior.

– Una línea recta imaginaria que va desde la articulación temporo-mandibular hasta el proceso mastoideo.

– Una línea curva que une ambos procesos mastoideos siguiendo la circunferencia occipital pasando por el occipucio

Cualquier estructura que se encuentre por encima de este límite corresponde a la cabeza, mientras que aquellas que están por debajo son parte del cuello.

En su porción inferior, los límites superficiales del cuello son los siguientes:

– Borde superior de la horquilla esternal.

– Borde superior de ambas clavículas.

– Una línea recta que va desde cada una de las articulaciones acromio-claviculares hasta C7.

Las estructuras que se encuentran por encima de estos límites se consideran parte del cuello, mientras que aquellas que están por debajo de los mismos corresponden a estructuras torácicas.

De esta manera, es muy fácil identificar cuándo una lesión o estructura forma parte del cuello y cuándo no, aunque en ocasiones con lesiones tumorales muy extensas o lesiones amplias es posible que exista compromiso de estructuras tanto cervicales como torácicas y/o craneales.

Límites profundos del cuello 

Para ver estos límites es necesario contar con un estudio de imagen como la resonancia magnética nuclear o la tomografía axial computarizada, a fin de poder visualizar estructuras profundas que se encuentran más allá de la piel o, en su defecto, hacer una disección quirúrgica.

En este sentido, los límites anatómicos profundos del cuello son sumamente importantes para los cirujanos cuando realizan intervenciones en la región cervical, dado que les permiten mantenerse dentro de su área de trabajo.

El límite superior profundo del cuello viene dado por la base del cráneo misma y sus accidentes anatómicos: proceso pterigoideo, apófisis estiloides y proceso mastoideo.

Por su parte, el límite inferior profundo viene dado por un plano oblicuo que inicia en la articulación entre C7 y T1, pasando por el borde superior de la primera costilla, y terminando en el borde superior del manubrio esternal.

Este plano constituye a la vez el límite inferior profundo del cuello y el vértice del tórax.

Compartimentos del cuello 

Desde el punto de vista morfológico y funcional el cuello está dividido en tres grandes compartimentos:

– Compartimento o triángulo cervical anterior.

– Compartimento laterocervical.

– Compartimento posterior o nuca.

Los límites de estos compartimentos vienen dados principalmente por los músculos esternocleidomastoideos adelante y a los lados, y por el músculo trapecio hacia atrás.

En cada uno de los triángulos o compartimentos cervicales se encuentran estructuras vitales para la vida; algunas de estas estructuras son exclusivas del cuello (como la laringe o la glándula tiroides), mientras que otras están “de paso” por el cuello en su recorrido desde la cabeza hacia el tórax o viceversa (por ejemplo esófago, tráquea, arterias carótidas)

Compartimento anterior del cuello 

El compartimento anterior del cuello es aquel delimitado por el borde anterior de ambos músculos esternocleidomastoideos. El compartimento está dividido en varios triángulos, cada uno de los cuales contienen estructuras tanto superficiales como profundas.

En el triángulo inferior, por ejemplo, se encuentra la celda tiroideo, la cual como su nombre lo indica, está ocupada por la glándula tiroides.

Posterior a la tiroides e inmediatamente por delante de las vértebras cervicales, se encuentra lo que se podría llamar el compartimento visceral, un espacio que en la porción superior del cuello está ocupado por la faringe y la laringe, las cuales se continúan con el esófago y la tráquea respectivamente.

Tanto la tráquea como el esófago comienzan en el cuello y terminan en el tórax (tráquea) y abdomen (esófago). En su porción cervical tanto la tráquea como el esófago guardan íntima relación con el nervio recurrente laríngeo, el cual asciende desde el tórax hacia la laringe en el espacio conocido como surco traqueo-esofágico.

Compartimento lateral del cuello (región laterocervical)

El compartimento lateral del cuello inicia en el borde anterior del esternocleidomastoideo y termina en el borde anterior del músculo trapecio.

En esta región se encuentran los elementos neurovasculares más importantes de la región cervical, cubiertos parcialmente en su porción más inferior por el propio músculo esternocleidomastoideo.

La región laterocervical se divide en varios triángulos, aunque en general todos contienen parte de los mismos elementos: arteria carótida, vena yugular interna y nervio vago (neumogástrico); sin embargo, la división en triángulos o zonas permite identificar las relaciones de estas estructuras con elementos propios de la región cervical a la hora de la exploración quirúrgica.

En íntima relación con la vena yugular interna se encuentran las cadenas linfáticas yugulares internas con sus diferentes estaciones ganglionares.

En esta región también se encuentra una porción del nervio hipogloso, el cual discurre perpendicular al pedículo vascular en su recorrido hacia los músculos de la base de la lengua.

Compartimento posterior del cuello (nuca)

El compartimento posterior del cuello corresponde a todas las estructuras que se encuentran posteriores al plano sagital que se forma entre el borde anterior de ambos músculos trapecios.

Incluye todos los músculos posteriores del cuello, tanto superficiales como profundos; estos últimos posteriores al compartimiento visceral del triángulo anterior. Estos músculos son los responsables de mantener la cabeza en su posición y ofrecer al cuello toda su movilidad.

En la región de la nuca también se encuentran las estructuras óseas de la región integradas como las vértebras cervicales C2-C7, así como la médula espinal en su porción cervical.

Referencias 

  1. Tubbs, R. S., Rasmussen, M., Loukas, M., Shoja, M. M., & Cohen-Gadol, A. A. (2011). Three nearly forgotten anatomical triangles of the neck: triangles of Beclard, Lesser and Pirogoff and their potential applications in surgical dissection of the neck. Surgical and Radiologic Anatomy, 33(1), 53-57.
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  3. Klem, C. (2012). Head Anatomy and and Neck Ultrasound Correlation. Head & Neck Ultrasound, An Issue of Ultrasound Clinics-E-Book7(2), 161.
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  5. Burns, A., & Pattison, G. S. (1824). Observations on the Surgical Anatomy of the Head and Neck. Wardlaw & Cunninghame.